El gobierno de Marruecos acusó hoy al Departamento de Estado de EEUU de tener una actitud “profundamente antimarroquí” en su último informe sobre los derechos humanos en el país magrebí, que calificó además de “verdaderamente escandaloso”.
El ministerio del Interior marroquí emitió un largo comunicado a través de la agencia oficial MAP con un tono inusualmente duro, en el que afirma que ese informe sobre derechos humanos emitido el pasado abril está lleno de “mentiras”, “manipulaciones” y “puras invenciones”.
Ese informe, emitido el pasado 13 de abril junto a informes similares de los demás países del mundo, denuncia numerosas violaciones a los derechos humanos en comisarías y en prisiones marroquíes, así como las limitaciones a las libertades de reunión, de asociación y de prensa o la existencia de presos políticos, entre otras cosas.
El gobierno marroquí cree que hay “oscuras motivaciones políticas” en ese informe marcado por la “falta de rigor y el carácter parcial y desfasado de la realidad”.
Según Rabat, el informe se limita a un “reciclaje de acusaciones obsoletas (...) a golpe de aproximaciones y contraverdades, en un ejercicio de inquisición gratuita y profundamente antimarroquí”, posiblemente debidos a la intervención en su redacción de “un puñado de marroquíes conocidos desde hace años por su aversión al régimen actual”.
El comunicado recuerda que “Marruecos no acepta lecciones de nadie” aunque acepte la crítica constructiva, y con este fin funcionarios marroquíes han exigido clarificaciones en distintas reuniones con funcionarios de la embajada de EEUU en Rabat, pero no han obtenido sino “respuestas evasivas”.
Por ello, el ministerio advierte que Marruecos “está listo a llegar hasta el final, incluso a recurrir a las más altas autoridades en las distintas instituciones americanas (y espera) que la manipulación y la mentira sean denunciadas y la verdad restaurada”.
No es esta la primera vez que Marruecos protesta contra las afirmaciones contenidas en el informe de derechos humanos del Departamento de Estado, pero ahora se produce en un momento delicado, después de que Rabat haya mostrado públicamente su descontento con Estados Unidos por su actitud en el Consejo de Seguridad ante el tema del Sáhara Occidental.
El pasado 29 de abril el ministerio de Exteriores criticó a Estados Unidos por haber “introducido elementos de presión, de limitación y de debilitamiento, y actuado así contra el espíritu de asociación que le une al Gobierno de Marruecos”.
La falta de sintonía entre Marruecos y la actual administración estadounidense se ha agravado con la llegada en 2013 de John Kerry a la cabeza del Departamento de Estado, pues es un hombre considerado en Marruecos como próximo a Argelia y al Frente Polisario, y que en todo caso no defiende a capa y espada la única opción que Marruecos propone para el Sáhara, que es la de la autonomía.