Tres días antes de someterse a una investidura que se prevé fallida, Mariano Rajoy ha reconocido lo evidente, que todavía está en el aire que vuelva a ser presidente sin estar en funciones. “La conformación de un gobierno es más un deseo que un hecho”, ha admitido en Cotorbade (Pontevedra), mientras los equipos del PP y Ciudadanos siguen tratando de cerrar la negociación cuyo plazo expira esta noche.
Tras los lamentos habituales desde que el PP no puede celebrar su mitin en el castillo de Soutomaior, Rajoy también ha bromeado sobre el hecho de que se soliera considerar este acto como el principio del curso político: “Iniciamos hoy un nuevo curso político o no, no lo tenemos claro”.
El candidato del PP no ha hecho más que una vaga referencia a su acuerdo con Rivera, para el que según fuentes de Ciudadanos siguen quedando “escollos” y que todavía no se sabe cómo se escenificará.
Así, a falta de medidas que anunciar, Rajoy ha optado por seguir presionando a Pedro Sánchez para que dé su brazo a torcer y le permita ser investido en un segundo intento a partir del próximo jueves. “Haremos todos los esfuerzos programáticos”, ha asegurado.
Recordando una y otra vez que el PSOE nunca tuvo “un resultado peor” y que el PP mejoró los del 20 de diciembre en las elecciones del 26J, el conservador ha insistido en recordar su propuesta de gran coalición y amenazar con otra crisis si la situación política no se desbloquea: “Sería tremendo que la irresponsabilidad de algunos nos volviera otra vez a la situación de crisis. Las cosas van bien pero pueden dejar de ir bien y ya son muchos los avisos dentro y fuera de España”.
La versión de Alberto Núñez Feijóo, que ha recibido las alabanzas de su jefe ante las elecciones que celebrará Galicia el 25 de septiembre, ha consistido en decir que ya está bien “del cachondeo que estamos viviendo en España”.