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Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

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El presidente del Gobierno ha realizado una declaración institucional para responder al acuerdo de Junts pel Sí y la CUP de iniciar el proceso de la independencia de Cataluña mediante una resolución presentada este martes en el Parlament. En ella se insta al Govern de la Generalitat, de momento en funciones, a acatar las órdenes de la Cámara catalana.

A diferencia de otras declaraciones políticas de corte independentista que no despertaron ninguna reacción inmediata de Rajoy, esta vez el presidente decidió comparecer de forma urgente, sólo un día después del fin de la legislatura y con la campaña electoral a punto de comenzar.

Mariano Rajoy ha recordado que la propuesta es “contraria a la Constitución y a las leyes, así como a la voluntad democrática de todos los españoles” y la ha calificado de “acto de provocación”. El jefe del Ejecutivo ha afirmado que la resolución “no surtirá ni uno solo de sus efectos”. Como garantía, ha puesto al Gobierno que preside así como los “mecanismos jurídicos que le atribuyen al Estado la Constitución y las leyes”.

“Quienes quieran separar y dividir a Cataluña de España deben saber que no lo van a lograr porque van en contra de la mayoría de los catalanes y del conjunto de los españoles y tienen a un Gobierno dispuesto a hacer valer la ley”, ha dicho Rajoy.

Rajoy sólo ha aceptado una pregunta de los periodistas. Se le ha preguntado por el hecho de que la resolución registrada en el Parlament considera al Tribunal Constitucional “deslegitimado y sin competencias”, por lo que reconoce a la Cámara autonómica como único depositario de la soberanía de los catalanes. El presidente ha respondido que precisamente por ese motivo reformó al tribunal para dotarlo de poder de castigo: “Como bien saben, una de las reformas que planteamos fue dotarle de instrumentos. Lo único que quiero decir es que garantizo que lo que se dice en la propuesta no va a surtir efecto alguno”, ha zanjado.

Poco antes del anuncio del jefe del Ejecutivo, fuentes del PSOE han informado de que Pedro Sánchez se había puesto en contacto con el presidente por este motivo. “Ambos han quedado en mantener una vía de contacto directo”, han expresado esas fuentes, que sostienen que la postura socialista es “ley, diálogo y política”.