El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a someterse este martes a una sesión de control en el Senado y ha repetido el mismo argumentario que cuando lo hizo por última vez, hace año y medio. A Podemos le ha pedido menos críticas y más soluciones, a ERC le ha reclamado cumplir la ley antes de pedir diálogo, y frente al PSOE ha presumido de gestión económica y prestaciones sociales: “Tenemos un Estado del bienestar del que podemos estar orgullosos”.
El primer control al Gobierno en la cámara alta, donde el PP mantiene una holgada mayoría absoluta, no ha sido muy distinto al de la anterior legislatura del Ejecutivo de Rajoy. A la sesión no ha acudido la exlalcadesa del PP Rita Barberá. La senadora, ahora en el grupo Mixto tras abandonar el popular, está siendo investigada por el Tribunal Supremo por el blanqueo de dinero en el grupo municipal del PP de Valencia.
Ramón Espinar, el portavoz de Podemos, se ha estrenado, y lo ha hecho preguntando a Rajoy sobre el sostenimiento del sistema de pensiones. El presidente del Gobierno -recibido con un amplio aplauso por sus senadores- ha presumido de que el gasto en pensiones representa el 26,7% del gasto social, y que “la baja inflación ha permitido mantener el poder adquisitivo”. Su receta para mantener el sistema es crear empleo y trabajar con los agentes sociales, ha añadido.
Por su parte, el senador de Podemos ha replicado que el panorama para las pensiones “es desolador” y ha abogado por “apostar por un modelo productivo que no nos haga competir por salarios de 600 euros”, sino por una transición energética y una reindustrialización.
Ha recriminado al Ejecutivo que haya “condicionado el pago de las pensionas al estado de la caja de la seguridad social”, y ha afirmado que “el cambio es una realidad”, y que está por ver si será “a mejores condiciones de vida” o “si su modelo de cambio va a ser a peor, modelo de precarización”
Frente al país “en blanco y negro” que ha dibujado Espinar, Rajoy ha dicho no ser “tan pesimista”, y ha reclamado a Podemos que no se centre tanto en criticar lo que ha hecho mal el Ejecutivo, y se dedique a aportar ideas y soluciones para hacer sostenible el sistema de pensiones.
Sobre este tema también ha versado la intervención del nuevo portavoz del PSOE en el Senado, Vicente Álvarez Areces, que ha preguntado al presidente del Gobierno por el futuro del gasto social durante esta legislatura: “Las pensiones van a disminuir, esta ecuación es que con menos dinero y más gente a atender, las pensiones van a disminuir”.
Rajoy ha aprovechado la pregunta del socialista para presumir de prestaciones sociales durante su mandato. “Tenemos un Estado del Bienestar del que podemos estar orgullosos”, ha proclamado Rajoy, que ha insistido en que su política para aumentar el gasto social es crear empleo y aumentar así las cotizaciones, porque “no se puede gastar lo que no se quiere”.
Rajoy ha vuelto a presumir de gestión económica, y de medidas como el plan de pago a proveedores o el Fondo de Liquidez Autonómica. “El gasto social es capital en nuestro país, pero precisa recursos económicos, si no hay recursos económicos podemos tener buena voluntad, pero nunca podremos conseguir nuestro objetivo”, ha concluido.
Cataluña ha sido protagonista una vez más en una sesión de control. El senador de ERC Santiago Vidal, a quien el Supremo ratificó la condena de 3 años de suspensión por participar en la redacción del borrador de constitución catalana, ha asegurado que el Ejecutivo no hace como durante la Inquisición, cuando se quemaba a los herejes, sino que ahora “se limitan ustedes a quitarnos nuestro trabajo”.
“La libertad no se juzga”, ha afirmado el magistrado y senador, momento en el que sus compañeros de partido se han levantado en sus escaños y han mostrado pancartas con ese lema.
Rajoy ha repetido el mantra del Gobierno en este asunto: primero la ley. “Su primera obligación, como juez y como senador, es cumplir la ley, y luego viene todo lo demás”, ha dicho, al tiempo que se ha mostrado dispuesto a debatir, pero siempre que los independentistas catalanes dejen de imponer como condición innegociable la celebración de un referéndum soberanista.
Sobre la situación concreta de Vidal, Rajoy le ha afeado que lleve al Senado lo que ha definido como un problema personal, y le ha retado a que demuestre que existen presiones del Ejecutivo hacia el Poder Judicial.