Mariano Rajoy ha asegurado que si no ha actuado antes contra Rita Barberá y los investigados por corrupción el el PP del Ayuntamiento de Valencia es porque “no teníamos ni idea y lo hemos conocido ahora aunque antes habíamos oído alguna cosa”. El líder del PP se ha acogido al levantamiento del secreto del sumario que afecta al blanqueo para asegurar que hasta ahora no tenía indicios firmes. Durante una entrevista en Telecinco, Rajoy ha negado a Pedro Piqueras que entre su reacción y la de sus vicesecretarios haya ninguna diferencia ni divisiones en cuanto a cómo reaccionar. “Lo único que dije es que me parecía bárbaro. El expediente lo hemos abierto para saber exactamente lo que ocurrió”. Durante toda la entrevista, no ha mencionado el nombre de la senadora valenciana.
Tras insistir en los casos de imputados absueltos o las causas archivadas que conoce y lo grave que es que un inocente sea condenado, ha asegurado que su criterio será “actuar con justicia y con equilibrio”. También se ha mostrado seguro de que la próxima comisión que estudiará cómo abordarla será “muy útil” porque todos los partidos darán ideas para prevenirla y castigarla.
En cuanto a las negociaciones para tratar de formar Gobierno, el líder del PP no parece tener la menor prisa por tomar la iniciativa. Después de negarse a que el primer contacto se produzca entre equipos negociadores o dirigentes del grupo parlamentario, la vicepresidenta advertía esta mañana que primero “se reúnen los líderes”. Rajoy, que ha asegurado que llamará a Pedro Sánchez, ha dicho que no lo hará “hasta después de Semana Santa, cuando veremos qué hay que hacer”. Según ha confesado, su intención es “dejar enfriar las cosas” después del fracaso de la investidura del socialista y como reproche a su negativa a apoyarle.
Preguntado por la humillación de los hinchas del PSV a unas mujeres que pedían dinero en la Plaza Mayor de Madrid, Rajoy ha confesado que le pareció “una de las cosas más asquerosas y repugnantes” que ha visto en su vida y ha apoyado que se actúe contra ellos por la vía judicial, con lo que ha apoyado la opinión de su ministro del Interior. Jorge Fernández Díaz apuntó a que ese comportamiento podría considerarse delito por incitación al odio.