El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, no descarta que las elecciones generales puedan celebrarse en el mes de diciembre, apurando al máximo la legislatura, ya que, tiene voluntad de aprobar en las Cortes este año el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016.
Así lo ha desvelado el propio Rajoy en una conversación informal con periodistas al término de su intervención en la XII edición del Campus FAES que se ha celebrado esta semana en Guadarrama, un acto en el que ha estado acompañado por el expresidente del Gobierno José María Aznar.
En cuanto a si las elecciones generales serán en diciembre si lo que quiere es aprobar las cuentas públicas del año que viene, el jefe del Ejecutivo ha dejado abierta esa puerta al asegurar que “todo es posible”. Preguntado entonces si lo que quiere el Gobierno es aprobar los Presupuestos, ha respondido tajante: “Hombre, claro”.
Para adelantar todo el proceso, el Ejecutivo tendría que fijar la presentación del Presupuesto en el mes de julio y concentrar la tramitación parlamentaria durante el verano si lo que busca es aprobarlos antes de que se disuelvan las Cortes. Si el presidente del Gobierno convoca las elecciones finalmente el 13 de diciembre tendría que disolver las Cortes 54 días antes de la jornada electoral, esto es, a mediados de octubre.
La intención del Ejecutivo es que las cuentas se aprueben en Consejo de Ministros la última semana de julio o la primera de agosto. De este modo, el proyecto de ley llegaría al Congreso en los primeros día de agosto e, inmediatamente, se celebraría la batería de comparecencias de miembros del Gobierno para explicar el contenido de las cuentas de sus respectivos departamentos.
Para ello, la Mesa del Congreso deberá habilitar un par de semanas del mes agosto, interrumpiendo las vacaciones de los diputados, ya que la intención es celebrar el debate en pleno de las enmiendas de totalidad en la tercera o cuarta semana de este mes. A partir de ahí, la idea es que en septiembre se puedan debatir las enmiendas parciales que presenten los grupos parlamentarios y aprobar los presupuestos en el Congreso a mediados de mes.
En el Senado se repetiría la tramitación con comparecencias, vetos y enmiendas, con la previsión de que las cuentas públicas puedan aprobarse por el pleno hacia la segunda semana de octubre. Una semana más tarde, el proyecto de presupuestos volvería al Congreso para su aprobación definitiva.
Con ese calendario, el presidente del Gobierno podría disolver las Cortes unos días después de esa aprobación, hacia el 20 de octubre. Sumados los 54 días de plazo que obliga la ley desde la convocatoria de los comicios hasta el día en que los electores depositen su voto en la urna, llevaría las elecciones generales al 13 o incluso al 20 de diciembre.
El próximo viernes, el techo de gasto
Hasta ahora, diferentes miembros del Ejecutivo han optado por la ambigüedad en sus respuestas al ser preguntados si el Gobierno quiere solo tramitar los PGE para avanzar el trabajo o realmente quiere aprobarlos. El propio Rajoy utilizó la palabra “tramitar” el pasado jueves durante un acto de aniversario del diario Expansión.
Por lo pronto, el Gobierno aprobará el próximo viernes 10 de julio el techo de gasto para 2016, que superará los 130.000 millones de euros y que dará comienzo a la elaboración de los Presupuestos Generales del próximo año. Este paso previo ya ha sido aplazado en un par de ocasiones.