Rajoy fuerza a Rubalcaba a defenderse de su pasado

Todo el mundo tiene un pasado y a eso se ha agarrado Mariano Rajoy para intentar desacreditar a Alfredo Pérez Rubalcaba. El presidente del Gobierno afeó al socialista que criticase duramente sus medidas después de no haber “hecho nada” cuando gobernaba el PSOE. “Su problema es que tiene una historia”, le dijo. En su réplica, el líder del PSOE no tuvo problemas en reconocer que se arrepiente y que cada vez que hay un desahucio piensa: “¡Maldita sea! ¿Por qué no lo solucionamos?

Rubalcaba calificó de “crítico” el estado de la nación e introdujo en su discurso referencias a todas las áreas en las que se han hecho recortes.

Habló de sanidad, educación, paro, del poco futuro que espera a los jóvenes y de la poca credibilidad que le merecen los presupuestos para este año. También de la desesperación de los ciudadanos y de la poca credibilidad que dan ya al Gobierno para emprender la segunda tanda de reformas anunciadas. “Sus promesas para 2013 son paro, recesión y desigualdad”, dijo el socialista al conservador.

Volvió a pedir su dimisión, pero con mucho menos entusiasmo que hace unas semanas, cuando saltó el escándalo Bárcenas. La respuesta de Rajoy es que el PP seguirá en el Gobierno los próximos tres años “para sacar a España adelante”. La corrupción en el PP y el caso Bárcenas no centraron el discurso de Rubalcaba aunque sí fue donde más énfasis puso, tanto en el ataque como en la propuesta de que las normas que intenten atajarla se conviertan en retroactivas.

El nombre de Bárcenas sólo lo pronunció el socialista. Rajoy lo evitó. Pero a la hora de la réplica, el presidente del Gobierno se negó a recibir lecciones del PSOE: “Mi partido no ha sido acusado de corrupción irregular. El suyo sí”.

De nuevo, Rubalcaba admitió lo que no podía negar y prometió que en el PSOE “aprendieron la lección para toda la vida”. Pero acusó al PP de haberse librado “gracias a un truco legal” de una condena por el mismo delito en el caso Naseiro.