“Gibraltar es un paraíso fiscal, está atentando contra el medio ambiente y estas cosas no las podemos aceptar y no las vamos a aceptar”, ha proseguido Rajoy, recordando que el Gobierno ha denunciado al Peñón ante Bruselas por motivos medioambientales y fiscales.
También ha subrayado que el Ejecutivo comunitario ha considerado “correctos” los controles que el Gobierno español ha puesto en la Verja desde el pasado verano. “Ya lo sabíamos, pero lo ha dicho la Comisión Europea”, ha remachado.
No obstante, no ha querido valorar si la decisión de Londres de convocar al embajador español en protesta por la actividad de un buque oceanográfico español es una reacción por esa decisión de Bruselas, y tampoco las amenazas del ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, a la Guardia Civil.
Rajoy se ha limitado a decir que su “obligación es defender los intereses de los españoles” y también “preservar” la relación con Reino Unido. Es más, está convencido de que este asunto “no tiene por qué entorpecer” las relaciones con Londres, que ha calificado de “estupendas”. “Por mi parte no se va a producir”, ha garantizado.