El enfado entre los periodistas acreditados en Moncloa es mayúsculo. Rajoy ha alterado el normal desarrollo de la rueda de prensa que ofreció este lunes con el primer ministro polaco para evitar preguntas incómodas sobre el caso Bárcenas.
En este tipo de comparecencias, la prensa española tiene derecho a solo dos preguntas. Para evitar que los asuntos fundamentales del día queden sin ser abordados, los periodistas mantienen desde hace años un pacto que hoy Rajoy ha roto, ante el estupor de todos.
El acuerdo entre los periodistas consiste en pactar las preguntas de mayor interés entre todos y elegir a los redactores que plantearán la cuestión. Cuando llega el turno de palabra, los ujieres de Moncloa saben ya a quién deben acercar el micrófono que permite preguntar al presidente del Gobierno.
Este lunes, los elegidos eran una periodista del diario El Mundo y el corresponsal de la Agencia EFE. Sin embargo, Rajoy se saltó ese acuerdo a la torera y dio la palabra al redactor de ABC que ofreció la más dulce de las versiones en el catálogo de preguntas sobre Bárcenas.
La pregunta del enviado de ABC fue la que sigue: “Gracias presidente. El diario ABC ha publicado este fin de semana la historia del chantaje fallido de Luis Bárcenas. Yo quería saber su valoración, presidente, de ese intento de chantaje, si se ha sentido chantajeado alguna vez, si se siente chantajeado en este momento de alguna manera. Y quería saber tambien, presidente, su valoración sobre los mensajes de texto que se han publicado en los últimos días, que le afectan a usted directamente y en los que se ven algunos contactos que mantuvo con Bárcenas. Gracias presidente.”
El redactor de ABC fue posteriormente recriminado por sus compañeros. Ante la petición de explicaciones por parte del resto de la profesión, explicó que la pregunta se la había redactado íntegra el director del diario, Bieito Rubido, y que se le advirtió que tendría la posibilidad de trasladársela al presidente.
Ante la polémica suscitada, el director de ABC, Bieito Rubido, ha negado a través de Twitter el supuesto pacto de su diario con Moncloa.