Desde la madre “nadasetira” a la “chillona” pasando por la “sargento” o la “adivina”. Todos los tipos de madres caben en el catálogo elaborado por la escritora e ilustradora Raquel Díaz Reguera, quien asegura que el mundo maternal “da para mucho”, como refleja en su “Madre solo hay una y aquí están todas”.
Díaz (Sevilla, 1974), autora de la exitosa “Abuelas de la A a la Z”, asegura, en una entrevista con Efe, que el de las abuelas era un álbum realizado “desde la dulzura y el cariño”, mientras que el de las madres ha sido para ella “un desquite” de su “cotidianeidad”.
“Soy madre y el mundo de las madres da para mucho”, asegura la escritora, autora también de las imágenes en las que da vida a una treintena de tipos de madres, quien reconoce que con su última obra ha ido “a destajo”, sin “la sutileza” y la ternura que empleó en el de sus abuelas.
Afirma que se ha reído mucho catalogando a todos los tipos de madres, aunque precisa que en el fondo del libro subyace una idea común, “que sea el tipo de madre que sea, incluso aunque la sargento, todas las madres siempre actúan pensando en el bien de sus hijos”.
A la autora le gustaría que, al leerlo, todas las madres comprendieran que, de verdad, “madre solo hay una”, y pongan en valor el hecho de que “desde que tienes un hijo, ejerces 24 horas al día y 365 días al año durante el resto de la vida”.
“Madre no se nace, se hace, y desde que te dan a tu criatura en el hospital te dedicas a protegerla a muerte, aunque sea perdiendo los nervios, pero siempre desde la bondad y el deseo de hacer todo por su bien”, señala.
Por las páginas de su última obra pasan, una tras otra, treinta tipos de figuras maternales, como la meteorológica, la aventurera, protegepolluelos, deportista, creativa, cuatro comidas al día, semecaelacasaencima, remedios caseros, adivina, paciencia, imán, como un pincel, domadora de penas o la despistada, una categoría esta última en la que se incluye ella misma.
No obstante, advierte de que, según la hora del día, se puede ser un tipo de madre u otro “e incluso varias a la vez”.
“Yo hay días que soy una madre chillona e inmediatamente me arrepiento”, asegura Díaz, quien también se cataloga como “moderadamente protegepolluelos”, “creativa” y, sobre todo, “despistada”: “puedo dejármelo todo en cualquier sitio, menos mis niños y mi portátil”, asevera.
“Madre solo hay una y aquí están todas” (Lumen) es, en su opinión, un libro para compartir entre madres e hijos, y asegura que si lo leen los hombres “reconocerán rápidamente a la madre de sus hijos”.
Respecto al mejor tipo de madre, la autora lo tiene claro: “la mejor siempre es la tuya, sea del tipo que sea”, y cuando un hijo se pone malo “aunque tenga 50 años, con quien quiere estar es con ella”.
En los últimos tres años ha publicado catorce álbumes ilustrados, un oficio al que llegó tras dejar de escribir letras para autores reconocidos, como Víctor Manuel, Miguel Ríos, Chayanne, Pastora Soler o La Oreja de Van Gogh, cuyo último single, “Otra vez me has sacado a bailar”, lo compuso a dúo con su hermana.
“Lo dejé porque la música, con la piratería, nos ha ido abandonando a los creadores”, asegura y subraya que hace años “vivía” de la composición de letras mientras que ahora se ha decantado por el álbum ilustrado, “una joya de arte difícil de piratear, porque siempre será más contundente el libro físico que un ipad”.
Entre los álbumes más reconocidos de su trayectoria destaca “¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?”, escrito inicialmente para su pequeña hija “sin muchas pretensiones” y que, años después, sigue siendo utilizado por los profesores como referente para trabajar educación en las aulas.
La autora no tiene clara la posibilidad de elaborar un álbum con distintos tipos de padres ante su convicción de que las mujeres son “infinitamente más volubles” que los hombres, y asegura que le sucede como al director de cine Pedro Almodóvar, que los personajes femeninos le resultan “más” ricos que los masculinos.