El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato se ha negado a declarar este miércoles ante el juez de Madrid Antonio Serrano-Arnal en la causa originada por un informe del Ministerio de Hacienda que le atribuye delito fiscal, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes. Rato ha alegado que desconoce el informe que está elaborando la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) sobre la documentación incautada en su domicilio y despacho el pasado abril, informaron fuentes jurídicas.
Rato apenas permaneció una hora en los juzgados de Plaza de Castilla, a los que accedió y abandonó en coche, autorizado por el decano, Antonio Viejo. Este había pedido un informe de riesgos a la Jefatura Superior de Policía, temeroso de que posibles manifestantes protagonizaran incidentes, como ocurrió con una de las declaraciones del antecesor de Rato en la presidencia de Caja Madrid, Miguel Blesa.
Las mismas fuentes explicaron que Rato ha mostrado su total disposición a colaborar con la justicia en el futuro y a comparecer ante el juez Serrano-Arnal siempre que éste le reclame.
La decisión de Rato de no declarar prolongará la incertidumbre sobre la solidez de los indicios contra el exvicepresidente del Gobierno. Rato fue detenido hace tres meses en base a un informe de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente del Ministerio de Hacienda. Después, la Audiencia de Madrid ha considerado que el delito de alzamiento de bienes no está indiciariamente acreditado y el juez de instrucción asegura que solo el delito fiscal está “perfilado”.
El pasado lunes, la directora de la ONIF, Margarita García-Valdecasas evitó asumir el informe que dio origen al caso Rato, no el que se elabora sobre la documentación de los registros, y vertió la responsabilidad del mismo sobre dos funcionarios, a pesar de que lleva su firma.