El rector de la universidad de Burgos, Alfonso Murillo, ha afirmado que no le consta que ningún alumno haya dejado de estudiar por no poder pagar la matrícula pese a la subida de tasas que ha colocado a las universidades de Castilla y León como las terceras más caras, sólo superadas por las de Cataluña y Madrid.
Sin embargo, Murillo ha subrayado en unas declaraciones a EFE que la matrícula, que supone a su juicio como mucho poco más de 2.000 euros al año, se puede pagar de forma fraccionada y hay ayudas del Ministerio, la Junta y la Universidad de Burgos, incluso se ha abierto una línea para casos de emergencia que puedan surgir, a la que el año pasado se acogieron 14 alumnos.
Murillo ha reconocido que no le gusta “en ningún caso” la reducción de fondos para ayudas a los estudiantes y se ha mostrado partidario de que se concedan becas a todos los que aprueben, aunque sea con un cinco.
Sin embargo, en su opinión, una vez que un alumno es becado se le debe exigir algo más de nota, porque la sociedad también le está ayudando de forma especial y confiando en él.
Por ello, no cree que “un cinco y medio”, como plantea el Ministerio, sea demasiado para un estudiante, que debe ser un “profesional del estudio”.
En este sentido, ha recordado que el mismo pudo completar sus estudios de Derecho gracias a becas, aunque para obtenerlas, hace 35 años, le exigían un 7 de media.