Movimiento Sumar terminará de definir a finales de este otoño qué rumbo debe tomar la formación tras la dimisión de Yolanda Díaz como líder orgánica. Lo hará con una convención convocada para el 14 y 15 de diciembre, la segunda parte de la asamblea del pasado marzo, que más que una continuación de aquel encuentro será una puesta en marcha del partido para la nueva etapa. Además de la sustitución de Yolanda Díaz, la formación debatirá su modelo organizativo, su política de alianzas y actualizará sus tesis políticas con la elaboración de una ponencia que coordina Íñigo Errejón.
La nueva asamblea de Movimiento Sumar será la última de una cadena de congresos de fuerzas de todo el país. Desde el que celebrará el PSOE hasta los de ERC y Junts, pasando por los que tiene previstos el resto de la izquierda, con la asamblea de los comuns o el cónclave de Més-Compromís. Así, un nuevo mapa ideológico y de liderazgos arrojará algunas claves del nuevo ciclo político tras las generales de julio de 2023 y el carrusel de elecciones autonómicas de este año con el cierre de las europeas.
El del proyecto de Yolanda Díaz tendrá, sin embargo, una relevancia especial tras lo ocurrido durante el último año y, especialmente, tras las elecciones europeas. Los resultados de esos comicios empujaron a la vicepresidenta segunda a presentar su dimisión como líder orgánica y obligaron a la coalición de partidos que ella aspiraba a liderar a entrar en un proceso de reflexión sobre cómo debe darse a partir de ahora esa articulación.
Una de las primeras conclusiones fue que Sumar no había funcionado como paraguas del resto de organizaciones y formación política al mismo tiempo. Ese diagnóstico obligaba por tanto a reformular el documento organizativo que se aprobó en la asamblea de marzo y que hablaba de una dirección híbrida con un 70% de los puestos para Movimiento Sumar y un 30% para el resto de formaciones políticas: IU, Más Madrid, los comuns, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Verdes Equo.
Por eso Movimiento Sumar elaborará una nueva ponencia organizativa, que coordinará Lara Hernández como secretaria de Organización y que previsiblemente servirán para adaptar la estructura de la formación política a un modelo más similar al de un partido y no a una herramienta híbrida como había perfilado la asamblea de Villaverde.
En ese nuevo modelo no estarán los partidos como estaba previsto inicialmente, aunque sobre la mesa hay un debate sobre si el despliegue de la formación tiene que darse en diálogo con otras formaciones o no, sobre todo de cara a su articulación territorial, que ya fue uno de los nudos gordianos de las discusiones previas a la asamblea fundacional.
Al alejarse de la hipótesis de una formación que sea paraguas del resto, Movimiento Sumar también tendrá que debatir si mantiene la doble militancia o no, condición esencial para que algunas figuras del proyecto tan relevantes como el ministro Ernest Urtasun puedan tener un pie también en sus partidos de origen como los comuns.
“Tendremos que concretar cuál es la mejor forma de organización pero para ese debate debemos esperar a que el documento esté encima de la mesa y para ello todavía es temprano”, dijo este lunes Hernández en una rueda de prensa en la que dio algunos detalles del funcionamiento del nuevo congreso.
La dirigente de Movimiento Sumar, no obstante, no dio demasiadas pistas sobre la idea que tiene la organización para sustituir a Yolanda Díaz. La solución temporal que se adoptó en verano fue la creación de una dirección colegiada transitoria, a la que se incorporaron Hernández como secretaria de Organización; Elizabeth Duval, como responsable de Comunicación, y Txema Guijarro y Rosa Martínez como enlaces al grupo parlamentario y a la coalición en el Gobierno, respectivamente. Una de las cuestiones que se debatirán en diciembre es si este modelo se estabiliza con las mismas personas o con otros perfiles, o si el partido elige a una sola persona para la coordinación general.
En una entrevista con este diario, Errejón se mostró partidario de esa primera opción, aunque el debate no está cerrado y terminará de resolverse en diciembre.
En cualquier caso, los dirigentes de Movimiento Sumar se han esforzado en dejar claro que el liderazgo político lo sigue llevando Díaz, al frente de la coalición en el Gobierno y en el Congreso. “El liderazgo a veces no se mide tanto por las etiquetas o los cargos, sino por los resultados, por quién pone los espacios a andar, a caminar. Y creo que el lunes se vio claramente a un espacio caminando conjuntamente. Y se demostró también cuál es el liderazgo de ese espacio”, dijo el portavoz parlamentario de Sumar en esa misma entrevista.
Junto a la tarea orgánica, Sumar también abordará una actualización del documento político aprobado en Villaverde. Errejón retomará ahora esas tesis, centradas en la disputa con la derecha por el concepto de libertad, para aterrizarlas en elementos concretos de la actualidad política.
“Nosotros hace menos de seis meses aprobamos un documento de grandes líneas ideológicas y se trata de aterrizarlas en un documento de intervención estratégica concreta. No nos hemos puesto a trabajar en ello pero mi sensación es que es evidente que Sumar ha recuperado una buena parte de la iniciativa política, estamos siendo capaces de instalar temas. La recuperación de la iniciativa política es el camino”, sostuvo en una rueda de prensa en el Congreso, este martes.
Política de alianzas
Otro de los asuntos que rondará las conversaciones de aquí a la asamblea será la relación que debe tener Movimiento Sumar con el resto de partidos más allá de la cuestión orgánica. No hay una posición definida ni un debate maduro sobre este asunto, pero en su última fiesta, el PCE celebró un debate sobre la unidad de la izquierda en el que participaron representantes de Izquierda Unida, los comuns, EH Bildu, Compromís y también Movimiento Sumar. Podemos anunció en un primer momento que acudiría pero declinó a última hora y Más Madrid también desestimó la invitación.
Como parte de Movimiento Sumar acudió Lara Hernández, que expuso sus tesis personales sobre qué tipo de alianzas debe tejer la izquierda para evitar un escenario de “italianización”. Entre las condiciones que puso habló de respeto a la “pluralidad” de las posiciones de partida y de llegada, de no construir esas alianzas sobre “principios ideológicos” sino que interpelen directamente a las mayorías sociales y habló también de “democracia”.
“Los procesos de tejer alianzas deben abrirse, deben ser participativos y debemos crear las condiciones para que cualquier alianza concluya en participación, en voto y en una persona un voto”, dijo, en una referencia a los sistemas de primarias que tanto IU como Podemos reclamaron desde el principio para la construcción de cualquier frente amplio de partidos.
Se trata no obstante de un primer mensaje y una posición personal que Movimiento Sumar tendrá que debatir en los próximos meses, en un proceso que servirá para poner las bases de las coaliciones que el partido quiere construir de cara al próximo ciclo electoral, que arrancará dentro de dos años, si no hay adelantos, con los comicios de Andalucía y Castilla y León.