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El relato se gana ante las cámaras: tertulias políticas en todas las franjas y avalancha de entrevistas

El miércoles a las 8 de la tarde, a menos de 24 horas de que se produjera la segunda votación de investidura, el grupo de comunicación Mediaset anunciaba una entrevista con el candidato a la investidura Pedro Sánchez. A los pocos minutos, y con el equipo de Unidas Podemos preparado para responder de la misma manera en Antena3, un cambio de planes emplaza a la audiencia para el día siguiente a las nueve de la noche.

El propio Sánchez había pedido comparecer en televisión sin saber siquiera si lo haría para presumir de un triunfo o justificar un fracaso, porque, en teoría, los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos seguían trabajando in extremis para alcanzar un acuerdo que no llegó. A primera hora del jueves, La Ser daba la bienvenida al responsable de las negociaciones de la formación morada, Pablo Echenique. A continuación, la emisora recibía a su homóloga socialista, Carmen Calvo. Después, los dos pasaron por La Sexta. El objetivo: convencer al electorado de que la culpa del fracaso en las negociaciones era del otro.

O lo que es lo mismo, ganar el tan mencionado relato. Una batalla que comienza en la radio y se traslada a la televisión, porque “la tertulia informativa forma parte ya de toda la parrilla” y puede encontrarse “contenido político en todas las franjas horarias”, explica la presidenta de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), Verónica Fumanal. “La pérdida de peso específico, sobre todo de la prensa en papel, hace que donde se marcan los objetivos estratégicos y se mandan mensajes políticos y cuaja la organización y la estructura del relato es la televisión”, explica. “Está ocupando un lugar que antes no tenía”, coincide el director de Informativos de LaSexta, César González Antón, para quien la televisión “ha pasado de ser un medio menor en cuanto a información política a ser un medio muy influyente. Es un hecho, porque la sociedad cada vez tiene más interés por la política y eso ha generado espacios de interés”.

La mediatización de la vida política en España viene a coincidir, según el profesor de sociología y comunicación política de la Universidad Complutense de Madrid, Luis García Tojar, con la aparición del programa La Sexta Noche en 2013, unido a dos factores propiamente políticos, “la crisis de 2008 y el gran descrédito que arrojó sobre nuestro sistema, expresión máxima del cual fue el 15M, en 2011”. “En definitiva, esta mediatización es fruto de una coalición de intereses: la televisión encuentra una nueva audiencia y la política encuentra un nuevo mecanismo de legitimación”, explica. Desde entonces, los espacios y tertulias políticas se han multiplicado y a día de hoy “es evidente que el centro de la vida política de este país es la televisión. Los políticos se ven obligados a actuar siempre con un ojo puesto en el resultado televisivo de sus actos”.

“La dimensión política, a un segundo plano”

En el balance de gestión de Ciudadanos, al que tuvo acceso eldiario.es, el partido que lidera Albert Rivera se felicitaba por su presencia en programas como Mi Casa Es Tu Casa, con Bertín Osborne, o El Hormiguero, con Pablo Motos, que llegaron “a 3 millones de personas” y permitieron mostrar “la imagen más natural del candidato”. Precisamente, el espacio de Osborne fue uno de los pocos en los que se prodigó el líder de Vox, Santiago Abascal, durante la campaña electoral, en su particular cruzada contra los medios, al estilo de Donald Trump y Jair Bolsonaro.

“El objetivo es presentar al candidato como una persona, haciendo alguna actividad que no sea política, como Sánchez jugando al baloncesto o Iglesias tocando la guitarra”, explica García Tojar. Susanna Griso organizó una ronda de cafés y Ana Rosa Quintana puso a un grupo de niños a entrevistar a los líderes políticos que se prestaron a ello.

Así este experto considera que “la dimensión política de los políticos está pasando a un segundo plano. En privado se quejan de que les cuesta mucho hablar de política. Si vas a El Hormiguero, tienes que bailar con las hormiguitas y, si entre chiste y chiste, te dejan decir algo, muy bien, has colado diez segundos de mensaje, pero se lo has colado a una audiencia de millones”.

La presencia de diferentes líderes políticos en entrevistas en televisión ha sido una constante en los últimos días de la negociación. Pablo Iglesias acusó a Sánchez en una entrevista en Al Rojo Vivo de tener presiones del Ibex35. Dos días después, Sánchez reconocía en el mismo programa que el principal escollo para un gobierno de coalición era la presencia de Iglesias en el mismo. Al día siguiente, Iglesias contestaba que se apartaba a través de un vídeo (contenido audiovisual para las televisiones).

“Los políticos acuden a los escaparates por donde más gente pasa y que les permite trasladar un mensaje directamente al público, mirándole a los ojos. Incluso se mandan mensajes, porque hay una cosa que es el papel notarial que ejercen. Se pueden decir algo en una reunión en secreto, pero si lo dicen delante de un medio adquiere un cariz de compromiso”, indica González Antón, para quien “el relato no tiene ninguna importancia, lo que importan son los hechos”.

“Ha hecho descarrilar el gobierno”

“El problema de la política mediatizada es que la institución que domina la vida política ya no es el Parlamento, ni son los partidos, es la audiencia de la televisión. Es positivo, porque hace que más gente se interese; pero es también negativo cuando las instituciones propiamente políticas no pueden funcionar porque hay una lógica por encima, que es donde estamos ahora”, desarrolla García Tojar. “Es evidente que lo que se ha llamado el control del relato ha hecho descarrilar este gobierno de coalición”, defiende, porque “todo el mundo está pensando en términos de estrategia de comunicación política antes que en términos de estrategia política”.

Fumanal, que ha sido asesora de Rivera y Sánchez, indica que “la televisión es una ventana a la que puedes asomarte o no”. “Cuando dos partidos tienen la motivación y el objetivo de llegar a un acuerdo, las tertulias pueden ayudar a transmitir el porqué de ese acuerdo. Otra cosa es que tú utilices los medios para reventar una negociación que tú quieres reventar”, sostiene.

La presencia de portavoces de los partidos ha sido una constante en todos los programas que ofrecen información o tertulias políticas: desde Los Desayunos de TVE hasta El Programa de Ana Rosa, Espejo Público o Al Rojo vivo, por las mañanas; Más Vale Tarde o Todo es Mentira, por las tardes; o los informativos por la noche. “Antes, los partidos tenían dos o tres portavoces; ahora tienen un escuadrón de seis o siete personas preparadas, un escuadrón de analistas, opinadores, que sepan responder a una entrevista, hacer una conexión en directo y responder a cualquier tipo de preguntas”, explica Fumanal. “Cuando vemos políticos en tertulias, no están lanzando contenidos nuevos sino ejerciendo de opinadores”, continúa, porque “es una buena ventana para crear opinión entre tu electorado”.

Con la entrevista del pasado jueves en Telecinco, Pedro Sánchez “quería garantizar que el viernes todo el mundo tuviera el marco discursivo del PSOE en la cabeza. Si tú no hablas, otros hablan por ti y analizan lo que se supone que tú querías hacer. Cuando tú lo dices, dejas poco margen a la interpretación”, indica Fumanal. Para la experta, cualquier entrevista supone una exposición que “tiene un sentido positivo, pero también negativo si el entrevistado mete la pata”. “Hemos vivido durante dos meses sin apenas entrevistas porque se percibía como un riesgo”, recuerda. Precisamente, durante la campaña electoral del 28A los dos grandes hitos fueron los debates a cuatro en Atresmedia y TVE que, con las encuestas a favor, el presidente en funciones intentó limitar a uno. El lunes, es el turno de Iglesias, que acudirá a una entrevista a Telecinco.

“¿No preferimos que esto sea así?”, se pregunta González Antón: “Antes nos parecía un escándalo que hubiera presidentes encerrados en plasmas y considerábamos que no estaban enfrentándose a las preguntas de los ciudadanos. ¿Hay algo mejor que que los políticos se pongan delante de la cámara de Telecinco, del micro de La Ser o en el informativo de Antena3?”.