La campaña de ataques del PP de Pablo Casado por la gestión de los fondos europeos no solo es una ofensiva contra el Gobierno de España. Cuestiona también la labor de supervisión, evaluación y negociación de la Comisión Europea, que es la que entrega el dinero. Y la que, de momento, ha dado a España más que a nadie –19.000 millones de euros– y sin poner en duda el método de reparto aprobado por el Ejecutivo de coalición.
En un plazo de 15 días, han pasado por Bruselas el presidente del PP –este lunes–; el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, –el 26 de enero–; y una delegación de cargos municipales y regionales, encabezada por el alcalde de Madrid y portavoz estatal, José Luis Martínez-Almeida –este miércoles–. En los tres casos, el mensaje de los dirigentes del PP es el mismo: sembrar dudas sobre la gestión que se está haciendo en España, con acusaciones de favoritismo hacia las comunidades y ayuntamientos gobernadas por el PSOE o “los nacionalistas”, como dijo Casado el lunes.
En los tres casos, la misma respuesta de las instituciones europeas: Bruselas se limita a tomar nota. Y, en los tres casos, el mismo reconocimiento de los representantes del PP de que sus quejas tienen poco recorrido en el Ejecutivo comunitario.
Una Comisión Europea, además, que semana tras semana por boca del vicepresidente económico, Valdis Dombrovskis –letón de la familia popular europea– y el comisario de Finanzas, Paolo Gentiloni –socialista italiano–, enmienda a los representantes del PP en la Eurocámara cuando cuestionan la gestión de los fondos en España. La última vez, ocurrió este mismo lunes mientras Pablo Casado se veía con representantes del PP europeo en Bruselas.
En efecto, Casado se vio en Bruselas el lunes con la presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola –del PP europeo–, Manfred Weber –jefe de la bancada de los populares europeos en la Eurocámara–; con Sigfried Muresan, vicepresidente del PPE y ponente del reglamento sobre el mecanismo de recuperación y resiliencia (RRF), y Markus Ferber, portavoz de los populares europeos en la Comisión de Asuntos económicos de la Eurocámara.
Es decir, el presidente del PP sólo se reunió con representantes de su familia política en Bruselas. Y ni siquiera con representante alguno de la Comisión Europea. El PP europeo celebró una reunión en la que no se abordó la cuestión de los fondos, según la nota de prensa publicada por el propio partido.
La visita de los alcaldes
Quienes sí se han reunido con representantes de la Comisión Europea han sido tanto el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, como la delegación de alcaldes que acudía a la capital comunitaria este miércoles. Pero en ningún caso con comisarios responsables directos de la gestión de los fondos.
¿Por qué no se reúnen con nadie del área económica que gestiona los fondos? ¿Qué mensaje traslada la Comisión Europea cuando nadie del área económica que gestiona los fondos los está recibiendo? La pregunta va dirigida a Almeida, en una comparecencia ante la prensa este miércoles. Pero el alcalde de Madrid no termina de responder: “Nosotros nos hemos reunido con la Comisión Europea. Si no me equivoco, tanto el vicepresidente Schinas como la comisaria de Reto Demográfico son miembros del colegio de Comisarios y, por tanto, nosotros nos hemos reunido con la Comisión Europea”.
Así, los dirigentes locales y regionales se han visto este miércoles con el vicepresidente de Estilo de Vida Europeo, Margaritis Schinas –griego, conservador, y participante de la última convención del PP– y la croata Dubravka Šuica –también de la familia popular europea–, encargada de Democracia y Reto Demográfico. Es decir, se han visto con dos miembros del colegio de comisarios, los dos del PP europeo y ninguno con responsabilidad directa sobre los fondos.
Además, se han visto con Weber y con Muresan, al igual que Casado hizo 48 horas antes, y han acudido al Comité de las Regiones, presidido por otro miembro del PP griego: Apostolos G. Tzitzikostas.
Solo Moreno tuvo en su visita contacto con una comisaria relacionada con fondos europeos, aunque no exactamente con los de reconstrucción. El presidente andaluz también participó en el pleno del Comité de las Regiones el pasado 26 de enero, como otros representantes autonómicos españoles, se vio con Weber y Schinas –de nuevo–, y se reunió con una comisaria socialista, la portuguesa Elisa Ferreira, responsable de Cohesión. De Ferreira cuelgan los tradicionales fondos de cohesión de la UE, pero no los fondos de recuperación de la pandemia, que son los que está cuestionando el PP en esta ofensiva.
El presidente andaluz, como hizo días después Casado, también mantuvo un encuentro con Roberta Metsola. Pero la dirigente maltesa, una “amiga” en palabras del líder del PP, no tuiteó ninguno de los dos encuentros. Ni con Moreno ni con el presidente del PP.
Pinchar en hueso
Tanto Casado como Almeida, e incluso el mismo Moreno Bonilla, han terminado reconociendo que la campaña contra la gestión de los fondos no está teniendo recorrido en Bruselas, donde ningún otro partido de la oposición está desarrollando una ofensiva semejante.
“Lo que han hecho es tomar nota de las cuestiones que nosotros hemos planteado”. Así resumía Martínez-Almeida la jornada de reuniones en Bruselas para quejarse por la gestión de los fondos europeos en España. Un Almeida que, pese a sus quejas, ha visto cómo el Ayuntamiento de Madrid ha recibido todos los fondos de los programas a los que ha optado, según publicaba este martes la cadena Ser.
¿Entonces? ¿Qué persigue el PP con su campaña? Casado reconocía en Bruselas que lo que está pidiendo insistentemente en su ofensiva contra el Gobierno por los fondos europeos es algo que, de hecho, ya hacen las instituciones europeas, porque entra en sus competencias y obligaciones. ¿Con qué estaría usted satisfecho?, se le cuestionó el lunes. “Con lo que ya están haciendo”, contestó: “El Parlamento Europeo fiscaliza a dónde van las ayudas y la Comisión Europea va a hacer lo mismo con las ayudas y con las reformas”.
“No es hablar mal de España. Es hablar mal de lo que está haciendo el Gobierno, que para eso estoy”, añadía Casado.
“Una cosa es que España, el Estado, el Gobierno de España cumpla con Bruselas y otra cosa es que el Gobierno de España cumpla con España, con las instituciones de España y con las comunidades autónomas. Son cosas distintas”, decía Moreno Bonilla, y venía a reconocer que la campaña del PP en Bruselas no podía aspirar a grandes respuestas del Ejecutivo comunitario: “La Comisión Europea lo que hace es entregar los recursos al Gobierno, y son los Estados soberanos los que reparten y distribuyen esos recursos”.