El rey Juan Carlos se va. Abdica en favor de su hijo Felipe. Casi 39 años después de llegar al trono, el monarca deja la Casa Real en manos de su heredero. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido el encargado de anunciar la noticia a través de una declaración institucional, sin preguntas. Rajoy ha asegurado en su comparecencia que don Juan Carlos se muestra “convencido de que es el mejor momento de que pueda producirse el cambio de jefe de Estado” en favor del Príncipe de Asturias y que será el rey quien explique las razones de su decisión.
Para muchos el hombre clave de la Transición –fue proclamado jefe de Estado y legítimo heredero de la dinastía Borbón por las cortes franquistas tras la muerte del dictador– lo deja tras meses de esquivar los rumores sobre su posible salida. La decisión fue tomada en enero, y don Juan Carlos se la comunicó a su hijo tras su cumpleaños, el día de Reyes, según confirman a eldiario.es fuentes de la Casa Real. En marzo lo supieron tanto el presidente del Gobierno como el jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.
En marzo el monarca, de 76 años, comunicó su decisión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al líder del principal partido de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. Entonces decidieron que el mejor momento para que se hiciera pública era después de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo.
A pesar de que Zarzuela desvincula la decisión del resultado electoral, admite que es una “decisión política”, fundamentada en dar paso a una nueva generación. Además, ha dementido que la decisión tuviera que ver son su delicado estado de salud.
En la Zarzuela han confirmado que la comparecencia será en torno al mediodía y aseguran que irán informando de las novedades la anunciarán vía Twitter y en la página web de la Casa Real.
“Quiero rendir homenaje a la persona que ha encarnado el punto de encuentro de todos los españoles”, ha asegurado Rajoy. Y le ha calificado de “figura histórica tan estrechamente vinculada a la democracia española que no se puede entender el uno sin la otra”.
Rajoy ha anunciado también que convocará un Consejo de Ministros extraordinario este martes con motivo de la decisión del monarca. Y ha expresado que espera que “las Cortes puedan proceder a la proclamación como rey del príncipe de Asturias” lo antes posible, y la necesidad de aprobar una ley orgánica como dispone el artículo 57.5 de la Constitución.
La crisis de la monarquía
El escándalo del accidente del monarca mientras cazaba en Botsuana, la construcción de un pabellón de caza a cuenta de Patrimonio Nacional y, sobre todo, los casos de corrupción que implican a miembros de la Casa Real han desgastado enormemente la imagen de la monarquía. Y de Felipe ha afirmado que “su preparación, su carácter y la amplia experiencia adquirida en los asuntos públicos en los últimos 20 años es una sólida garantía de que su desempeño compo jefe de estado estará a la altura”.
Aunque la crisis de la monarquía no se inició con el caso Urdangarin; el desgaste se comenzó a notar antes. Con el comienzo de la crisis económica, todas las instituciones del país pagaron un precio. En el sondeo del CIS de octubre, la monarquía registro su primer suspenso: una nota de 4,89 sobre 10. La valoración era inferior al 4,97 que sacaban los medios de comunicación y el 5,65 de las Fuerzas Armadas. Un año antes, la nota había sido de 5,35.
Si el CIS ya no pregunta a los ciudadanos qué opinión tienen sobre la Monarquía, es por meros “criterios técnicos” y no por los recientes escándalos protagonizados por el rey y sus familiares. Así ha explicado la vicepresidenta del Gobierno el silencio de la encuesta desde que la Corona suspendiera por primera vez en octubre de 2011 con una nota de 4,89. El silencio desde hace año y medio no ha sido justificado por Soraya Sáenz de Santamaría pese a que depende de su ministerio. Sólo ha dicho que confía en que lo volverá a hacer en próximos barómetros sin dar más detalles.
Uno de los cambios legales más llamativos que ha impulsado el Gobierno respecto a la monarquía fue anunciado el pasado 4 de abril. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, se anunciaba que la reina y los príncipes de Asturias se convertirían en aforados. el mayor privilegio judicial de la democracia española: aforadoserían aforados ante el Tribunal Supremo. Es decir, en caso de ser imputados por algún delito, la causa corresponderá tramitarla al Tribunal Supremo.
Así se contempla en el informe previo al anteproyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), que ha sido aprobado este viernes en el Consejo de Ministros y que hará que la reina y los príncipes tengan el mismo tratamiento judicial que el presidente del Gobierno, sus ministros, diputados y senadores y la cúpula judicial.
Concretamente, la intención del Ejecutivo es la de mantener a los aforados que ya contempla la legislación e incluir en esta lista “al rey consorte, al consorte de la reina y al príncipe y su consorte”, según ha detallado Ruiz Gallardón. El rey no precisa aforamiento porque, según establece la Constitución española, su figura “es inviolable y no está sujeta a responsabilidad”.
La carta del rey
Esta es la carta que el monarca le ha enviado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comunicando su decisión de abdicar en favor de su hijo, el príncipe de Asturias.