La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

El gestor de la fortuna de Juan Carlos I, al fiscal suizo: “Que yo sepa, el rey emérito no ha pagado al fisco”

elDiario.es

7 de julio de 2020 09:21 h

0

El gestor de la cuenta del rey Juan Carlos I, Arturo Fasana, admitió en su declaración ante el fiscal de Ginebra Yves Bertossa que no existía ningún “documento oficial” que acreditase que el ingreso de Arabia Saudí a la cuenta de la Fundación Lucum se trató de un “regalo” del rey de Arabia Saudí, Abdalá bin Abdulaziz al-Saúd, según ha desvelado este martes El Español. Fasana también dijo que, según sus conocimientos, el monarca no ha declarado los fondos de esta fundación offshore a las autoridades fiscales españolas: “Que yo sepa, no. Se lo tendría que preguntar a él”.

Además, directivos del banco helvético Mirabaud, donde estaba abierta la cuenta a nombre de la fundación panameña Lucum, han declarado ante el fiscal Bertossa que la entidad urgió a cancelar la cuenta supuestamente vinculada al rey Juan Carlos I en 2012 debido al escándalo por su viaje de caza en Botsuana con Corinna Larsen.

Según los detalles que publica El País sobre este testimonio ante Bertossa, que lidera una investigación secreta por los fondos de Juan Carlos I en esta cuenta, los directivos han reconocido que no hicieron comprobaciones sobre el motivo de la donación de 65 millones al monarca español. En concreto, cuando el fiscal pregunta por el motivo de la donación, el expresidente del banco, Yves Mirabaud, aseguró que confiaban en los argumentos de Arturo Fasana, gestor de los fondos, y afirmó que desconocía las costumbres de los países árabes.

Previamente, el fiscal Bertossa había informado en una comisión rogatoria internacional al juez Manuel García-Castellón que la cuenta se cerró “por la nueva legislación fiscal suiza”, después de que el país fuese obligado a endurecer sus leyes. Fue entonces cuando el entonces jefe del Estado “firmó una orden de transferir el saldo de la cuenta de Lucum a Corinna Larsen a nombre de la sociedad Solare Investors Corporation en el banco Gonet y Cie en Nassau (Bahamas)”.

El Confidencial ha publicado este martes, además, los estatutos y el acta en la que se recoge que el primer beneficiario de la cuenta de la Fundación es el monarca emérito y admite que fue creada para recibir  “una donación de 64.884.405 euros efectuada por el rey de Arabia Saudí en favor del Rey de España”. La firma de Juan Carlos I aparece al final del documento de tres hojas, rubricado también por Fasana y Canonica. Como segundo beneficiario figura Felipe VI, como reveló The Telegraph el 14 de marzo de este año. Un día después, el rey renunció a la herencia de su padre.

Reunión en Zarzuela

Fasana y el abogado Dante Canonica acudieron llamados por el rey a su despacho de la Zarzuela en 2008, reunión en la cual les explicó que iba a recibir esta donación, y preguntó la manera de proceder. “Preguntó si existía la posibilidad de crear una estructura para recibir esta donación. Le respondí que era importante que supiéramos la cantidad y que también era importante crear una estructura totalmente transparente, es decir, que Juan Carlos I apareciera como beneficiario efectivo”, dijo Canónica en la declaración recogida por El Español.

Canónica explicó al fiscal que finalmente se reunieron con el embajador saudí en EEUU. Fue después de esta reunión, explica el abogado, cuando ambos abrieron la Fundación 'offshore' Lucum. Hubo una segunda reunión entre Fasana y el embajador donde se trasladaron los datos de la cuenta de dicha sociedad en el banco Mirabaud.

El pasado domingo se conoció la declaración ante el fiscal de la propia Corinna Larsen. La empresaria alemana, con la que Juan Carlos I mantuvo una relación extramatrimonial, dijo que el monarca le transfirió 64,8 millones en 2012 “por gratitud y por amor”, y “no para deshacerse del dinero”. “Era consciente de que había hecho mucho por él y que había estado muy presente cuando le anunciaron su enfermedad. Pienso también que se sentía un poco culpable por lo que me había pasado en Mónaco. En 2012 fui secuestrada por los servicios secretos españoles –a quienes Larsen ha señalado en repetidas ocasiones como ejecutores de una campaña de acoso en su contra–en mi apartamento”, dijo la empresaria ante el fiscal suizo Yves Bertossa.