El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha defendido este jueves, en un acto al que ha sido invitado por el expresidente del Gobierno José María Aznar, que “el futuro pasa por nuevas políticas y nuevos políticos” y que ahí “el liberalismo tiene un reto tremendo”.
En la clausura del máster sobre gobierno, liderazgo y gestión pública que imparte el Instituto Atlántico, presidido por Aznar, Rivera ha puesto el broche final a la II Semana Atlántica, a la que no se ha invitado ni al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ni a ningún miembro de la cúpula del PP.
El líder de la formación naranja ha defendido que la globalización “no tiene freno” y que España debe aprovecharla como una oportunidad para reinventarse y ser un país más competitivo, modernizando para ello su economía, su educación y sus Administraciones Públicas.
Pero, a su juicio, ni los partidos socialistas ni los conservadores y democristianos están preparados para afrontar los grandes retos del siglo XXI, porque los primeros “no tienen nuevas respuestas” y los segundos “son demasiado inmovilistas y reticentes a los cambios”. “El futuro pasa por nuevas políticas y por nuevos políticos”, y ahí “el liberalismo tiene un reto tremendo”, ha destacado.
“Estamos ante una dicotomía nueva”, un debate “entre liberales y populistas”, y a los primeros “nos toca coger el relevo de socialistas y conservadores, con más empuje, nuevas, ideas y renovación”, ha destacado.
Rivera ha apostado por recuperar a la clase media y trabajadora dañada “dolida por la crisis y por la corrupción”, porque “si busca soluciones y no las encuentra”, entonces los “populismos” aprovecharán la situación para seducirla con “soluciones sencillas a problemas complejos”. El problema llega, según ha indicado, cuando esas fuerzas populistas llegan al poder, pues considera que no saben gestionar adecuadamente un municipio, una comunidad autónoma o un país.
El presidente de Ciudadanos ha afirmado ante Aznar que son los liberales los que están en condiciones de “dar la batalla intelectual y política a los populismos”, un término con el que describe tanto a los impulsores del Brexit en Reino Unido, como al Frente Nacional francés y a Syriza en Grecia, y que en España atribuye a Podemos y al nacionalismo catalán.
EMPRENDER REFORMAS Y LIMPIAR LA CORRUPCIÓN
Para combatirlos, ve imprescindible emprender reformas en el ámbito de la educación, el empleo y la Administración Pública --para “suprimir grasa” y hacerla “más eficiente y menos costosa y burocrática”-- y apostar por la I+D+i aumentando la inversión. Según ha manifestado, eso es lo que intenta promover Cs ante un Gobierno que “no es que se caracterice por su capacidad reformista o su voluntad de modernizar el país”.
Pero también considera necesario “regenerar la vida pública”, “limpiando la corrupción y tomando medidas contra ella”, porque si los ciudadanos no confían en la política, acabarán recurriendo a “quienes quieren destruirla” y “saltarse las leyes”. En este contexto, Rivera ha pedido a PP y PSOE que colaboren, porque mientras presenten “oposición” a la regeneración, le estarán “dando alas al populismo”.
Respecto a la cuestión territorial y la situación en Cataluña, Rivera ha afirmado que hay que “recuperar un proyecto común español, patriótico, civil y de valores constitucionales”. “No va a haber un proyecto de futuro si nos cuestionamos cada día nuestra nación”, ha advertido.
Tras asegurar que Ciudadanos “va a estar al lado del Gobierno para defender que se cumplan las leyes”, ha añadido que al mismo tiempo hay que “volver a ilusionar” a los catalanes para que deseen participar de ese proyecto común, y eso “no se hace en un cuarto de hora”.
EUROPRESUPUESTO
En el ámbito internacional, el líder de Ciudadanos ha apostado por una España que asuma un papel de liderazgo tanto en Europa como en Iberoamérica, una región donde aprecia “una falta de liderazgo importante del Gobierno de España”, que debería “posicionarse nítida y claramente” en determinados asuntos.
Asimismo, ha reivindicado una Unión Europea que siga avanzando en las reformas económicas, con un fondo común para el desempleo, la unificación de la deuda de los Estados miembros y un “europresupuesto” aprobado por las instituciones europeas para controlar mejor el déficit de los países. También ha abogado por impulsar tratados de libre comercio internacionales porque “el futuro pasa por impedir monopolios” y fomentar la competencia.
Por último, ha reclamado una política de defensa y de seguridad común, abordar conjuntamente la gestión de las fronteras de la UE y forjar un pacto antiterrorista europeo para poder tomar medidas contra “un nuevo modelo de terrorismo que es insaciable, incontrolable” y muy difícil de combatir.