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Opinión - Cuando los ciudadanos saben lo que quieres. Por Rosa María Artal

Rivera da un nuevo giro a su campaña y ofrece a Casado un pacto de coalición un mes antes de las generales

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha dado un nuevo giro en su campaña al ofrecer a Pablo Casado un pacto de coalición para expulsar a Sánchez del gobierno que se forme después de las elecciones generales del 28 de abril. Un gobierno de coalición “para echar a Pedro Sánchez y a los que quieren acabar con España”, ha dicho el líder del partido en un mitin en A Coruña.

Rivera ya tenía fijada su estrategia contra Sánchez desde los primeros compases de la precampaña electoral. Días después de la convocatoria electoral, fijó un cordón sanitario contra el PSOE, que se ha replicado después contra Gabilondo en la Comunidad de Madrid. Rivera y los suyos explicaron entonces, y mantienen ahora, que no quieren que “ni uno solo de sus votos” sirva para hacer presidente a Sánchez. La estrategia parecía destinada a taponar fugas del voto hacia Vox que después de las elecciones andaluzas ha despegado en las encuestas.

“Creo que es una emergencia nacional enviar a Sánchez a la oposición. Y yo como compatriota y como español voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que Sánchez se vaya a la oposición. Hoy quiero decirle al Partido Popular y al señor Casado, que le tiendo la mano para que formemos un gobierno y echemos a Sánchez y a los que quieren liquidar España”, ha dicho este martes Albert Rivera en Galicia.

Esta oferta se produce en un momento en el que las encuestas han dado la espalda a Ciudadanos. La estrategia de taponar la hemorragia hacia Vox es lo que explica el veto a Sánchez y su compromiso suscrito por toda la Ejecutiva del partido para no apoyar al candidato socialista.

En la Comunidad de Madrid, el veto a Gabilondo se dio a conocer el pasado viernes. Su posición viró en cuestión de semanas ya que, en los últimos compases de febrero, Aguado dijo que no quería hablar de “cordones sanitarios” y rechazaba extender el veto de las generales a la Comunidad. El argumento oficial es el mismo, tratar de situar al exministro de Educación, un independiente con mucho prestigio en el PSOE, como un aliado del independentismo. El contexto también se repite: unos sondeos regionales donde Vox sigue creciendo a costa de Ciudadanos y el PP.