“En cada comunidad autónoma y en cada municipio habrá políticas distintas. Un partido de centro, liberal y constitucionalista como Cs, en aquellos lugares donde nadie condicione y donde nadie haya hecho políticas a favor de los nacionalismos y sea capaz de ponerse de acuerdo, hablaremos”, ha declarado en una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, sin precisar en qué lugares ve posible pactar con el PSOE y en cuáles no.
Lo que sí ha recordado es que en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado quiere un acuerdo con el PP --con el cual firmó un acuerdo de investidura en 2015-- para que “los populistas como Podemos no gobiernen” y para que siga siendo una región “abierta, con una economía liberal” donde no se suban los impuestos.
Según ha manifestado, para Ciudadanos es “un objetivo político de primer orden”, tanto gobernar la Comunidad de Madrid como que Begoña Villacís se convierta en la próxima alcaldesa de Madrid
En las elecciones generales del pasado domingo, Madrid fue una de las cinco comunidades donde Cs recibió más votos que el PP y quedó en segundo lugar --por detrás del PSOE--, mientras que en la capital no logró dar el 'sorpasso' pero se quedó a menos de 11.000 votos de los 'populares'.
EL OBJETIVO NO ES SUPERAR AL PP, SINO GOBERNAR
Rivera ha destacado que Ciudadanos está “construyendo una alternativa” de gobierno y que el 26 de mayo va a competir “de tú a tú” con el PP. Tras hacer de partido bisagra, ahora “los votantes nos han convertido en una alternativa de futuro para gobernar”, ha señalado.
Por ello, ha pronosticado que tras los próximos comicios, el partido naranja va a tener “presidentes autonómicos y alcaldes de ciudades importantes”, y allí donde no sea posible ejercerán “una oposición fuerte”. Según ha explicado, para Cs no es tan importante superar al PP en el número de votos como poder gobernar.
Por otro lado, el líder de Ciudadanos ha celebrado que ya no se mantenga el sistema bipartidista de PP y PSOE y que los electores puedan escoger también otras opciones y así no tener que “votar con la nariz tapada”. “Es un síntoma de madurez democrática”, ha afirmado, apostando por asumir la pluralidad política, “enterrar para siempre las dos Españas” y aceptar que entre los partidos deben “hablar a pesar de las diferencias”.