Alfredo Pérez Rubalcaba ve algo de cierto en el optimismo que proclama el Gobierno en torno a la evolución de la situación económica de nuestro país. En el inicio del curso político, Rubalcaba ha afirmado que “lo peor de la crisis ha pasado ya”. Advertido de que este martes se conocerá un esperanzador dato de paro registrado, ha querido evitar el papel de pesimista.
El líder del PSOE afirma que la mejora económica se produce “a pesar de las decisiones del Gobierno”. Según su relato, España se verá beneficiada de la mejora general de la economía en la zona euro y, puntualmente, de los buenos datos que están cosechando Francia y Alemania.
“Es verdad que la economía ha emitido algunos suaves destellos favorables que no podemos desconocer. La economía española ha tenido un buen mes de agosto de la mano del turismo, también ha habido buenos datos de exportaciones, y es verdad que la economía europea ha dado datos buenos para el segundo trimestre del año comparativamente en relación con lo esperado”, ha explicado Rubalcaba, congratulándose de las mejoras en países como Francia o Alemania porque “la economía española saldrá adelante cuando la economía europea lo haga”.
Según el líder del PSOE, estos datos “permitirían decir que lo peor de la crisis ha pasado ya” y que los datos positivos apuntan a que “hemos dejado de caer”, aunque ha alertado de que “ahora el problema es cómo se crece, porque lo que no se puede es pasar de la recesión al estancamiento, que es el riesgo que existe”.
“No se debe pasar de la recesión al estancamiento sino de la recesión al crecimiento. Y lo peor que nos podría pasar es que algunos gobiernos europeos y la Comisión Europea (CE) pensaran que estos todavía indicios, destellos nada más, son por las políticas de la derecha europea de los últimos años. No es verdad, no es por lo que han hecho ellos, sino que a pesar de lo que han hecho que la economía empieza a emitir algunos destellos”, ha matizado a renglón seguido.
Por eso, ha insistido en que sigue siendo “imprescindible” que haya un cambio en la política económica comunitaria y española para “sustituir la austeridad y los ajustes a ultranza por una política de crecimiento”. “Nos fuimos en agosto de vacaciones diciendo que ese cambio tenía que producirse, y seguimos pensando exactamente lo mismo”, ha zanjado.