Moscú, 10 dic (EFE).- Rusia exigió hoy a la OTAN que retire las promesas hechas a Ucrania y Georgia de que serán admitidas en la Alianza Atlántica, ya que esto significa el avance de este bloque militar al este, una de las líneas rojas marcadas por el presidente ruso, Vladímir Putin.
“Es necesario retirar formalmente la decisión de la cumbre de Bucarest de la OTAN de 2008 que afirma que Ucrania y Georgia se convertirán en miembros” de la Alianza, afirmó el Ministerio de Exteriores de Rusia en un comunicado.
Según la diplomacia rusa, esta decisión respondería a “los intereses fundamentales de la seguridad europea”, ya que la promesa dada a Kiev y Tiflis es “contraria al compromiso de los líderes de todos los Estados participantes de la OSCE de no fortalecer su seguridad a expensas de la seguridad de los demás”.
“Insistimos en establecer en un lapso de tiempo concreto y, en base al principio de una seguridad igual e indivisible, garantías legales a largo plazo que excluyan el futuro avance de la OTAN al este y el emplazamiento de armas que nos amenacen en los límites occidentales de Rusia”, señaló el ministerio.
En su reciente cumbre telemática con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, Putin declaró que su línea roja es el despliegue de sistemas de ataque de Occidente en Ucrania y alertó sobre el acercamiento cada vez mayor de la infraestructura militar de la OTAN a Rusia.
Por ello, propuso unas garantías de seguridad legalmente vinculantes, que, según Exteriores, se presentarán de cara a la próxima ronda del diálogo sobre estabilidad estratégica entre Rusia y EEUU.
El viceministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, afirmó hoy que la próxima ronda tendrá lugar previsiblemente en enero próximo.
Moscú recalcó además que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), como institución que representa a todos los países de la región euroatlántica, “no debe permanecer al margen de los debates dirigidos a solucionar los problemas de la seguridad europea”.
Biden ha dicho que espera anunciar una serie de reuniones de alto nivel con sus principales aliados de la OTAN y Rusia para rebajar la tensión entre las partes, pero prepara en paralelo sanciones graves contra este país en el caso de que decida invadir Ucrania.
EEUU y Ucrania creen que Rusia prepara una incursión en territorio ucraniano que podría producirse a principios de 2022, y que por eso ha desplegado a entre 70.000 y 94.000 soldados rusos en su frontera con el país vecino, según estimaciones de la inteligencia estadounidense y de Kiev.
Rusia ha exigido además a la OTAN que aleje sus maniobras militares de las fronteras rusas, que se acuerde la distancia mínima de acercamiento entre buques y aviones militares de ambas partes y se reanude el diálogo entre los ministerios de Defensa de Rusia, EEUU y la Alianza Atlántica.
Asimismo, Rusia llamó a EEUU a sumarse a la moratoria unilateral propuesta por Moscú hace tiempo sobre el emplazamiento de misiles de corto y medio alcance en Europa, además de medidas de verificación del cumplimiento de los compromisos asumidos por ambas partes.