Pedro Sánchez quiere irse de vacaciones con los deberes hechos y ya tiene planes para el mes de septiembre: propondrá a la Comisión Europea una reforma del mercado energético que pase por desacoplar el precio del gas con el que se produce la electricidad y el establecimiento de un tope al precio de las emisiones de CO2. Ese será el plan que el presidente español llevará a Bruselas después de haber aceptado la obligatoriedad de recortar el consumo de gas, que era una iniciativa con la que España estaba en contra dadas sus especificidades. El presidente ha aprovechado la rueda de prensa de balance para anunciar que el próximo lunes el Consejo de Ministros aprobará un paquete de medidas para el ahorro energético, aunque no las ha detallado, y un decreto ley para reforzar la lucha contra los incendios.
Sánchez ha recordado que lleva mucho tiempo defendiendo en Bruselas medidas ante la crisis energética y que ha visto cómo la Comisión Europea finalmente las asume, como la compra conjunta de gas, a pesar de las críticas que ha recordado que recibe constantemente de la oposición en España. El presidente ha asegurado que la guerra en Ucrania ha supuesto un “acelerador poderoso” de las medidas de transición ecológica como ha dicho que la pandemia lo supuso para el proceso de digitalización. “La amenaza de Putin exige ir más allá”, ha expresado. Ha sido ahí cuando Sánchez ha formulado las dos “propuestas muy importantes” que hará a la UE: “La primera es la propuesta de reformar el mercado eléctrico para desacoplar la evolución del precio del gas al precio de la electricidad y la segunda es una nueva intervención en el mercado energético para poner un límite máximo al precio de las emisiones de CO2”.
Sin corbata para ahorrar energía
Vestido con traje sin corbata, al igual que todos los miembros de su equipo que le acompañaban en Moncloa, el presidente ha hecho una referencia al finalizar su discurso y ha solicitado que siempre que sea posible, los hombres no la usen como medida de ahorra energético. “No llevo corbata. Eso significa que podemos todos también ahorrar desde el punto de vista energético y he pedido a los ministros y ministras, y me gustaría también a todos los responsables públicos y al sector privado, si aún no lo ha hecho, que cuando no sea necesario, que no utilicen la corbata, porque así también estaremos haciendo frente al ahorro energético”.
En ese sentido, el Consejo de Ministros aprobará el lunes “un paquete de medidas urgentes para la eficiencia y el ahorro energético”. Sánchez no ha querido detallar cuáles serán las propuestas, pero ha asegurado que “han sido debatidas” con el sector privado y que se ha informado a otras administraciones públicas y grupos parlamentarios. “Va a ir en línea con otros países”, ha aseverado el presidente: “Lo que haremos es reducir nuestra factura”. “No hay más que pasearse por un centro comercial para ver que la temperatura está demasiado baja”, ha puesto a modo de ejemplo.
Sobre las quejas de Botín o Galán: “Si protestan, vamos en la buena dirección”
“España no tiene tiempo que perder”, ha dicho al terminar su intervención en la que ha insistido en que, si tiene que elegir, la coalición “se pondrá del lado de la clase media y trabajadora”, aunque moleste a los “poderosos”. “No me voy a poner de perfil”, ha afirmado el presidente, que ha insistido en la necesidad del nuevo impuesto para los bancos y las empresas energéticas. Sánchez se ha referido a las quejas que han manifestado los afectados y ha citado específicamente a Ana Patricia Botín (Banco Santander) y Ignacio Galán (Iberdrola): “Si protestan es que vamos en la buena dirección”. El socialista ha recordado que “son los mismos que dijeron que con la reforma laboral se iba a caer España”. “Ha sucedido todo lo contrario”, ha agregado el presidente, que ha llegado a la rueda de prensa de balance con un récord de empleo.
“Siempre he defendido que las dificultades de la mayoría no pueden ser las alegrías de una minoría. Arrimar el hombro no es un eslogan, es una obligación para los sectores y empresas que se están beneficiando de esta situación. Ese es mi compromiso con los españoles y españolas”, ha aseverado el socialista, que ha defendido la gestión del Gobierno en la lucha contra el coronavirus y ahora contra los efectos de la guerra y ha repetido en varias ocasiones que las medidas no han contado con el apoyo de la “derecha y la ultraderecha”.
“Lo vamos a hacer le pese a quien le pese”, ha concluido Sánchez, que ha insistido en que el Gobierno comenzó a luchar contra la subida de los precios ya en septiembre y que se han movilizado desde entonces 30.000 millones de euros desde el Estado, que suponen 2,3 puntos del PIB. También se ha referido al tope ibérico al precio del gas con el que se produce la electricidad, que permite a España y Portugal tener un precio cerca de tres veces inferior al de países como Francia, Alemania o Italia.
Otro de los anuncios que ha hecho es la aprobación el lunes de un decreto ley para reforzar la lucha contra los incendios, que es un asunto que ha vuelto a enfrentar al Gobierno con el PP, por la acusación que lanza el Ejecutivo por la falta de prevención en algunos lugares. Así, ha apuntado que existe “una necesidad de establecer unos mínimos para que no haya diferencias entre servicios de extinción de unas comunidades autónomas y otras”. La acusación velada es que en lugares como Castilla y León, que está siendo especialmente afectada, los planes de prevención de incendios datan de 1999, como recordó la portavoz este jueves. “Ha cambiado nuestra tarea de prevenir y luchar y extinguir los incendios”, ha explicado Sánchez, que ha asegurado que los planes “no pueden durar cinco meses sino que tendrán que durar doce meses”. “Y eso exigirá aumentar capacidades, como estamos haciendo”, ha dicho antes de recordar que en un 80% de los casos han participado efectivos estatales, a pesar de que la competencia está transferida a las autonomías.
Descarta un cambio de Gobierno
En la respuesta a los medios de comunicación, Sánchez ha pasado de puntillas por la profunda remodelación que ha vuelto a hacer en el PSOE y que supone el fin de una etapa con la salida de la que fue su número dos, Adriana Lastra. Lo que ha descartado es que vaya a haber un nuevo cambio en el Gobierno en el mes de septiembre. “No”, ha respondido con rotundidad: “Estoy muy a gusto, muy satisfecho, con el trabajo que hace el Consejo de Ministros”.
También ha rechazado que las elecciones se puedan atrasar más allá de diciembre de 2023, que era una cuestión que había generado dudas en el Ejecutivo, pero que ya han aclarado los servicios jurídicos. “No hay opción, se tienen que celebrar como muy tarde en diciembre de 2023”, ha dicho el presidente, que tiene voluntad de agotar la legislatura, a pesar de que es consciente de que las encuestas reflejan de manera unánime una victoria del PP. “Vamos a trabajar por darle la vuelta a esas encuestas”, ha sentenciado el socialista, que ha asegurado que lo hará “sin catastrofismo”, que es de lo que acusa a la oposición, pero también sin “caer en la euforia”.