Pedro Sánchez anuncia un plan de choque contra los efectos de la guerra que supondrá un total de 16.000 millones de euros hasta el próximo 30 de junio y que se repartirá en 6.000 millones de euros de ayudas y rebajas de impuestos y en 10.000 millones de préstamos ICO para las empresas. Las medidas que aprobará este martes el Consejo de Ministros, y que se han negociado dentro de la coalición hasta esta mañana, incluirán un aumento del 15% de la cuantía del Ingreso Mínimo Vital y también una limitación “excepcional” del incremento de los alquileres de tan solo el 2% desvinculándolo del IPC durante los tres próximos meses.
En una conferencia organizada por Europa Press y con la presencia de los principales responsables del Ibex-35, el presidente del Gobierno ha reconocido que “las dificultades serán extraordinarias” y que no se puede prever el alcance de las “terribles consecuencias” de la guerra. “Pero sí podemos prometer que nos vamos a desvivir por aplacar al máximo sus efectos”, ha agregado el socialista, que se ha comprometido a distribuir “los sacrificios” de “forma justa”. A partir de ahí, ha esbozado las principales medidas del plan de choque, que en materia energética tiene como principal medida el tope del precio del gas que tendrá que aprobar la Comisión Europea para España y Portugal después de que el Consejo Europeo haya aceptado la singularidad de la Península Ibérica.
Bonificación de 20 céntimos por litro de combustible
Sánchez ha anunciado nuevas ayudas al carburante en un momento en el que el precio se ha disparado. Así, habrá “una bonificación mínima” generalizada de 20 céntimos en cada litro de combustible hasta el 30 de junio en línea con lo que se acordó con los transportistas. El Estado asumirá una rebaja de 15 céntimos y los otros 5 corresponderán a las petroleras. “Algunas de ellas ya han anunciado rebajas superiores y quiero agradecerles ese compromiso con su país”, ha expresado Sánchez.
Además, se extenderá el bono social eléctrico para que llegue a 600.000 familias con el objetivo de cubrir a 1,9 millones de hogares vulnerables. A esas medidas hay que sumar las que ya estaban en marcha para abaratar el recibo de la luz, como la bajada del IVA al 10% para los pequeños consumidores, el impuesto especial a la Electricidad al 0,5%, así como la suspensión del impuesto a la Generación Eléctrica.
“No vamos a permitir que la guerra trunque la evolución positiva de nuestro país”, ha dicho el presidente en su intervención en la que se ha referido específicamente al crecimiento económicos y a la creación de empleo. El presidente ha abogado por evitar el despido y utilizar la flexibilidad de los ERTE. Según fuentes gubernamentales, se vetará el despido objetivo por esta crisis internacional a las compañías que reciban ayudas públicas y a todas las que estén en ERTE. En principio, los ERTE que se desplegarán en este contexto serán los ETOP (causas objetivas) y los de Fuerza Mayor, sin que esté previsto que se apruebe un Mecanismo Red de la nueva reforma laboral. Esta herramienta sí se activará para las agencias de viaje, todavía muy afectadas por la crisis de la COVID, informa Laura Olías.
“No tenemos que despedir a nadie, hay que ir al mecanismo ERTE y en caso de que se haga un mal uso del mismo las empresas tendrán que devolver las ayudas públicas percibidas”, ha especificado posteriormente la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha reconocido que no habrá impuesto a las eléctricas como quería Unidas Podemos, pero se ha mostrado satisfecha con el plan y con que se trabaje en la “aminoración” de los denominados beneficios caídos del cielo de esas compañías.
Además de la nueva línea de créditos ICO para ayudar a las empresas con problemas de liquidez provocados “por el aumento temporal” del coste de la energía y los combustibles, se extenderán los plazos de los préstamos ya avalados y los de carencia para los sectores más afectados. El Gobierno calcula que la agricultura y la ganadería tendrán unas ayudas por un importe total de 362 millones de euros y la pesca, de 68. La industria gran consumidora de energía contará con 500 millones de euros para compensar los peajes en un 80%. “El plan de respuesta contiene otras ayudas específicas para el sector industrial, el sector exportador y el de la cultura que mañana en el Consejo de Ministros explicitaremos”, ha señalado el presidente.
Sánchez también ha esbozado las medidas destinadas al sector de transporte, que es el que mayores quebraderos de cabeza le ha dado al Ejecutivo tras el paro de las últimas dos semanas. Las ayudas supondrán una inyección de más de 1.000 millones de euros, según ha explicado el presidente, que también ha hablado de un nuevo fondo de 450 millones de euros para ayudas directas a las empresas de transporte de mercancías y de pasajeros, que dependerán del tipo de vehículo (1.250 euros por camión, 900 por autobús, 500 por furgoneta y 300 por taxi, VTC o ambulancia). También se acortará a un mes el plazo de devolución del impuesto sobre hidrocarburos. “Aprobaremos ley que permita a los transportistas trabajar por un precio justo, como hicimos con ganaderos”, ha dicho Sánchez en referencia a la ley de cadena alimentaria.
La guerra también se traslada al ciberespacio por lo que el Gobierno también aprobará un nuevo Plan Nacional de Ciberseguridad que estará dotado con 1.020 millones de euros con el que se pretende fortalecer la seguridad de las nuevas redes 5G. Se constituirá igualmente un Centro de Operaciones de Ciberseguridad de la Administración General del Estado y de sus organismos públicos.
Llamamiento al consenso
“El plan de choque de respuesta a la guerra son un conjunto de medidas que van a servir para proteger a los sectores, a los ciudadanos más afectados, distribuir de forma justa los efectos de la guerra y preservar al máximo la senda de crecimiento y de creación de empleo que habíamos iniciado hace ya meses”, ha resumido Sánchez que se ha referido en dos ocasiones a la pandemia y los desastres naturales -entre ellos la erupción del volcán de La Palma--. “¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos unidos? ¿Qué más tiene que suceder para dejar de lado las rencillas, los sectarismos y sumar fuerzas?”, se ha preguntado.
“Esa es la política que va a desplegar el Gobierno: la política de la unidad, de la determinación y de la justicia”, se ha respondido Sánchez, que ha puesto como ejemplo la última Conferencia de Presidentes en la que se alcanzó un acuerdo de mínimos: “Europa está unida en la respuesta a Putin y España también debe estar unida en la respuesta a Putin”. “Solicito a todos los actores políticos, institucionales y sociales es que nos unamos detrás de este plan de choque de respuesta al impacto social y económico de la guerra y que podamos compartir, esta vez sí, el sentido del mejor patriotismo, que es comprometer a nuestro país en una causa justa y salir adelante con orgullo”, ha dicho Sánchez.
Yolanda Díaz, satisfecha con el plan negociado in extremis
A última hora del domingo, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, contactó con el PP, Ciudadanos y Más País. Esta mañana ha llamado a ERC y PNV. Sánchez busca un gran acuerdo para el plan de choque contra la guerra en el que estén el principal partido de la oposición y también los aliados habituales del Ejecutivo, que llegan a esta negociación en un clima de desconfianza y hartazgo hacia el Gobierno. “En estas conversaciones se ha informado a los grupos de las medidas que plantearon al Gobierno y que se van a incorporar al texto del decreto ley. Estas conversaciones han tenido buena acogida por los grupos y el tono ha sido constructivo”, aseguran fuentes gubernamentales.
El Gobierno ha estado ultimando los detalles del paquete de medidas hasta este mismo lunes por la mañana. “Vamos a abordar una nueva crisis con templanza con serenidad y medidas que van a ser eficaces para quien más lo necesite. No habrá una bajada generalizada de impuestos sino que estos irán dirigidas a los colectivos, empresas y personas que más lo necesiten de manera singular en materia energética”, ha señalado al acabar el acto la vicepresidenta segunda, que se desmarcó del acuerdo de Sánchez con los presidentes del PP que hacía referencia a rebajas fiscales para enfrentar el encarecimiento de los precios de la energía. Aunque Unidas Podemos había expresado recelos ante el acercamiento al principal partido de la oposición y la propia Díaz había apelado a buscar a los socios de la investidura, ha asegurado que “es muy difícil decirle que no a este plan”. “Confío en que una vez que conozcan las medidas contemos con el visto bueno de todo el Congreso”, ha rematado.