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Sánchez atribuye a la “desconfianza recíproca” con Iglesias y Unidas Podemos su rechazo a una coalición

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha reconocido este miércoles que existe una “desconfianza recíproca” entre él y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que le impide volver a intentar un Gobierno de coalición con el grupo confederal como el que ambas fuerzas negociaron en julio y que finalmente no fructificó en la sesión de investidura del 25 del pasado mes. 

“De tantas veces decir que desconfía del PSOE he acabado por desconfiar yo también de las posiciones del señor Iglesias y de Unidas Podemos. Por lo tanto, es recíproca esa desconfianza”, ha asegurado Sánchez en Palma, donde ha mantenido una breve reunión con el rey en su residencia de verano, el Palacio de Marivent, a donde ha llegado en torno a las dos menos diez de la tarde, con 50 minutos de retraso sobre la hora prevista

“Ha sido la propia Unidas Podemos la que ha rechazado un Gobierno de coalición”, ha recalcado, apelando a la sesión de investidura en la que los de Iglesias se abstuvieron, impidiendo su reelección. Mientras los socialistas, ha dicho, han planteado un “Gobierno plural”, Podemos ha propuesto, a su juicio, “dos gobiernos en uno”, un empeño que mantiene el grupo confederal.

“No se ve rectificación, quieren un Gobierno de compartimentación, más que uno de coalición”, ha lamentado. Por ello ha abogado por “buscar otras fórmulas” de pacto con la formación de Iglesias que garantice la gobernabilidad, como “acuerdos de investidura o de legislatura”.

“Empezar sobre la base”

Una vez fracasado su primer intento de investidura, Sánchez ha defendido su intención de elaborar un planteamiento programático con la ayuda de los colectivos sociales con los que se lleva reuniendo desde la semana pasada. El objetivo es presentar dichas ideas después a los partidos a los que vaya a pedir su apoyo. “Hay que empezar la base por el programa, por los contenidos”, ha insistido. 

“El 26 de julio declaramos que no tirábamos la toalla y nos comprometimos a hacer todo lo posible para evitar un adelanto electoral”, ha asegurado el presidente del Gobierno en funciones, que ha compartido así las palabras pronunciadas por el rey el fin de semana. “El jefe del Estado dijo que la mayoría de los españoles no quieren elecciones algo que comparte el Gobierno”, ha remarcado.

También ha insistido Sánchez en que el 28 de abril los españoles “con su voto expresaron que querían un Gobierno progresista liderado por el PSOE”. Por eso él quiso “plantear una negociación partiendo de contenidos, de las políticas y del programa”. “Lo que hemos hecho ha sido hablar con colectivos de muy diversa índole, y en todas las interlocuciones con colectivos lo que me he encontrado es la petición urgente de la constitución de un gobierno en este país”, ha advertido.

“No tiro la toalla”

Se trata, en definitiva, de “crear las bases de un programa abierto para una propuesta política progresista para poner encima de la mesa al resto de partidos”. El propósito de Sánchez “es crear un Gobierno progresista que no dependa de independentistas”. Por eso ha vuelto a solicitar el apoyo a Unidas Podemos y a PP y Ciudadanos les ha reclamado “que faciliten con su abstención que se constituya un Gobierno”.

“No pierdo la esperanza, no tiro la toalla”, ha remachado Sánchez, antes de asegurar que “los españoles no se merecen elecciones”. En impedirlas trabajará “hasta el último día”, ese “deadline” para formar gobierno que la normativa electoral fija para el 23 de septiembre.