El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha rechazado hoy que el gesto de acoger al Aquarius provoque un efecto llamada y ha recalcado que lo que hay es “una llamada a la solidaridad del conjunto de la Unión Europea”.
Sánchez, en una entrevista en Televisión Española, ha subrayado que un país con una sociedad tan solidaria como la española no podía permanecer ajeno al drama del Aquarius y por eso realizó el ofrecimiento de que este barco llegara a puerto español.
A partir de este gesto ha insistido en la necesidad de que haya una política común de la UE y que se coopere con los países origen y tránsito de la inmigración ilegal.
“Hay que hacer una política migratoria sensata. Es evidente que no vamos a abrir las fronteras. Lo que tenemos que hacer es gestionar bien los flujos migratorios. Más que un efecto llamada, lo que hay es una llamada a la solidaridad del conjunto de la UE”, ha añadido.
Ante el riesgo de ese efecto llamada del que alertan algunos partidos, Sánchez ha considerado que se trata de un eufemismo para no responder al problema.
Del problema del Aquarius habló ayer Sánchez con el presidente francés, Emmanuel Macron, en una conversación telefónica, y con él se ha citado en París el próximo sábado.
El presidente del Gobierno se ha referido también a la llegada de embarcaciones con inmigrantes al sur de España para recordar que este no es un problema de ahora y que ya se le tuvo que hacer frente en solitario sin apoyo de la UE.
Por eso cree que ahora es esencial una política común comunitaria al respecto.
Respecto a la intención de eliminar las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla ha subrayado que las fronteras se pueden proteger sin lesionar a los seres humanos.