Llamada al máximo nivel para dejar claro el fin de la crisis: Pedro Sánchez ha hablado por teléfono con el rey de Marruecos, Mohamed VI, en un nuevo gesto de la recuperación de las relaciones después de que el presidente haya imprimido un giro histórico a la tradicional posición de España respecto al Sáhara al apoyar la propuesta de autonomía realizada por el reino alauí en 2007. Ese fue el paso que tuvo que dar el Gobierno para poner fin a una de las mayores crisis diplomáticas con el país vecino tras la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Galli, en un hospital de La Rioja para recibir asistencia médica. “Lanzamos una hoja de ruta que consolida la nueva etapa entre dos países vecinos, socios estratégicos, basada en la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos”, ha expresado en un tuit el presidente. Mohamed VI ha formalizado la invitación para que el español viaje a Rabat “en los próximos días”.
Moncloa, que hasta ahora no ha revelado si informó a Felipe VI del viraje respecto al Sáhara, informa en una nota de prensa que esta vez Sánchez sí le ha comunicado los detalles de su conversación con Mohamed VI. “El Gobierno de España asume las relaciones con Marruecos como un asunto de Estado. En ese marco, el presidente del Gobierno ha manifestado su firme voluntad de renovar y profundizar la relación privilegiada entre España y Marruecos, con un espíritu de estrecha cooperación para afrontar juntos los desafíos comunes y garantizar la estabilidad e integridad territorial de España y la prosperidad de ambos países”, agrega.
En su conversación, Sánchez y Mohamed VI han formalizado la intención de que el presidente viaje a Rabat “en los próximos días”. Ante esa situación, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que ha sido el artífice de la operación, ha cancelado reunión prevista para este viernes con su homólogo, Naser Burita, y viajará directamente con el presidente, informa Europa Press. Esa será la primera foto formal de la recomposición de las relaciones entre ambos países tras la misiva de Sánchez y que tuvo como primer hito el comunicado de Marruecos y la vuelta de la embajadora a Madrid casi un año después de la ruptura diplomática.
“La asociación entre los dos países entra ahora en una nueva etapa, basada en el respeto mutuo, la confianza mutua, la consulta permanente y la cooperación franca y leal”, señala ese texto del Reino de Marruecos en el que asegura que Mohamed VI ha agradecido a Sánchez el contenido de la carta que el envió el pasado 14 de marzo en la que avalaba su propuesta de autonomía para el Sáhara.
El Gobierno de Sánchez pone el énfasis en la recomposición de las relaciones con Marruecos, un socio estratégico de España especialmente en el control de los flujos migratorios, ante las duras críticas que ha recibido de todo el arco parlamentario por el histórico cambio respecto al Sáhara. Todos los partidos, incluso Unidas Podemos, cuestionaron la decisión ante Sánchez este miércoles en el Congreso. El presidente defendió que no se puede hablar de cambio sino de un “paso más” en el camino que inició José Luis Rodríguez Zapatero al dar la bienvenida a la propuesta marroquí que él considera la “base más seria, realista y creíble” para resolver en conflicto.
“No resto importancia a la decisión que hemos tomado ahora. La he tomado con plena voluntad de dar un paso adelante”, afirmó en el Parlamento antes de pedir a los grupos que tuvieran en cuenta la “complejidad” del problema. “Hemos reafirmado y profundizado nuestra posición precisamente ahora porque se acaba de abrir una nueva ventana de oportunidad”, argumentó en referencia al nombramiento de un nuevo enviado especial de la ONU.