Pedro Sánchez se ha dirigido al Comité Federal del PSOE para pedir la máxima movilización del partido ante la cita electoral del 10 de noviembre, que ve como una “enorme oportunidad” para que los socialistas refuercen su liderazgo a pesar de la “gran abundancia de ofertas”. El presidente en funciones ha pedido a los suyos que dejen atrás los “reproches” a Unidas Podemos en el reparto de culpas por la fracasada negociación y ha insistido en que el PSOE es la única “alternativa a la parálisis”.
Tras varias semanas de acusaciones mutuas entre PSOE y Unidas Podemos por la imposibilidad de llegar a un acuerdo y la consecuente convocatoria electoral, Sánchez ha asegurado que “no merece la pena” incidir en los “reproches a quienes impidieron” que España tuviera un Gobierno. El líder socialista se ha pronunciado así ante el máximo órgano entre congresos de su partido después de haber calificado a Unidas Podemos de “extrema izquierda” y de haber insistido en que ha impedido por cuarta vez un Gobierno progresista. Eso sí, Sánchez ha asegurado que su partido representa la “izquierda cabal” y “de Gobierno”.
El secretario general del PSOE ha insistido en que los suyos no deben “perder ni un minuto en los reproches”. “A los que quieran bronca se la dejamos toda, a los que busquen mal rollo les dejamos todo el mal rollo (...). Estaremos explicando nuestro proyecto político”, ha señalado Sánchez, que ha reiterado en que es la “alternativa a la parálisis”. “No tenemos que mirar ni atrás ni a los lados, mirar de frente a la cara de los ciudadanos y dar respuestas”, ha expresado: “El PSOE ni vive del pasado ni promete un futuro envuelto en quimeras”.
Sánchez apenas ha hecho alusiones a los de Pablo Iglesias ni a la irrupción de Más País más allá de reclamar el apoyo a los socialistas frente a la “gran abundancia de ofertas”. “Cada vez hay más, pero solo una garantiza un Gobierno progresista, estable y coherente”, ha expresado. La irrupción de Iñigo Errejón sí ha protagonizado las preguntas de los periodistas a los dirigentes territoriales a su llegada a la sede de Ferraz, aunque ha habido varias ausencias destacadas, como la de Susana Díaz, Emiliano García-Page, Guillermo Fernández Vara, Adrián Barbón o Francina Armengol. Los socialistas tratan de restar importancia a los votos que pueda restarles la nueva formación.
Sánchez focalizará la campaña en que haya Gobierno o no tras el 10N. Y para eso se sitúa como el único capaz de garantizar un Ejecutivo estable. “Solo el PSOE puede garantizar la estabilidad después de años de bloqueo. Lo saben y por eso nos critican. Lo importante es seguir avanzando”, ha rematado.
En su réplica a puerta cerrada tras las intervenciones de dirigentes territoriales, Sánchez ha insistido en que los socialistas representan la izquierda y la “centralidad”. Ha mostrado también su despreocupación ante la posibilidad de que Errejón les robe votos y ha recordado que en otras contiendas se decía lo mismo de Ciudadanos o de Unidas Podemos. En esa reflexión, ha explicado que el partido es una “caja de resonancia”.
Centra los ataques en PP y Ciudadanos
“Tenemos una oportunidad enorme para avanzar”, ha dicho recuperando el que fue uno de los mensajes clave de los socialistas ante el 28A: el avance de los socialistas frente al “retroceso” que supone, a su juicio, la posibilidad de que gobierne la derecha.
También ha reconocido que se avecina una desaceleración económica. “Hay motivos para la cautela”, ha expuesto antes de asegurar que cuenta con un “equipo económico riguroso y solidario”. “Si los malos augurios se consolidasen los españoles saben que cuentan con un Gobierno que no va a dejar a nadie en el desamparo”, ha afirmado Sánchez, que promete un reparto “equitativo”.
El presidente en funciones ha desgranado los pilares en los que se centra su proyecto (empleo, transición ecológica, igualdad entre hombres y mujeres...) y los ha contrapuesto a lo que sucedería si gobernara el PP con el apoyo de Ciudadanos y la “extrema derecha”. “¿Qué es lo que han hecho las derechas cuando han gobernado? –se ha preguntado tras sacar pecho del legado de los gobiernos socialistas–. Precariedad, desigualdad, corrupción y enfrentamiento entre territorios para intentar rascar algunos votos”.
En esa línea, ha cargado especialmente contra PP y Ciudadanos: “Algunos pretenden ofrecer un proyecto nacional siendo fuerzas residuales en algunas comunidades de nuestro país”. Y ha puesto a modo de ejemplo Barcelona, donde el “PSC tiene más concejales que la suma de PP y de Ciudadanos en toda Catalunya” o Vizcaya, donde superan en ediles a la suma de PP y Ciudadanos en toda Euskadi. ¿Puede aspirar a ofrecer un proyecto de país una fuerza residual en buena parte del territorio español?“, se ha preguntado antes de criticar que los de Pablo Casado y Albert Rivera hablen de ”España con grandilocuencia“ cuando su representación es ”testimonial“ en una parte del país.
“España no se acaba en la bandera que la representa, es la educación de nuestros hijos, la sanidad, las pensiones, el cuidado del medioambiente y de la rica diversidad y los impuestos que se pagan para poder hacer realidad una sociedad como la española”, ha expresado Sánchez, que ha aprovechado para desgranar de nuevo los pilares de su programa. “Tenemos proyecto, ideas y equipos”, ha reiterado.
“Amamos la Constitución”
Buena parte del discurso de Sánchez ha sido sobre Catalunya en un momento en el que ha reconocido que la tensión puede “recrudecerse” con la sentencia del procés. “No podemos descartar más momentos de tensión”, ha aseverado el líder del PSOE que considera, no obstante, que el independentismo “ha fracasado”: “Su naufragio es tal que ha llevado a sociedad catalana a un callejón sin salida”.
“Su error ha sido total, su naufragio ha sido absoluto; pero están a tiempo de evitar mayores errores. Pido desde aquí que condenen cualquier tipo de violencia que venga de algún grupúsculo del movimiento independentista”, ha dicho en una alusión al presidente catalán, Quim Torra. También ha expresado su reconocimiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y, en concreto, a la Guardia Civil, cuya salida de Catalunya reclamó el Parlament con el apoyo de ERC, JxCat y la CUP.
En la línea que ha mostrado el Gobierno en los últimos días, tras la aprobación en el Parlament de mociones que piden la salida de la Guardia Civil o que plantean una futura ley de amnistía, Sánchez ha advertido de que defenderá “la Constitución sin vacilaciones”.
“Amamos la Constitución”, ha afirmado antes de recalcar que la intención de los socialistas ha sido y sigue siendo solventar el conflicto a través del diálogo. “Ley y diálogo”, ha dicho: “Si no hay ley no hay diálogo y no puede haber diálogo fuera de la ley o para quebrantar la ley”. Sánchez se ha mostrado convencido de que España superará la crisis territorial.
Atrás quedaron las convulsas reuniones del Comité Federal de hace tres años –en tres días se cumple el aniversario de aquella que acabó con la dimisión de Sánchez–. La cita de este sábado ha servido a los socialistas para cerrar filas en torno al candidato del PSOE y poner en marcha la maquinaria.
En una veintena de intervenciones, los dirigentes socialistas han mostrado su respaldo cerrado a la estrategia del partido ante la repetición electoral. “Somos los únicos que podemos hacer más país”, ha dicho el barón riojano, Paco Ocón, en una referencia velada al partido de Iglesias y también a la irrupción de Errejón.
El Comité Federal ha dado el visto bueno a la propuesta de que sea la Comisión Federal de Listas la que apruebe las candidaturas definitivas, que solo tendrán cambios puntuales, como en Cantabria, que encabezará el portavoz en Santander y miembro de la Ejecutiva, Pedro Casares, o en Ciudad, donde correrá la lista por la marcha de la número uno al Gobierno regional tras el 26M.