Madrid, 11 mar (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apelado este lunes a que el aniversario del 11M sea de recuerdo a las víctimas pero también de reivindicación de la convivencia y el respeto como el mejor antídoto contra el terrorismo y lo que ha considerado su caldo de cultivo: el fanatismo y la intolerancia.
Sánchez ha hecho esa reivindicación en el acto que, presidido por los reyes, ha organizado la Comisión Europea en Madrid con motivo del 20 aniversario de los atentados del 11 de marzo y de la conmemoración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo.
El jefe del Ejecutivo ha llamado al recuerdo “para defender los derechos humanos que niegan los terroristas y para reforzar el Estado de Derecho, que es su principal vacuna” y para impedir que puedan quedar impunes los crímenes terroristas.
También para perfeccionar los mecanismos de prevención, para velar para que nadie pueda verse atraído por las ideas de odio que lamenta que circulen en las redes sociales y para proteger los ideales de justicia y de libertad de Europa.
A juicio del presidente del Gobierno, “los principios de convivencia y respeto son el mejor antídoto contra la violencia terrorista y su caldo de cultivo, el fanatismo, la sinrazón y la intolerancia”.
Y valores europeos como la solidaridad, ha dicho, que sirven de base para la determinación de luchar juntos contra la barbarie reforzando la cooperación en todos los ámbitos.
“Combatir el terror es actuar también contra las causas que alimentan los conflictos regionales. Es prevenir que los fanáticos transformen la desesperación en un arma para atacar los principios de libertad y respeto a los derechos humanos”, ha recalcado.
Por todo ello, ha insistido en que esta jornada es un día para la memoria y el recuerdo emocionado, pero también para la reivindicación del respeto a los derechos humanos y a unas señas de identidad europeas que ha garantizado que “los fanáticos, sean del signo que sean, nunca podrán destruir”.
El jefe del Ejecutivo ha recordado la conmoción que hubo en España ante ese atentado después de haber vivido durante años la experiencia del terrorismo.
“Nadie puede acostumbrarse a esa violencia ciega, nadie debe acostumbrarse a convivir con la barbarie”, ha añadido antes de asegurar que quien conociera de cerca esa “manifestación extrema de violencia”, jamás podrá olvidarla, como tampoco cree que podrán hacerlo los que vivieron atentados en otros lugares del mundo como Nueva York, Londres, París, Oslo, Barcelona, Niza o Bruselas.
Para Sánchez, el recuerdo debe mantener viva la memoria de lo que ocurrió, pero debe ser también un acicate para el presente y para el futuro, para que no se repita y para que las víctimas y sus familiares cuenten siempre con la solidaridad y el apoyo de todos.
“Hay que recordar por una cuestión de dignidad”, ha apostillado para explicar a continuación que debe hacerse por la dignidad de las víctimas, de las personas que sobrevivieron a los atentados y de quienes desde asociaciones y fundaciones mantienen viva “la llama de la memoria” para hacer visibles los problemas de todos ellos.
También por la dignidad de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas, que, ha resaltado, fueron uno de los principales objetivos del terrorismo en España.
“La dignidad, en suma -ha añadido-, de toda la sociedad que debe hacer propio el sufrimiento de sus miembros”.