Ucrania, Palestina y el desafío ultra que encarnan líderes como el presidente argentino, Javier Milei. A menos de dos semanas para la cita electoral de las europeas, Pedro Sánchez sitúa en primera plana de su acción de Gobierno los grandes temas de la política internacional frente al intento del PP de convertir el 9J en un plebiscito más sobre asuntos domésticos.
Tras recibir por primera vez en España este lunes al presidente ucraniano, Volódimir Zelenski, con el que firmó un acuerdo de colaboración para el suministro de armas por valor de más de 1.000 millones de euros, este martes el Gobierno oficializa en Consejo de Ministros el histórico reconocimiento del Estado de Palestina.
“En política internacional, tan importante es la coherencia como los principios y valores que defendemos. Nosotros estamos y estaremos con Ucrania; y consideramos que Palestina ha existido, existe y existirá. Hay una coherencia por garantizar el derecho internacional, un orden basado en reglas, con la posición en ambos conflictos”, defendió el presidente del Gobierno durante su comparecencia en la Moncloa junto a Zelenski.
Aunque en el equipo del presidente rehúyen las acusaciones de electoralismo y defienden que la política exterior que hoy despliega España es coherente con lo defendido por Ejecutivo desde el inicio de ambos conflictos, sí admiten que la posición mantenida por el presidente del Gobierno consigue descolocar a los adversarios políticos en plena cuenta atrás para las elecciones europeas.
El PP apoya el envío de armas a Ucrania y el respaldo al Gobierno de Zelenski frente a la agresión de Vladimir Putin, pero se desmarca del Ejecutivo en el reconocimiento de Palestina justo en este momento. Y en Sumar, socios de coalición del PSOE y competencia electoral también para el 9J, ocurre justo lo contrario: celebran el paso dado en respuesta a la matanza perpetrada por Netanyahu pero recelan de la postura en Ucrania.
“Algo tan relevante como la política de defensa y el envío de armamento a una zona en conflicto no puede darse así, sin transparencia y sin el Congreso”, se quejó el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, que además lamentó la falta de información recibida por su grupo de la parte socialista del Ejecutivo. “Esta decisión se tomó sin especificar cuál era el destino, sin dar los detalles de para qué, cuál es el objetivo, de qué manera y cuál es el plan que hay detrás para una paz justa y duradera. Son los detalles que uno puede esperar”, reprochó Urtasun en rueda de prensa.
Antes, en una entrevista en Onda Cero, Alberto Núñez Feijóo había arremetido también contra Pedro Sánchez por su política exterior en Oriente Próximo. “Que España reconozca ahora el Estado de Palestina hace más daño a su pueblo que beneficio”, dijo, antes de señalar incluso al presidente por “estar utilizando la barbarie para hacer política interior”.
“Estamos convencidos de que la política exterior del Gobierno de España está en absoluta consonancia con el sentir mayoritario de la ciudadanía española. Lo mismo que defendemos en Ucrania defendemos en Palestina. Y, a nuestro juicio, los partidos que no lo entienda así se estarán equivocando”, señalan en el equipo del presidente sobre las críticas vertidas por sus socios de coalición y también por la oposición.
El “pinchazo” de la Puerta de Alcalá
En el PSOE creen, además, que el enésimo intento de plebiscito sobre la figura de Pedro Sánchez en el que intenta convertir la derecha los comicios europeos está destinado al fracaso. Y muestra de ello, dicen, es el “pinchazo” que a su juicio se produjo en la manifestación del PP contra la amnistía del pasado domingo.
“Si lo plantean como plebiscito será porque no tienen plan para Europa y prefieren volver al fango nacional”, señalan en el equipo de campaña de la cabeza de lista del PSOE, Teresa Ribera, donde reclaman a los de Feijóo un debate de ideas sobre lo que se juega de verdad el 9J. “Nos gustaría que el PP hiciera alarde de europeísmo y no tanto una campaña de medias verdades o mentiras abiertas intentando desprestigiar al gobierno nacional. Pero la verdad es que esperamos lo que ya hemos visto: una rendición absoluta hacia la ultraderecha”, aseguran.
El respaldo sin matices al Gobierno de Ucrania con una ayuda récord de 1.100 millones de euros en armamento y munición y el reconocimiento del Estado de Palestina apuntan el foco, a juicio de los socialistas, hacia los grandes temas de política internacional que se juegan de verdad en las urnas el domingo de la próxima semana. Y están convencidos, además, de estar enfocándolos en la misma dirección del sentir mayoritario del electorado.
En base a eso y también a la evolución de las propias encuestas internas que manejan desde hace días, en Ferraz y en el Gobierno se muestran optimistas con las perspectivas electorales. Nadie espera a estas alturas una derrota abultada que dañe a un PSOE “muy movilizado”, según su propia dirección, tras los cinco días de reflexión del presidente del Gobierno y también tras el éxito electoral en Catalunya. Algo parecido a un empate técnico entre los dos grandes partidos, un escenario que empiezan a dibujar algunos sondeos, volvería a ser interpretado en las filas socialistas como otra salida airosa al eterno plebiscito sobre Pedro Sánchez.
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