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Opinión - Ni liderazgo ni autoridad. Por Esther Palomera

Sánchez reclama al Congreso la “inteligencia” y la “unidad” frente a la guerra que no hubo en la pandemia

Irene Castro

30 de marzo de 2022 10:35 h

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Los anuncios ya estaban hechos y Pedro Sánchez ha aprovechado su comparecencia en el Congreso para reclamar “unidad” e “inteligencia” a los grupos para acometer “soluciones extraordinarias” que permitan hacer frente a la crisis que se avecina por la guerra en Ucrania y que ya ha dado sus primeros síntomas con un incremento histórico de la inflación. El presidente se ha referido a ese 9,8% como un “mal dato”, pero se ha mostrado convencido de que el plan de choque de respuesta a los efectos económicos de la guerra y el tope al precio del gas va “a permitir doblegar la curva de la inflación y estabilizar el coste de vida”. “Nosotros ya decidimos en la pandemia y nos reafirmamos ante la guerra: decidimos responder con justicia, con determinación y con la mayor unidad posible”, ha expresado el presidente en lo que Moncloa quería que fuera un alegato para buscar el consenso de los grupos políticos que no ha tenido en la gestión de la crisis sanitaria.

“¿Qué más tiene que ocurrir para que respondamos unidos? ¿Qué más tiene que suceder para dejar de lado las rencillas y los sectarismos y sumar fuerzas?”, se ha preguntado de nuevo Sánchez en la tribuna, donde ha expuesto los principales rasgos del plan de choque frente a la guerra antes de insistir en que se trata de un documento “abierto” a las aportaciones de los agentes sociales, las comunidades o los partidos, y “dinámico” en el sentido de que se irá actualizando en función del devenir de la invasión rusa de Ucrania. No obstante, la voluntad de Moncloa es que no haya cambios en el decreto ley que el Consejo de Ministros aprobó este martes, a pesar de que los socios de la coalición, entre ellos el PNV, lo ven “insuficiente” y piden que se prolonguen. ERC y EH Bildu reclaman, además, más ambición en lo que concierne a las eléctricas. El presidente ha asegurado que “no dudarán en actuar” en el caso de que el conflicto bélico se alargue.

“No podemos perdernos en debates menores y en rencillas estériles”, ha reiterado el socialista, que ha reprendido a la Cámara, sin citar a ningún grupo en concreto pero en un mensaje velado al PP, por no haber encarado la pandemia con el “consenso que hubiera sido deseable”. “Por una vez, si solicito algo es unión; es apoyo. No me parece que pedir apoyo y unidad en medio de una pandemia y una guerra en Europa sea demasiado pedir”, ha implorado. “Vamos a trasladar un mensaje de rotunda unidad frente a las consecuencias de la guerra”, ha repetido.

Lejos de tender la mano al Gobierno, la portavoz del PP, Cuca Gamarra, le ha dicho que no merece estar en Moncloa. “Ya tendría que haber dimitido. No habrá campaña que pueda ocultar el colapso de su Gobierno”, ha expresado. La propuesta del PP consiste en bajar impuestos y así se lo exige al presidente, a pesar de que su plan supondría una reducción de 20.000 millones de ingresos del Estado. “Cuando hablamos de rebajas de impuestos, este Gobierno baja impuestos, pero baja impuestos donde tiene que bajarlos que es al precio de la luz, un 60%”, había señalado previamente el presidente sobre la reducción del IVA y del Impuesto Especial sobre la Electricidad y la suspensión del de producción eléctrica. Con eso, el Gobierno da por cumplido el compromiso alcanzado con los presidentes autonómicos conservadores.

En su réplica, Sánchez ha elevado el tono. “Los que se han forrado son algunos a base de sobresueldos y comisiones ilegales”, le ha espetado a la bancada popular en respuesta a la acusación de que “el Gobierno se está forrando” con la recaudación de impuestos gracias a la subida de los precios de los carburantes. El presidente ha recordado que más de la mitad del impuesto de los hidrocarburos y el 100% de los impuestos eléctricos están transferidos a las comunidades. En todo caso, ha señalado que es “suicida desmontar el estado del bienestar”: “Ustedes están en el sálvese quien pueda y nosotros estamos en el todos a una”.

Más allá de las medidas, que van desde bonificar los combustibles hasta aumentar en un 15% el Ingreso Mínimo Vital, Sánchez ha asegurado que España y la UE tendrán que extraer lecciones de la guerra en referencia al aumento del gasto militar y del refuerzo de las capacidades en materia de seguridad y Defensa. No obstante, ha tratado de calmar a sus socios al asegurar que el aumento del gasto en esa materia no será “súbito” sino “progresivo” hasta alcanzar el 2% del PIB que se comprometió con la OTAN. En ese sentido, ha asegurado que España tiene prioridades en materia social.

También ha aprovechado para defender el envío de armamento a Ucrania, que fue cuestionado por sus aliados. “Visto en perspectiva resulta superflua cualquier distinción entre armamento defensivo y armamento ofensivo: ante cualquier agresión todo armamento es defensivo. España suministra a la resistencia y a los militares ucranios armas para su legítima defensa porque están siendo agredidos”, ha defendido. 

Justifica el cambio por el Sáhara: “Es un paso más”

El PSOE rechazó que Sánchez acudiera al Congreso a explicar el viraje histórico en la posición respecto al Sáhara, que reclamaban todos los grupos, y subsumió el asunto en la comparecencia dedicada al Consejo Europeo y para presentar el plan de respuesta a la guerra. El presidente ha dicho que no se trata de un giro sino que “hay que hablar de un paso más” respecto a la bienvenida que le dio en 2008 José Luis Rodríguez Zapatero a la propuesta de Marruecos de autonomía del Sáhara. “Se trata de un posicionamiento más claro, pero no es nuevo”, ha asegurado el presidente que, interpelado por varios grupos, ha evitado decir si recibió una respuesta a su carta por parte del rey Mohamed VI. “Hubo unos comunicados”, es la contestación que dan en Moncloa.

Sánchez ha asumido en primera persona la posición respecto al Sáhara que le ha costado la reprimenda de todo el arco parlamentario. “No resto importancia a la decisión que hemos tomado ahora. La he tomado con plena voluntad de dar un paso adelante”, ha afirmado el presidente, que ha asegurado que el asunto siempre ha tenido una “enorme complejidad” que ha reclamado a los grupos que tengan en consideración. “Hemos reafirmado y profundizado nuestra posición precisamente ahora porque se acaba de abrir una nueva ventana de oportunidad”, ha dicho por la presencia de un nuevo enviado especial de la ONU. También se ha referido a la posición que previamente habían adoptado EEUU y otros países europeos. En todo caso, ha asegurado que España seguirá brindando ayuda al pueblo saharaui y ha apostado por una solución al conflicto “mutuamente aceptable” por las partes, a pesar de que el Gobierno ha tomado partido por Rabat al referirse a su propuesta como la base “más seria, realista y creíble” para resolverlo.

Evita defender la autodeterminación del pueblo saharaui

Aunque ha sido el último punto -y más breve- abordado por el presidente, ha sido uno de los temas protagonistas durante la sesión, a la que han acudido representantes del Frente Polisario, que han entregado 90.000 firmas en defensa de la autodeterminación del pueblo saharaui, y han recibido el apoyo de representantes de los grupos que sustentan al Gobierno, incluido Unidas Podemos. En Moncloa restan importancia a esa foto. El portavoz del grupo confederal, Pablo Echenique, ha calificado de “lamentable” el giro de Sánchez: “Es difícil de justificar y se lo digo con toda la lealtad”.

“¿Por qué el Gobierno defiende el derecho del pueblo ucraniano a existir frente a Rusia pero no el del pueblo saharaui a existir frente a Marruecos? ¿Por qué se envían tanques a un tirano como Putin y cartas a otro tirano como Mohamed VI? ¿Por qué habla de acuerdo entre dos partes? El Frente Polisario no está de acuerdo con este acuerdo”, le ha reprochado el portavoz de ERC, Gabriel Rufián: “Canjea principios por más control marroquí en la valla de Ceuta y Melilla”. También el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha cuestionado el viraje del Ejecutivo: “El Sáhara debería ser memoria democrática. Si hablamos de memoria, hablamos de todo. Una política exterior, por mucho de real politik, tiene que tener alma”, ha afirmado.

Sánchez se ha defendido de las críticas cuestionando por qué los grupos no señalan si están o no de acuerdo con el nuevo marco de relaciones con Marruecos y con haber cerrado la crisis que estaba abierta desde el pasado mes de mayo. También ha evitado defender la autodeterminación del pueblo saharaui, que es lo que hasta ahora defendía el PSOE. “Lo que he hecho como presidente es defender los intereses de España”, ha dicho. “El Gobierno va a estar ahí haciendo lo que le corresponde: un papel activo para encontrar una solución”, le ha advertido a Echenique.

A quien le ha lanzado el mayor dardo ha sido para el líder de Vox, Santiago Abascal, de quien ha dicho que no tiene clara su posición. “España abandonó el Sáhara con uno de los gobiernos que usted tanto añora, los que estuvieron antes de la democracia en nuestro país”, le ha respondido ante sus críticas por el cambio de posición respecto a la antigua colonia española, que fue ocupada por Marruecos durante la Marcha Verde de 1975. También le ha advertido de que no se deje guiar por la “desinformación” después de que el dirigente de la extrema derecha haya dado por bueno que se va a eliminar la filosofía del currículo escolar -“lo que le han contado es un bulo”, le ha dicho- o que se han cerrado los vuelos con Argelia.