Edurne Brouard, la hija del dirigente de HB asesinado hace 30 años por los GAL Santiago Brouard, ha reconocido el daño causado por la izquierda abertzale en un homenaje a su padre en el que ha dicho: “Si alguna vez nuestras acciones, omisiones, palabras o silencios os han hecho daño, lo sentimos sinceramente”.
El Parlamento Vasco ha descubierto hoy en la entrada de su sede una placa en memoria de Brouard, junto a las de los otros tres parlamentarios vascos asesinados por grupos terroristas: los socialistas Fernando Buesa y Enrique Casas, y Gregorio Ordóñez (PP).
En el acto de hoy, que ha estado presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta de la Cámara vasca, Bakartxo Tejeria, la hija del político asesinado el 20 de noviembre de 1984 ha reconocido que son muchos los que además de haber sufrido un “dolor inmenso”, también “voluntaria o involuntariamente”, han infligido dolor a su “alrededor”.
Tras mostrar su pesar por esto, Brouard ha explicado que el reconocimiento del dolor causado es “la primera piedra sobre la que levantar luego la indispensable, y posiblemente matizada, verdad y las consecuentes justicia y reparación”.
“También sería conveniente que se reconociese por parte de quien corresponde que aquellos que por ley, al menos si siguen creyendo que esto es un Estado de Derecho, yo tengo mis dudas, tenían el deber y la obligación de protegernos acabaron, sin embargo, por secuestrarnos, torturarnos y asesinarnos”, ha añadido.
Por último, ha animado a las instituciones, a los partidos y a la ciudadanía a seguir por la vía del reconocimiento, la verdad y la memoria “sin caer en la torpeza de exclusiones en función del origen de la violencia”.
La presidenta del Parlamento Vasco ha dicho que para construir la Euskadi del futuro hay que acordar una memoria “basada en la verdad, no en el olvido”, porque sobre éste “no se puede construir nada”.
“Una memoria basada en el reconocimiento de la responsabilidad, también política, sobre todas las vulneraciones de derechos que se han producido y en la reparación del daño causado”, ha sentenciado.
El pasado 20 de noviembre, el Parlamento y el Gobierno vascos guardaron en la sede del legislativo cinco minutos de silencio en memoria del médico y dirigente de Herri Batasuna.
Fue la primera vez que la Cámara vasca rendía un homenaje de este tipo a Brouard, elegido parlamentario vasco pero que no llegó a ocupar el escaño y que fue asesinado en su consulta de pediatra de Bilbao por dos pistoleros a sueldo de los GAL.
La Cámara de Vitoria acordó el pasado mes de febrero homenajear a los cuatro parlamentarios vascos asesinados por distintos grupos terroristas con cinco minutos de silencio en fechas próximas a sus muertes.
Estos son, además de Brouard, Enrique Casas, secretario general del PSE de Gipuzkoa, asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas el 23 de febrero de 1984; el socialista Fernando Buesa, fallecido en un atentado de ETA con coche bomba en Vitoria el 22 de febrero de 2000, y Gregorio Ordóñez (PP), también asesinado por ETA el 23 de enero de 1995 al recibir un tiro en la nuca.