El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, finalizó hoy su visita a El Salvador, que ha estado enfocada principalmente en el combate a la Mara Salvatrucha (MS13), con una reunión con sus homólogos del Triángulo Norte centroamericano.
Antes de partir, el fiscal general Sessions aprovechó la visita para reunirse con sus pares de El Salvador, Douglas Meléndez; Guatemala, Thelma Aldana; y Honduras, Óscar Chinchilla, informó la embajada estadounidense en un comunicado en el que no dio cuenta de los temas abordados durante la cita.
Los tres países reciben cooperación de EE.UU. a través del Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, que busca atender las causas de la migración masiva hacia el país, enfrentar la violencia que azota a esta región y estimular las inversiones.
Sessions advirtió horas antes que los “tentáculos” de la pandilla MS13 llegan hasta el Capitolio y a Europa, donde “amenazan la vida y el bienestar de cada familia”.
“La MS13 tiene base aquí en El Salvador pero sus tentáculos alcanzan Centroamérica, Europa, a través de 40 estados de EE.UU. y dentro de las yardas del Capitolio”, dijo el fiscal, “no muy lejos de la sede de una de una de las más perversas y brutales pandillas en el mundo”.
Previo a la reunión con sus homólogos, el funcionario estadounidense participó en la graduación de 40 delegados de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Uruguay y El Salvador, “quienes completaron el Programa de Desarrollo de Liderazgo ofrecido por la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA)”.
Según el fiscal de EE.UU., con sus más de 40.000 miembros -incluidos 10.000 en EE.UU.- “la MS13 amenaza la vida y bienestar de cada familia donde sea que exista” porque “sus integrantes violan, roban, extorsionan y asesinan brutalmente”.
Sessions aprovechó la ocasión para alabar el trabajo de su homólogo salvadoreño por ordenar la detención de más de mil integrantes de diversas pandillas en los últimos días.
En una reunión la tarde del jueves, Sessions pidió al presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, hacer “énfasis” en los planes regionales de combate a las pandillas y narcotraficantes, que acechan esta zona del continente.
En abril pasado, el Gobierno de Donald Trump anunció el inicio de una política de “tolerancia cero” contra bandas criminales como la MS13, a la que las fuerzas del orden persiguen con el objetivo de bloquear sus fuentes de ingreso y menguar el número de pandilleros.
El Salvador es asediado por la MS13, el Barrio 18 y otras pandillas minoritarias que poseen más de 600 grupos en todo el país y a las cuales el Gobierno atribuye la mayoría de los crímenes.
A estas pandillas se atribuyen los altos índices de asesinatos que sitúan al país centroamericano como uno de los más violentos del mundo, con tasas de 103 y 81,7 muertes violentas por cada 100.000 habitantes en 2015 y 2016, respectivamente.