El peregrinaje del juez Elpidio José Silva por el banquillo de los acusados vivió este miércoles un nuevo y accidentado episodio. Silva apenas declaró unos minutos ante el juez instructor de la querella que contra él presentó la Fiscalía de Madrid a raíz del caso Blesa, que le puede costar al magistrado 20 años de inhabilitación. Se trata del segundo aplazamiento de la declaración del juez Silva.
Elpidio José Silva estaba citado a las 10 de la mañana en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pero no llegó hasta 45 minutos después. Según fuentes de su defensa, el motivo es que las partes estaban convocadas a las 10:00 para unas cuestiones previas a la declaración, entre ellas la solicitud de aplazamiento solicitada por los abogados de Silva, que alegaban no haber tenido tiempo de estudiar una causa con más de 17.000 folios. El juez instructor, Jesús Gavilán, dijo que sólo accedería al aplazamiento si estaban de acuerdo Fiscalía y el resto de las partes, que se expresaron en contra del mismo.
Silva accedió al tribunal cuando finalizaron esas cuestiones previas, según las citadas fuentes. El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, comenzó interrogándole: “¿Es usted juez?”, según informaron a eldiario.es fuentes presentes en la declaración. Ante la respuesta afirmativa de Silva, Moix le siguió preguntando, una a una, acerca de si era el autor de las resoluciones que son objeto de la querella. A la sexta o séptima pregunta del fiscal en ese mismo sentido, Silva asumió el criterio de su abogado, que le había recomendado con anterioridad que no declarara. El juez instructor interrumpió el interrogatorio y citó a las partes para una nueva sesión el próximo 16 de octubre a las 10 de la mañana. Silva esquivó a la prensa a su salida del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Moix, sin embargo, fue preguntado por los medios de comunicación si había temido que Silva no acudiera a declarar, a lo que el fiscal jefe de Madrid contestó que estaba “convencido” de su comparecencia “porque es un señor juez y es el primero que sabe lo que comporta no acudir a un llamamiento judicial”. Las declaraciones ante los medios de Moix serán puestas en conocimiento del instructor por la defensa de Blesa por si incurrieran en una revelación del secreto de las actuaciones.
Silva está acusado de dos delitos contra las libertades individuales por los dos autos en los que dictó prisión contra Blesa, la primera eludible con fianza y la otra de forma incondicional. También debe responder por prevaricación y retraso malicioso en la Administración de Justicia. Todo ello en el marco del caso que investiga la compra por Caja Madrid del City National Bank of Miami, en el tiempo en el que la entidad española estaba presidida por Miguel Blesa.
Se trata de una pieza separada de aquella que investiga el préstamo de Caja Madrid al Grupo Marsans cuando éste ya estaba en situación de quiebra. El que entonces era presidente de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, hoy en prisión, se ha personado en la causa contra Silva como acusación particular, al igual que Miguel Blesa.
La querella de la Fiscalía ante el Tribunal Superior de Madrid alega que Silva adoptó la prisión contra Blesa a instancias de Manos Limpias –a pesar de que el pseudosindicato no estaba personado en la causa de la compra del City National Bank– y que lo hizo a pesar de no haber riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas.
El Consejo General del Poder Judicial suspendió de sus funciones a Silva el pasado julio por cuatro meses debido a la supuesta comisión de dos faltas muy graves y una grave en el ejercicio de sus funciones, hechos en cualquier caso ajenos a la instrucción del 'caso Blesa'.