El Tribunal Supremo ha decidido confirmar la condena de dos años de cárcel de Teresa Feito, exasesora de la Comunidad de Madrid, por promover la falsificación de las actas del máster de Cristina Cifuentes. Los jueces han rechazado su recurso contra su condena por falsedad documental. Nadie recurrió la absolución de la expresidenta de la Comunidad de Madrid y la otra condenada, la profesora Cecilia Rosado que falisficó las actas a petición de Feito, tampoco recurrió su condena de un año de prisión.
La falsificación de estas actas, que la propia Cifuentes esgrimió ante la Asamblea de Madrid para defender su inocencia, llegó después de que elDiario.es revelase en exclusiva diversas irregularidades en la obtención de un máster en la Universidad Rey Juan Carlos. Sus notas habían sido modificadas para aprobar con notable asignaturas en las que previamente figuraba como no presentada, y su nota del Trabajo Fin de Máster también fue modificada de manera irregular por una funcionaria.
En plena tormenta política por la exclusiva de este periódico, la asesora de la Consejería de Educación, Maite Feito, obligó a la profesora Cecilia Rosado a elaborar unas actas falsas que demostraran que Cifuentes había acudido al máster y que todas sus notas estaban en regla.
La profesora, la asesora y Cifuentes fueron llevadas al banquillo pero tanto la Audiencia de Madrid como el Tribunal Superior de Justicia de la capital entendieron que la expresidenta no podía ser condenada: los jueces determinaron que tenía interés en obtener esos papeles falsificados pero no hay pruebas de que efectivamente instara su falsificación, como sí hizo Feito. La Fiscalía no recurrió la absolución de Cifuentes ante el Tribunal Supremo.
La sala de lo penal no tiene dudas el papel que jugó Feito a la hora de instar la falsificación para que la presidenta regional tuviese herramientas para defenderse. “La fuerte presión ejercida por la señora Feito durante todo el día sobre la señora Rosado constituye un comportamiento suficiente para contribuir decisivamente a su voluntad de cometer la falsedad”, dicen los jueces.
Esta sentencia implica que Feito no tiene que entrar obligatoriamente en prisión al ser su condena de dos años de cárcel y carecer de antecedentes penales, aunque ahora el caso entrará en fase de ejecución. En un primer momento sí había sido condenada a tres años de prisión pero el Tribunal Superior de Justicia rebajó su condena al entender que era profesora en excedencia y no en ejercicio cuando instó la falsificación del máster y sus actas.
Sentencia firme del caso
La resolución del Tribunal Supremo ponte punto y final judicial al caso máster poco más de cuatro años después de que elDiario.es revelase las irregularidades con las que Cristina Cifuentes obtuvo su máster en Derecho Autonómico y Local en la URJC. Los jueces declaran probado en firme que Cifuentes recibió el título en 2017 - cuando ya era presidenta de la Comunidad de Madrid - pero que tres años antes sus notas de una asignatura y del Trabajo Fin de Máster habían sido modificados de forma irregular.
La presidenta regional negó los hechos e, incluso, compareció en público y esgrimió unas actas que, según su versión, demostraban que todo era correcto. La realidad es que unas horas antes una reunión de emergencia en la Universidad para hacer frente a las informaciones de este periódico había desembocado en la única opción para negar la exclusiva: falsificar las actas. Según la Justicia, la iniciativa no partió de Cifuentes sino de Maite Feito, asesora de su ejecutivo, y quien ejecutó la falsificación fue la profesora Cecilia Rosado.
La maniobra de Feito ha quedado también documentada en firme para los jueces. “De forma insistente y agobiante la acusada, mediante llamadas y mensajes SMS al teléfono personal de la acusada Cecilia Rosado, hasta en 15 ocasiones, indicándole que aquella situación debería quedar resuelta como fuere”, dicen los jueces. Unas pocas horas después de esa reunión y de esa presión, Cifuentes grababa un vídeo desde su despacho en Sol: “A quienes queréis que me vaya: no me voy, me quedo, voy a seguir siendo vuestra presidenta”, decía mientras calificaba de “falsedades, mentiras o medias verdades” las informaciones que ahora avala el propio Tribunal Supremo.
Cifuentes dejó finalmente el Gobierno regional madrileño después de la publicación de un vídeo en el que se podía ver cómo la entonces vicepresidenta de la Asamblea de Madrid sustraía unas cremas en un supermercado. Se sentó en el banquillo por las irregularidades del máster, finalmente, en el año 2020 y la Audiencia Provincial estableció su absolución: “Sin obviar el interés de este en tener toda la documentación que justificara la regularidad en la obtención de su máster, nada se ha probado sobre que impulsara, sugiriera o presionara para la falsificación del documento en cuestión”, dijo la Audiencia de Madrid.