Pedro Pacheco, condenado hoy a cinco años y seis meses de cárcel por el Supremo, fue absuelto en 1988 por este mismo tribunal del delito de desacato por el que había sido castigado por la Audiencia Territorial de Sevilla en relación con su afirmación de que “la Justicia es un cachondeo”.
El alto tribunal entendió que Pacheco había hecho “crítica política” por lo que resolvió a favor del derecho a la libertad de expresión, al contrario de lo que había considerado la Audiencia.
El tribunal sevillano le había condenado a dos meses de arresto mayor, multa de dieciséis días e inhabilitación absoluta de seis años y un día, pena que, de ser confirmada, le habría impedido ejercer como cargo político durante ese tiempo.
Los hechos que dieron origen al proceso ocurrieron el 30 de Enero de 1985, después de que la Audiencia Territorial de Sevilla revocara una orden municipal para derribar el chalet del cantante Bertín Osborne en Jerez.
Al tener conocimiento de esta decisión judicial Pacheco dijo que “la justicia es un cachondeo” y pidió que se investigara la existencia de “complacencias y connivencias (..) entre algunos magistrados y los abogados defensores”, debido a que el auto de la audiencia era conocido desde una semana antes -dijo él- por los abogados del cantante.