En el PSOE algunos dirigentes se atreven a pronosticar porras del resultado de las primarias. Los partidarios de Susana Díaz la dan por vencedora, aunque algunos reconocen temores ante el avance que ven en Pedro Sánchez. Las maquinarias de los aparatos que apoyan a la presidenta andaluza trabajan ya a todo gas. Entre algunos de los que dan por segura la victoria de Díaz surge una preocupación: que sea derrotada en el cómputo global sin contar a Andalucía.
¿Qué pasa si se suman los votos de los militantes de toda España, excepto de la federación andaluza, y Díaz no queda en primera posición? En la práctica nada, evidentemente. Pero algunos dirigentes sostienen que sería una victoria agridulce y que, hasta cierto punto, quedaría “deslegitimada”.
Los 'susanistas' dan por hecho que Díaz arrasará en Andalucía. Es la federación más poderosa -tiene en torno al 25% del censo total del PSOE- y más compacta, por lo que dan por hecho que le dará un “colchón” para vencer las primarias pese a la división en el resto de territorios. No obstante, tanto los equipos de Pedro Sánchez como de Patxi López creen que tendrá un “roto” mayor del que espera.
Pero el reto de Díaz no es solo arrollar su federación sino también vencer en la suma total del resto de federaciones. El espejo en el que miran los socialistas es el resultado de las primarias de 2014. Entonces Sánchez se impuso a Eduardo Madina por 16.051 votos. Pero la ventaja se redujo sin contar a Andalucía: en el resto de España el exsecretario general solo logró 3.396 votos más.
A quienes preocupa que la victoria de Díaz sea gracias a Andalucía siendo derrotada en el resto de España creen que reforzaría el discurso de los que ven a la presidenta andaluza incapaz de llegar con su discurso a los votantes del norte. Para algunos socialista, ese resultado sería la prueba de que no tiene el mismo tirón en Andalucía que en el resto de España.
En el 'susanismo' más oficial sienta muy mal ese argumento. Dirigentes andaluces próximos a Díaz critican ese intento de lo que consideran es minusvalorar al sur frente al norte más industrializado y urbano. La propia Díaz ha hecho algunas alusiones a quienes buscan descalificarla con la división norte-sur.
¿Quién está con quién?
“Es muy difícil contar, más que nunca”, admite un buen conocedor del funcionamiento de los congresos socialistas. Es una afirmación compartida por buena parte del partido. Muchos dirigentes admiten que los cuadros antes movilizaban bloques homogéneos, pero ahora perciben que ese funcionamiento ha cambiado.
Atendiendo al sistema tradicional en el que los militantes seguían generalmente las instrucciones de los aparatos, Díaz compite con ventaja. Tiene de su parte a la mayoría de secretarios provinciales y también a los presidentes socialistas, excepto la balear Francina Armengol, que apoya a Patxi López. Sin embargo, con el actual estado de las filas socialistas, algunos 'susanistas' temen que determinadas federaciones se puedan dar la vuelta.
La Comunidad Valenciana es una de las federaciones que más preocupa por el resultado. A pesar de que la dirige Ximo Puig, en su entorno no descartan que Sánchez pueda imponerse por la fuerza que tiene en Valencia -por el control por el secretario provincial, José Luis Ábalos- y también tiene de su parte al secretario provincial de Alicante David Cerdán. No obstante, el resultado en esta provincia puede decantarse hacia Díaz porque Cerdán “está en minoría”, según fuentes socialistas. El alcalde alicantino, Gabriel Echávarri, está del lado de la andaluza. Fuentes socialistas también creen que Castellón puede ganar Sánchez. En Asturias también se pronostica un resultado partido.
Otra de las federaciones más numerosas y con división es Madrid. Sara Hernández se ha posicionado con Patxi López junto con destacados dirigentes, como Rafael Simancas o Manolo Robles. Aunque Hernández da por hecho que el vasco ganará en Madrid, la cosa puede estar muy empatada: Díaz cuenta con el apoyo del que fue rival de Hernández, Juan Segovia, del 'tomasismo' y el 'carmonismo'. De la ejecutiva también tiene el apoyo de dirigentes como la diputada y activista feminista Ángeles Álvarez y del alcalde de Móstoles, David Lucas, que pugna por competir contra Hernández por la secretaría general regional. Sánchez se ha quedado sin 'aparato', aunque tiene respaldo también de miembros de la dirección, como los diputados Daniel Viondi o Isaura Leal.
A pesar de la declarada neutralidad de la dirección del PSC, ya se van viendo movimientos en Cataluña, donde hay 14.000 militantes. Fuentes de la dirección señalan a Sánchez como gran vencedor, aunque los de López dicen que “van bien” -el exlehendakari ha estado ya varias veces de campaña-. Se ha sumado a Meritxell Batet, que fue de la máxima confianza de Sánchez, o al eurodiputado Javi López.
En el equipo de Díaz admiten que es el territorio donde tiene más dificultades, aunque se ve más fuerte en el Baix Llobregat. La presidenta andaluza ha aprovechado el tirón de Eduardo Madina y José Luis Rodríguez Zapatero entre la militancia catalana.
En Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón se da por hecho ganará Díaz por el apoyo que tiene de los presidentes –Emiliano García-Page vinculó directamente su continuidad a la victoria de la andaluza– y también de los aparatos provinciales. Solo Albacete está dirigida por un 'sanchista'. En el territorio de Javier Lambán también dan por hecho que vencerá Díaz, aunque Sánchez tiene poder en Zaragoza capital.
Castilla y León es una de las federaciones con más colores. El secretario general, Luis Tudanca, está entre Pedro Sánchez y Patxi López, aunque es de los que piensa que el exlíder socialista tiene más posibilidades de imponerse a Díaz si hubiera una candidatura única (ya descartada). En Valladolid es donde Sánchez tiene una mayor potencia -le apoyan tanto el alcalde, Óscar Puente, como el secretario provincial, Javier Izquierdo-. Díaz tiene como principal valedora a la diputada Soraya Rodríguez, que preside la organización regional. Burgos está con López: al vasco le apoyan el portavoz municipal, Daniel de la Rosa, y la líder provincial y diputada en el Congreso, Esther Peña. El resto de secretarios provinciales están con la presidenta andaluza.
También Galicia tiene dirigentes divididos. Díaz tiene el apoyo de Abel Caballero, el poderoso alcalde de Vigo, y del exministro José Blanco, y ha conseguido ponerles de acuerdo con su enemigo Pachi Vázquez. La presidenta de la gestora, Pilar Cancela, está de perfil, pero en el equipo de López aseguran que está de su parte. El exlehendakari tiene cuadros en Lugo mientras que Pedro Sánchez tiene de su parte al líder en Coruña.
En la candidatura de López esperan apoyo cerrado en Euskadi. No obstante, fuentes socialistas creen que Sánchez tendrá bastante respaldo mientras que Díaz lo da por perdido, pese a contar con el respaldo de Madina y del diputado Javier Lasarte. De hecho, la presidenta andaluza apenas hará campaña vasca. El número dos del PSOE en Navarra, Santos Cerdán, es uno de los hombres fuertes de la candidatura de Sánchez.
División Sánchez-López
En el proceso de primarias en el que el PSOE lleva inmerso prácticamente desde octubre, cuando dimitió Sánchez, se ha puesto de manifiesto la propia división dentro del que fue el equipo de apoyo al entonces secretario general. Quienes permanecieron de su parte cuando dimitieron 17 miembros de la ejecutiva -hoy todos con Díaz-, están repartidos entre Sánchez y López, a excepción del navarro Roberto Jiménez que apoya a la andaluza.
Junto al vasco se han posicionado el que fue número dos de Sánchez, César Luena, Meritxell Batet, el responsable de Economía, Manuel de la Rocha; la murciana María González Veracruz, y Armengol, que era vocal en la ejecutiva. Óscar López, que uno de sus principales hombres de confianza, es jefe de gabinete del exlehendakari. Pilar Lucio y Eva Díaz Tezanos se mantienen en un segundo plano pero en el equipo de López las cuentan como suyas.
Sánchez ha mantenido el apoyo cerrado de las asturianas Adriana Lastra y María Luisa Carcedo; del leonés Ibán García del Blanco; la eurodiputada Iratxe García; de la andaluza María Luisa Faneca y, de Susana Sumelzo. Carmen Montón y Pere Navarro no se han posicionado. La dirigente valenciana, muy próxima a Sánchez, se enfrentó a Ximo Puig en septiembre, cuando él dimitió de la dirección y ella, consejera de su gobierno, se mantuvo fiel a Sánchez.