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Susana Díaz culpa de que no haya Gobierno al “ensimismamiento” de los partidos

Susana Díaz ha reaparecido este miércoles en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum. Lo ha hecho tras dos años sin participar en uno de estos eventos en la capital, como ha recordado en su discurso, pero cree que ha llegado la hora de “romper ese silencio”. La presidenta andaluza ha criticado a todos los partidos por haber sido incapaces de llegar a un acuerdo para formar Gobierno, aunque ha asegurado que el PSOE de Pedro Sánchez lo ha hecho con “más ahínco” y por lo menos puso en marcha el proceso constitucional sometiéndose a la investidura. “Ha habido demasiados ensimismamientos que contrastaban con el desasosiego y el desánimo de los ciudadanos que buscaban un Gobierno que diera solución a sus problemas”, ha expresado la dirigente socialista sobre los factores que han provocado la repetición de las elecciones.

“Lamentablemente no hemos dado muchos motivos de cara a la próxima celebración de las elecciones de que estemos a la altura”. “España no se merece estar seis meses más sin Gobierno, no se merecen la interinidad, la inseguridad y la inestabilidad. Hace falta que todos, y yo me incluyo, seamos más generosos con nuestra tierra y le demos un futuro mejor”, ha expresado Díaz en el Hotel Ritz, que ha habilitado dos salones extra para acoger a los invitados. Pedro Sánchez no ha asistido al discurso se la presidenta andaluza porque ha organizado un viaje a Alemania, donde se reunirá con el ministro de Economía del país que preside Angela Merkel, visitará un centro de refugiados y se encontrará con emigrantes españoles.

Sí han acudido la presidenta del PSOE, Micaela Navarro, el secretario de Organización, César Luena, y un importante número de dirigentes socialistas, entre ellos Eduardo Madina, que recompuso sus relaciones con Díaz meses después de que Sánchez le venciera en las primarias por el liderazgo del partido gracias al apoyo de la potente federación andaluza. Díaz, que presionó a Sánchez para que mejorara la posición del exdirigente vasco en las listas para garantizarle un escaño, ha asegurado que “Eduardo donde esté suma”. “Hay veces que estamos de acuerdo, otras discrepamos, pero es, de esta generación del PSOE, de las cabezas más brillantes”, ha señalado.

La presidenta andaluza ha evitado las polémicas internas que han protagonizado los socialistas desde el 20D y tampoco ha querido revelar cuáles serán sus intenciones tras el 26J. En el PSOE dan por hecho que si Sánchez sufre un nuevo batacazo electoral, Díaz dará la batalla por liderar el partido. “Quien esté pensando en lo interno no se está dando cuenta de la situación que atraviesa España y no voy a perder ni un minuto en cuestiones internas. No sé hacer otra cosa cuando llegan las elecciones que intentar ganarlas”, ha respondido.

Irá a la investidura de Sánchez “cuando gane”

Tampoco ha querido plantear un escenario en el que el PSOE no sea la primera fuerza, que es la condición que ha impuesto a Sánchez, a quien recuerda que, con 90 escaños, no tiene la fuerza suficiente para gobernar. Así, ha eludido contestar a las preguntas de los periodistas sobre cuál será su posicionamiento en el caso de que los socialistas tengan que abstenerse en favor del PP para que haya Gobierno.

“Lo que quiero es, cuanto antes después del 26 de junio, poder asistir a la investidura de mi compañero Pedro Sánchez porque haya ganado las elecciones”, ha afirmado antes de reprochar que no se le pregunte al PP qué hará si el PSOE es primera fuerza comparándolo con el “bloqueo” que provocó durante 80 días en Andalucía tras su victoria el 22 de marzo de 2015.

Dentro de la prudencia de precampaña que se ha impuesto en el PSOE, Díaz ha reiterado que dejará a un lado las cuestiones internas, pero no ha cerrado la puerta a presentarse en el próximo Congreso en el que el PSOE revisará el liderazgo del partido: “Hemos aplazado del debate orgánico”. No obstante, ha lanzado un mensaje para después de las elecciones: los socialistas tendrán que abrir un “proceso de reflexión interna”.

La presidenta andaluza, que es una de las dirigentes socialistas más beligerante contra Pablo Iglesias, no ha querido dar su opinión sobre la entrada del PSC en el Gobierno de Ada Colau y la reflexión del PSOE madrileño sobre su posible participación en el futuro en el de Manuela Carmena. “Mi responsabilidad acaba en Despeñaperros”, ha zanjado Díaz, que ha aprovechado, no obstante, para repetir que “Podemos tiene muchas almas y no todos los Podemos son iguales”. “No todos defienden lo mismo y no con todos se puede dialogar de la misma manera. El PSOE tiene que analizar con quién se puede entender y con quién no” dentro de la formación de Iglesias, según ha aseverado.

Díaz no solo se ha referido a la situación política ante la repetición electoral y las cuestiones orgánicas del PSOE. En su discurso, ha abordado los que considera los principales problemas y retos para España que, a su juicio, requieren “grandes soluciones que pasan por alcanzar acuerdos”. Así, ha mostrado su preocupación por la “tómbola fiscal” y ha pedido que se llegue a un acuerdo entre Hacienda y las comunidades autónomas.

Además de los problemas económicos, como el desempleo o la pobreza, Díaz ha mostrado “indignación” ante la actitud del Gobierno ante los problemas de los refugiados. También ha recalcado que el TTIP debe ser una “oportunidad” para una nueva gobernanza global, que incluya, por ejemplo, el fin de los paraísos fiscales. Díaz ha advertido de que en Europa hay que hacer frente a “dos fantasmas”: el de los “populismos” y el los secesionistas.