Bangkok, 12 abr (EFE).- El Gobierno de Tailandia pidió este viernes “paz y diálogo” en Birmania (Myanmar) después del aumento de los combates en la frontera a raíz de la toma de la estratégica localidad birmana de Myawaddy por las fuerzas antijunta.
Así lo indicó el ministro de Asuntos Exteriores tailandés, Parnpree Bahiddha-Nukara, que se desplazó hoy a la ciudad de Mae Sot, la cual comparte frontera con Myawaddy, que las fuerzas rebeldes dicen que lograron capturar el jueves tras varios días de lucha.
En declaraciones a los medios retransmitidas por The Reporters, Parnpree señaló que su Gobierno ha creado un grupo especial de trabajo para abordar la crisis en la frontera y que están listos para acoger a los refugiados que huyan de las hostilidades.
“Nos gustaría ver paz y diálogo (...) No queremos ver violencia allí”, dijo el ministro, que apostilló que se trata de un “asunto interno” de Birmania.
También precisó que el Ejército tailandés está preparado para cualquier incursión en su territorio, aunque subrayó que de momento la situación en la frontera se encuentra tranquila.
La víspera, el primer ministro, Srettha Thavisin, indicó que aviones F16 de la Fuerza Aérea están listos para intervenir en caso de potenciales incursiones en el espacio aéreo tailandés, según informó el medio Thai PBS.
El Ministerio de Defensa publicó el pasado 7 de marzo una orden para la interceptación de aeronaves en la frontera y garantizar la seguridad en la frontera, después de que el Ejército birmano usara aviones MiG-29 de fabricación rusa para atacar a los rebeldes en la frontera.
La guerrilla antijunta Ejército de Liberación Nacional Karen afirmó el jueves que logró tomar, con ayuda de milicias prodemocráticas, la última base del Ejército birmano en torno a Myawaddy.
Se trata de un punto estratégico de intercambio comercial con Tailandia por el que en 2023 pasaron en 2023 bienes valorados en unos 1.100 millones de dólares (más de 1.010 millones de euros).
La guerrilla karen intensificó los combates en torno a Myawaddy la semana pasada con ayuda de la Fuerzas de Defensa del Pueblo, el brazo armado del Gobierno de Unidad Nacional (NUG), formado por políticos y activistas prodemocráticos y que se considera el representante legítimo del país.
A lo largo del pasado fin de semana, al menos 600 soldados birmanos y sus familiares cruzaron a Tailandia, según los medios tailandeses, aunque no está claro su paradero actual.
El régimen birmano pidió permiso a Tailandia para enviar varios aviones para recoger a los soldados y sus familiares, pero sólo llegó un avión a Tailandia el domingo y regresó más tarde sin ningún pasajero, según aseguró el Ministerio de Exteriores tailandés.
En los últimos meses la junta militar ha perdido el control de ciudades fronterizas con China e India a raíz de la ofensiva de varios grupos armados opositores, lo que se ha traducido como un signo de aparente vulnerabilidad del poderoso Ejército birmano desde el golpe de Estado militar del 1 de febrero de 2021.