“No confíen en las encuestas”. José Félix Tezanos, director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), ha descolocado con esa frase a los diputados que le escuchaban en su comparecencia en el Congreso. En su intervención ha defendido los cambios introducidos en la empresa pública de encuestas, pero ha insistido en que debe darse menos importancia a los barómetros que publica y a los sondeos en general: “Son modelos de medición muy relativos, el fetichismo sobre las encuestas puede llevar a errores notables”.
Ha citado por ejemplo el Brexit o las elecciones chilenas, donde se tomaron decisiones basadas en encuestas que demostraron estar muy alejadas de la realidad. “Adivinar lo que va a votar gente que no sabe lo que va a votar es labor de adivinos, no se sociólogos científicos”, ha insistido. Se ha sacudido también las críticas sobre la supuesta manipulación de los datos: “Si falsificara un dato, yo dejaría de investigar ¿Qué sentido tiene engañarte? Investigas para saber qué se piensa.”
Tezanos se ha sentado en la butaca de comparecientes de la Comisión Constitucional tras haberlo pedido él mismo y algunos grupos. Al inicio de su intervención ha defendido su trayectoria profesional: “Algo representaba en la sociología”. Ha asegurado que ha hecho más de un centenar de investigaciones científicas, tres oposiciones, ha publicado 82 libros y 150 monografías científicas. Así, ha asegurado que no es un hándicap pertenecer a un partido para dirigir el CIS.
“No se le puede decir al sociólogo que no tenga ideas, el consenso en la sociología es que se sepa cuáles son las ideas, y que la falta de neutralidad de origen no se confunda con la falta de neutralidad en el ejercicio”, ha añadido.
A partir de ahí ha pasado a defender los cambios que ha introducido en el CIS desde que lo preside tras la moción de censura de junio de 2018. Por ejemplo, ha argumentado que ahora se hacen más de 3.000 entrevistas -frente a las 2.500 que se hacían antes- porque hasta un 40% de los ciudadanos a los que se pregunta no contestan. Eso provocaba hasta ahora “universos estadísticos muy pequeños que hacían irrelevante la entrevista”, así que ha defendido ese cambio como “una mejora objetiva”.
También ha defendido que ahora los barómetros se publiquen cada mes y no de manera trimestral. “En sociedades muy estancas se podía hacer eso, pero en la sociedad española de los últimos cinco o siete años yo creo que es enriquecer la información que tiene la sociedad”, ha resaltado.
El modelo anterior del CIS estaba “desfasado”
Pero los cambios que han suscitado mayor debate entre los sociólogos y más polémica entre los políticos es el cambio en la denominada cocina del CIS: la estimación del voto que se hace a partir de las respuestas de los encuestados. Tezanos ha defendido que el modelo que se usaba hasta ahora había quedado “desfasado” porque se basaba en el recuerdo del voto a fin de destapar “el voto oculto al PP”.
“Había cinco modelos considerando distintas variables pero todos basculando sobre el recuerdo de voto, el futuro se explicaba por el pasado. Funcionaba con un sistema de partidos muy reducido, el surgimiento de nuevos partidos modifica completamente eso”, ha explicado.
Así, ha explicado que un grupo de trabajo se propuso crear un nuevo modelo al que se ha llamado V108 porque “utiliza 108 variables como la trayectoria del voto, probabilidad de votar o no, opinión sobre los líderes políticos o identificación con espacios ideológicos políticos”.
Tezanos ha afirmado que el modelo se ha testado en dos ocasiones: “Lo hemos verificado en dos campañas electorales con encuestas hechas un mes o más antes de las elecciones. En abril calcamos los datos, en noviembre se falló en el número de escaños”. Ha defendido también que los barómetros incluyan el dato directo de intención de voto, sin aplicar el modelo: “Desconfíen de las encuestas que no dan los datos primarios”.
Sobre los bulos: “Hay que preguntar de todo”
También ha dedicado una parte de su intervención a hablar sobre la polémica pregunta de los bulos que se incluyó en el barómetro de abril. Ha justificado esa pregunta porque ahora mismo se habla de “qué hacer con los bulos” y ha citado algunos relacionados con el coronavirus que han causado “un daño objetivo”. Ha añadido que “hay que preguntar de todo” y que la sociología “no puede autocensurarse”.
“Sabemos de elecciones en las que los bulos han intervenido activamente” ha añadido, ha justificado la acción de la Guardia Civil contra las fake news y ha descartado que se busque con esa pregunta limitar la libertad de prensa.
“Ha convertido el CIS en un instrumentos más al servicio de la propaganda del Gobierno”, ha dicho el diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro, el más crítico de los portavoces parlamentarios con la labor de Tezanos. Ha pedido su dimisión inmediata, como también ha hecho el representante de Vox.
El resto de los portavoces parlamentarios, entre críticas sobre el uso político del CIS o el desprestigio de la institución, han coincidido en señalar el hecho de que ya no se pregunte por la valoración de la Monarquía, más aún cuando arrecian los escándalos sobre el rey emérito. Tezanos ha asegurado que no se dejó de preguntar porque cayera su prestigio porque lo hizo igual que el del resto de instituciones y ha argumentado que nunca aparece entre las principales preocupaciones de los ciudadanos.