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Toda la presión sobre Casado a unas semanas de que el Supremo decida si le imputa por su máster

Toda la presión sobre Casado, a unas semanas de que el Supremo decida sobre su máster.

Irene Castro / Pedro Águeda / Sofía Pérez Mendoza

Nada más entregar la cabeza de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, y de “perder a una amiga como ministra”, como lamentó el presidente Pedro Sánchez en la sesión de control al Gobierno, el PSOE y el Gobierno han movido ficha para colocar toda la presión al líder del Partido Popular, Pablo Casado. El PSOE ha pedido la renuncia del líder del PP, y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, advirtió desde su escaño que si no hubiera aforamientos en España para los diputados, “Casado ya estaría imputado” como algunos de sus compañeros de su máster.

La portavoz Dolors Montserrat reaccionó indignada pidiendo que se retirasen las palabras de la ministra del Diario de Sesiones, pero lejos de hacerlo, Delgado insistió en la misma idea: si Casado no está siendo investigado con los indicios que hay es porque solo el Supremo puede hacerlo y este tribunal todavía no ha decidido.

De hecho, lo hará en las próximas semanas, porque el tribunal ya ha recibido la exposición razonada de Carmen Rodríguez Medel, la juez que investiga las irregularidades del máster de la Universidad Rey Juan Carlos, y que ha visto indicios de prevaricación y cohecho impropio en las actuaciones de Casado cuando se matriculó en el máster siendo diputado de la Asamblea de Madrid. La Fiscalía será la primera en pronunciarse sobre el líder del PP y después decidirá una sala integrada por cinco magistrados, cuatro de ellos de perfil conservador y una progresista. Las fuentes consultadas apuntan a que su pronunciamiento se adoptará a comienzos de octubre.

En su exposición razonada, Rodríguez-Medel concluye que al hoy presidente del PP le regalaron el título “a modo de prebenda o dádiva”. Casado obtuvo el máster sin ir a clase, siéndole convalidadas todas las asignaturas a excepción de cuatro, que aprobó con sobresaliente con otros tantos trabajos que sumaban entre todos 92 páginas. La jueza cree que Casado es autor de un delito de cohecho impropio, por haberse beneficiado del máster, y que es cooperador de la prevaricación administrativa.

El Partido Popular ha dejado claro que su nuevo líder no dimitirá ni siquiera en el caso de que el Supremo decida imputarlo por las irregularidades de su máster. Si durante el caso Montón se han mostrado tibios y han evitado pedir la renuncia de la ministra, una vez que se ha producido, diferentes cargos populares se esfuerzan en intentar marcar diferencias con el asunto de Casado.

El argumentario desplegado por los conservadores se basa en que, en el caso de su líder, no se han acreditado ni “plagios, ni falsedad documental ni manipulación de las notas”, como ha defendido este miércoles el vicesecretario Javier Maroto en una entrevista en la Cadena Ser. El cordón sanitario en torno a Casado también trata de presentarlo como una persona “inocente” sobre la que la investigación judicial terminará demostrando que es una “víctima”. De momento, el líder popular continúa negándose a entregar sus trabajos a la prensa, como también hizo Carmen Montón, y Maroto asegura que esto solo es reversible si el Supremo se lo pide porque “siempre ha colaborado”.

El PP protege a Casado

Mientras sus compañeros de partido han salido a defenderle, Casado directamente ha obviado el asunto de la dimisión de Montón en la sesión de control. No ha hecho ninguna referencia al asunto y solo, preguntado por los periodistas, ha asegurado que está “muy tranquilo” porque su caso no tiene “nada que ver” con el de Montón. Su hoja de ruta a partir de ahora será, además de tratar de marcar distancias con la exministra, evitar que se hable de los estudios de otros al menos hasta que haya un pronunciamiento del Tribunal Supremo. En esta línea, Casado ha evitado pronunciarse también sobre el otro tema del día, que ha sacado a relucir Ciudadanos: la tesis de Sánchez. Su argumento es que mientras se habla de eso, se obvian otros temas relevantes que afectan al Ejecutivo.

El partido liderado por Albert Rivera ha intentado hacer de la polémica con la tesis del presidente del Gobierno el tema del día para evitar mirar a Pablo Casado. Tras un tenso careo con Sánchez, Rivera solo ha dedicado una escueta frase al asunto del máster de Casado. “Si estamos ante el caso Montón, Cifuentes y Casado no podemos estar ante un caso presidente”.

La tibieza de Ciudadanos no se ha reproducido en las filas de ningún otro gran partido. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha advertido que “la pelota está en el tejado de Pablo Casado” y ha instado al líder del Partido Popular a mostrar todos los trabajos relacionados con su máster para certificar su regularidad.

El PSOE, una vez consumada la salida de Montón, ha pasado al ataque y ha pedido la dimisión del líder conservador. Los socialistas han dado un giro a su discurso tras la renuncia de la ministra de Sanidad, a la que señalan como muestra de “ejemplaridad”, a pesar de que inicialmente Pedro Sánchez apostaba por mantenerla en su cargo. “La exigencia ética en democracia se ha ejemplificado con la dimisión de la ministra Carmen Montón”, ha expresado Adriana Lastra en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso: “Lo que ha hecho la compañera Carmen Montón es indicarle el camino a Pablo Casado”.

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