El extesorero del PP Luis Bárcenas ha asegurado que el abogado Javier Iglesias le ofreció fabricar otros papeles de la supuesta contabilidad del PP, distintos a los que acababa de publicar El País en 2013, para crear confusión y poder denunciar una maniobra para perjudicar al partido.
El abogado al que ha señalado Bárcenas es Javier Iglesias, el mismo que acudió a la cárcel a ofrecerle que no tirara de la manta a cambio de separar del caso a las fiscales de Gürtel, de ceses en la Policía y de que Alberto Ruiz-Gallardón dejara de ser ministro de Justicia. Igualmente es el abogado al que los policías de la Operación Kitchen atribuyen hilo directo con Mariano Rajoy en distintas grabaciones incorporadas a la causa.
Bárcenas ha contado que a esa reunión en el despacho de Iglesias asistió el fallecido Álvaro Lapuerta, que fue tesorero del PP entre 1993 y 2008, y Ana Gutiérrez, esposa del que fuera vicepresidente de la junta de Castilla y León Jesús Merino, condenado por la Gürtel. “Me plantearon que volviera a repetir esos documentos pero variando los conceptos para crear la duda y hacer ver que existía una manipulación de alguien para perjdicar al PP”, ha dicho Bárcenas. Cuando el fiscal Antonio Romeral le ha preguntado exactamente quién le hizo ese ofrecimiento ha dicho que fue Iglesias, “interlocutor del PP respecto a mí”.
Luis Bárcenas también ha dicho que le ofreció 500.000 euros de dinero negro que aportarían empresarios para saldar el contencioso laboral que mantenía con el partido y que él se negó porque la cantidad que consideraba le era adeudada eran 975.000 euros y que solo los aceptaría “oficialmente y no en B”.
Sobresueldos opacos
Durante el interrogatorio, el extesorero ha reafirmado que recibieron sobresueldos con dinero negro procedentes de la contabilidad paralela el PP al expresidente Mariano Rajoy, la ex secretaria general María Dolores de Cospedal y los exministros Federico Trillo, Ángel Acebes, Javier Arenas, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y Francisco Álvarez Cascos, al que ha señalado como quien instauró ese sistema de retribuciones opacas.
Según ha detallado, miembros de la cúpula partido empezaron a cobrar dinero en sobres tras la victoria de José María Aznar en 1996. Hasta entonces, estos altos cargos venían recibiendo cantidades en concepto de gastos de representación que sí se pagaban de la caja oficial para compensar su dedicación al partido. Pero, al ser nombrados miembros del Gobierno, la ley de incompatibilidades impedía que siguieran cobrando ese dinero de forma regular. Es entonces cuando, siempre según Bárcenas, se puso en marcha este sistema de retribuciones opacas. “La propuesta que recibe el tesorero es que a partir de ese momento no reciban menos dinero neto del que venían recibiendo. Había que complementar con fondos de la contabilidad extracontable”, ha afirmado a preguntas del fiscal.
El extesorero ha asegurado que los sobresueldos a dirigentes del PP con dinero de la caja B se mantuvieron hasta 2008, si bien ha relatado la existencia de otros dos pagos en 2010. Bárcenas ha afirmado haber entregado ese año 25.000 euros a Rajoy y a Cospedal, un pago que habría hecho tras recibir ese importe del gerente del partido en Galicia, que había generado en años anteriores una deuda con la formación a nivel nacional. “Me trae 50.000 euros que yo procedo a meter en dos sobres, 25 y 25. Y como desde el último apunte de 2008 la secretaria general y el presidente no habían recibido nada porque habíamos dejado la caja a cero, les doy un sobre a cada uno con la mitad y ellos sabrán lo que tienen que hacer”, ha señalado.
El fiscal Antonio Romeral ha dedicado un espacio de su primera parte de interrogatorio a Bárcenas a cuestionar algunas anotaciones de los papeles que dieron origen al caso de la caja B. Una de ellas es un pago de sobresueldos a Rajoy, pese a que éste no está acusado y solo declarará como testigo.
Bárcenas había reconocido una modificación relacionada con el siguiente episodio: Lapuerta iba a entrevistarse con Rajoy y quería mostrarle las anotaciones, por lo que el acusado modificó donde aparecía el nombre de Gonzalo Urquijo, el arquitecto de la reforma, por sus iniciales, G.U. Esto aparecía en la última hoja del saldo de 2008. “No hay ninguna otra modificación”, ha dicho Bárcenas.
Sin embargo, el fiscal ha insistido y Bárcenas ha reconocido que, sin alterar cantidades, introdujo una anotación al lado de una de ellas que aludía a Rajoy, sin que eso significara que la entrega no se hubiera hecho. Bárcenas ha explicado que Lapuerta quería hacer ver a Rajoy que él también aparecía en esa contabilidad extraoficial.
No habrá careo con Rajoy
Previamente, durante la resolución de las cuestiones previas, el tribunal de la caja B ha rechazado la posibilidad de que Rajoy y Bárcenas se enfrenten en un careo si sus declaraciones a lo largo de la vista son contradictorias, como había solicitado la defensa del extesorero. El presidente del tribunal ha explicado que el careo es una figura “excepcional” que se practica en fase de instrucción y no en los juicios ya que si, como en este caso, son acusado y testigo los que hacen afirmaciones contradictorias es al tribunal a quien le correspondn “valorar la credibilidad” de las mismas.
Por otra parte, el tribunal ha aceptado las declaraciones de los periodistas Eduardo Inda y Francisco Mercado por el conocimiento que podrían tener de una grabación en la que el fallecido Álvaro Lapuerta confirmaría el pago de sobresuedos a dirigentes del PP. De acuerdo al contenido de la declaración de los citados periodistas se decidirá si comparecen después Ernesto Ekaizer y Marisa Gallero.
En la vista que se ha reiniciado este lunes se juzga el pago de una parte de la reforma de la sede de Génova con dinero negro de la caja B y si el PP cometió delito fiscal por no tributar los 1.055.000 euros que recibió de supuestas donaciones ilegales de empresarios al partido en 2008. La vista se ciñe a los hechos del ejercicio fiscal de 2008 porque es el único no prescrito cuando se inició la investigación.
El más alto responsable del Partido Popular que se sienta en el banquillo de los acusados es Bárcenas, que ha adelantado su confesión. Los otros cuatro acusados son Páez, su ayudante en los tiempos de la Gerencia y gerente cuando él ascendió a tesorero, y tres responsables del estudio de arquitectura encargado de la reforma: los socios de la empresa, Gonzalo Urquijo y Belén García, y la empleada Laura Montero.
El plato fuerte del juicio, que celebrará hasta el mes de mayo con un par de periodos de descanso, será sin duda la comparecencia de los testigos. Está previsto que comparezcan los expresidentes del PP Mariano Rajoy y José María Aznar y los ex secretarios generales María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Francisco Álvarez Cascos y Ángel Acebes.
La respuesta de Cospedal
Precisamente este lunes, Cospedal ha acusado a Bárcenas de “mentir” sobre los pagos en sobres que recibió con dinero de la contabilidad B del partido y ha subrayado que en el pasado ya fue condenado tras unas declaraciones similares a indemnizarla con 50.000 euros por “intromisión ilegítima” en su derecho al honor y al pago de las costas judiciales, pero no ha cumplido. En un comunicado, Cospedal ha recordado que en su día ya presentó una demanda contra Bárcenas por vulneración de su “derecho al honor” a raíz de “declaraciones del mismo tenor” que dio lugar a la sentencia de 5 de febrero de 2015 de la Audiencia Provincial de Toledo, informa Europa Press.
Según ha recordado, ese fallo condena al demandado “por intromisión ilegítima” en el derecho al honor, “con la obligación de cesar en dicha intromisión y a la publicación a su costa de la sentencia en dos diarios de tirada nacional”. “Además fue condenado indemnizar a la demandante, la cantidad de 50.000 euros, imponiéndole el pago de costas, nada de lo cual fue cumplido por el condenado”, ha asegurado, para señalar además que esa sentencia fue recurrida por el extesorero ante el Tribunal Supremo en casación pero fue “rechazado por auto de inadmisión de 6 de julio de 2016”. “Por tanto, esta persona, en el seno de un procedimiento judicial, vuelve a mentir, como ha hecho una y mil veces a pesar de tener prohibido judicialmente hablar sobre mí”, ha aseverado, para agregar que dado que en su condición procesal “puede mentir impunemente para defenderse” eso es “exactamente lo que está haciendo”.