La ultraderecha avanza en Europa mientras Vox, que empezaba a resurgir en las encuestas, sufre su primera gran crisis en España como consecuencia de la abrupta marcha de Macarena Olona del partido que lidera Santiago Abascal. La excandidata a la Junta de Andalucía y ex diputada por Granada, crecida por el reciente triunfo en las urnas de la italiana Giorgia Meloni, con la que se identifica, amaga ahora con crear una nueva formación si ve que después de las elecciones municipales y autonómicas de 2023 Vox “no se consolida como alternativa para los españoles”.
Así lo ha desvelado en una entrevista con Canal Sur –y luego en un corrillo con los periodistas en Sevilla–, donde ha adelantado que tiene incluso “la financiación suficiente para ello”, aunque considera que impulsar ahora otro partido sería una “absoluta temeridad e irresponsabilidad” ya que sería “fracturar más el tablero político en un momento en que España necesita unidad”.
Su intención, según quienes la conocen, es “sembrar el nerviosismo en Vox” después de que el portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, cerrara la puerta a su posible regreso al partido: “Hasta aquí hemos llegado. Es el final de camino”, sentenció Espinosa desde el Congreso como respuesta a los llamamientos de Olona a reunirse con el mismísimo Abascal para ver si seguían “caminando juntos” después de sus numerosos desencuentros.
“Está endiosada y dispuesta a todo”. “Dice que es la única que puede salvar a España”, aseguran algunos exintegrantes de Vox con los que ha contactado estos días Olona para sondearles y ver las posibilidades de aglutinarlos en su futuro proyecto.
La excandidata a la Junta de Andalucía aterrizó este lunes en Sevilla para protagonizar una comida-coloquio apadrinada por el exbanquero Mario Conde, condenado y encarcelado por el caso Banesto, entidad bancaria que presidió y saqueó. No es la única vez que se ha dejado fotografiar con él, lo que ha desatado muchas especulaciones dado las influencias dentro de sectores empresariales y económicos que, pese a su trayectoria, sigue teniendo el antiguo banquero. Días antes de abandonar Vox, se había dejado fotografiar en otro acto junto a Conde, algo que no sentó bien a Abascal.
Su parada de este lunes en la capital andaluza forma parte de la gira que Olona ha emprendido por varias provincias de España tras acabar el Camino de Santiago con la excusa de impartir conferencias sobre temas jurídicos, visitas que aprovecha para volver al foco mediático.
En un corrillo con periodistas, Olona ha desvelado que un partido “que todavía no existe” le ofreció ser su candidata para las autonómicas por Valencia en mayo de 2023. Pero ella rechazó la invitación “de inmediato” alegando que “se debe a Andalucía”: “Era algo que no podía hacer, porque no podría mirar a la cara a los andaluces”, contestó, aunque ha desvelado que son muchas las personas que le piden ahora que se presente a las elecciones. También ha bromeado con los periodistas recordando la polvareda que levantó en aquellas elecciones autonómicas a la Junta de Andalucía por su empadronamiento en Salobreña (Granada), asegurando que en esta ocasión para ella sería “más fácil” aceptar esa oferta dado que ha nacido en Alicante. Pero Olona prefiere esperar y ver qué pasa en esa doble cita de las municipales y autonómicas que, según ha dicho, van a ser “un indicador o termómetro” de lo que le pueda pasar a Vox en las generales.
La exdirigente del partido ultraderechista dio el pasado viernes una conferencia en la universidad de Murcia que tuvo que cambiar de ubicación al no obtener los permisos pertinentes y después de los ataques sufridos por quienes protestaban contra otra conferencia que impartió en Granada. Al finalizar ese acto se fue a cenar con los diputados murcianos rebeldes del partido de Abascal, grupo que lidera Juan José Liarte. Estos dirigentes fueron expulsados de Vox pero tuvieron que ser readmitidos por decisión judicial, así que siguen figurando como parlamentarios de Vox aunque no comulgan con las directrices del partido y actúan por libre.
En esa cena, Olona les informó de sus intenciones de esperar a después de la cita con las urnas de mayo de 2023 para impulsar su propio proyecto. Según ha podido saber esta redacción, Olona además les prometió que apoyaría la campaña de todos aquellos que ya no se sienten representados por la formación de extrema derecha. Esas mismas fuentes sostienen que la exdiputada también ha sondeado a críticos del PP a través del exsecretario general del partido en la etapa de Pablo Casado, Teodoro García Egea, que es de Murcia.
Meloni, la inspiración de Olona
Lo cierto es que el triunfo de la candidata de Hermanos de Italia y el avance de partidos ultraderechistas en otros países como Suiza y Suecia, han dado ínfulas a sus homólogos españoles justo cuando muchas encuestas daban a Vox un estancamiento que ahora empezaban a superar.
Pero el triunfo de Meloni en Italia tiene un reverso perjudicial para Vox. La líder de la extrema derecha italiana abandonó la formación en la que militaba en 2012 por diferencias con la dirección –en la que estaban Silvio Berlusconi y Angelino Alfano– y fundó un nuevo partido con el que ahora ha ganado las elecciones. Las comparaciones con el camino que ha emprendido Olona son inevitables. Ella misma ha publicado este lunes un artículo en El Independiente titulado 'Giorgia, eres inspiración'.
De ahí que la crisis interna desatada por Olona, una mujer que ha logrado despuntar dentro de la formación en detrimento de otros dirigentes de la cúpula –como Javier Ortega Smith, a quien Olona ha señalado por haber maniobrado contra ella– esté causando una gran preocupación en Vox.
Llegado a este punto, la guerra abierta entre Olona y Vox ya no se disimula. Ella misma calificó la semana pasada algunas reacciones que ha escuchado en su partido sobre su deseo de volver a la política de auténtica “maquinaria de triturar de carne”. Ahora además acusa veladamente a sus compañeros de estar detrás de cuentas de Twitter dedicadas a “acosarla y desprestigiarla”.