Cuatro hojas en poder del “yonqui del dinero”, origen de la operación que ha hecho caer a Zaplana

Como un hilo inacabable, la corrupción del Partido Popular en la Comunidad Valenciana va uniendo un caso con otro hasta arrastrar a todos sus protagonistas. Eduardo Zaplana, el último ídolo caído del 'aznarismo', no sabía que hace tres años, en un registro de la Operación Taula, arrancó la investigación que desde este martes se conoce como Operación Erial. 

Son cuatro hojas que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil requisaron a Marcos Benavent, el antiguo gerente de la sociedad pública Imelsa bautizado a sí mismo como un antiguo “yonqui del dinero”, según han informado a eldiario.es fuentes de la investigación.

Poco después de que Zaplana copara la actualidad del día con su detención, Benavent respondía este martes a la llamada del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia para ratificar la autenticidad de ese documento y seguir colaborando. Antes ya lo había hecho con la Guardia Civil. Benavent ha declarado que los papeles se los entregó un imán sirio que los había encontrado ocultos en una altillo de su casa, una vivienda por la que habría pasado antes Zaplana.

Los indicios hallados en ese papel por los agentes de la UCO no tienen vinculación a la Operación Taula, la trama de contratos y mordidas en distintas instituciones y empresas públicas valencianas que derivó en la financiación irregular del PP local, precisan las fuentes consultadas. Sin embargo,  han dado pie a esta nueva causa, también sobre el desfalco de dinero público durante el periodo del Partido Popular al frente de la Comunitat Valenciana.

Blanqueo en el exterior

portó alrededor de 10 millones de euros a la red de Zaplana