El partido político auspiciado por Alejo Vidal-Quadras a la derecha del PP se desmorona. Las tensiones internas, tras el descalabro electoral del 25 de mayo (250.000 votos y ningún eurodiputado), han ido saliendo poco a poco a la luz hasta convertirse en un enfrentamiento sin tregua por el control del partido.
José Alberto Alonso Neira, abogado y militante de VOX, convocó este martes una rueda de prensa para denunciar irregularidades en el proceso de búsqueda de nuevo líder. La convocatoria, en una céntrica cafetería madrileña, acabó por convertirse en una trifulca entre sectores enfrentados, ante la atenta mirada de los periodistas convocados.
Neira presentaba las acciones legales emprendidas por un grupo de militantes contra el entorno de Santiago Abascal, quien, como secretario general, controla la organización y aspira a la presidencia. Neira le acusó de “no respetar la Ley Orgánica de Partidos Políticos ni los Estatutos constituyentes de la formación política”. Lo que no sabía Neira es que el entorno de Abascal se iba a presentar en el acto para convertir la rueda de prensa en un careo con luz y taquígrafos sobre las malas relaciones que se han instalado en un partido que nació para hacer temblar al PP y se quedó en nada.
Dos afiliados del partido próximos a Santiago Abascal se acercaron hasta el lugar para, llegado el turno de preguntas, atacar a Neira. El ambiente acabó calentándose y hasta dar lugar a un enfrentamiento verbal que los periodistas contemplaron atónitos. Uno de los presentes acusó a Neira de “fascista” por exhibir una bandera preconstitucional en su cuenta de Twitter. Antonio de la Torre, militante de la formación que acompañaba al abogado en la rueda de prensa, pidió disculpas al final del acto “por el espectáculo bochornoso”.
El conflicto no es nuevo y se trata de la enésima disputa entre supuestos compañeros de partido. “Es habitual que el entorno de Abascal ataque personalmente a quienes denunciamos irregularidades dentro del partido”, ha señalado Neira durante la rueda de prensa. Sin embargo, fuentes internas del partido ven “normal” este tipo de disputas internas: “Es una lucha generacional entre los jóvenes, agrupados en torno a Santiago Abascal, y viejos. Dos formas diferentes de ver y hacer política”, apunta.
Acusaciones de enriquecimiento
A este nuevo episodio hay que sumar los que a lo largo del verano se han sucedido. Algunos de ellos han ocupado portadas, como el protagonizado por Cristina Seguí en Interviú, que denunció que algunas personas del entorno de uno de los vicepresidentes, José Luis González Quirós, habían utilizado el partido para su enriquecimiento personal.
La organización se enfrenta este fin de semana a la Asamblea en la que elegirán al nuevo Comité Ejecutivo Nacional. Dos candidaturas compiten para dirigir el partido. La primera, y que parte como favorita, la encabeza Santiago Abascal. La segunda está liderada por Ludovico López Cadé. Otras dos personas intentaron presentarse a este puesto: el propio Alonso Neira y Manuel López Linares.
La candidatura de Linares estaría impulsada, según fuentes internas, por Vidal-Quadras y González Quirós. Neira no consiguió el número de avales necesarios para concurrir al proceso. Linares, que sí reunió 50 militantes que le prestaran su apoyo, anunció el pasado fin de semana que retiraba su candidatura por “irregularidades” en el proceso.
El vicepresidente de la formación, Iván Espinosa de los Monteros, se defiende de estos ataques. “Nos acusa de que no se juega limpio cuando es todo lo contrario”, ha afirmado en declaraciones a eldiario.es. “Es muy singular que un afiliado de base que no ha conseguido los avales para presentarse a este proceso convoque a la prensa para verter estas acusaciones”.
Sobre la retirada de López Linares, Espinosa apunta a que éste no conocía el reglamento aprobado por el comité electoral. “El candidato quería acceder al censo y llevárselo a su casa, pero ni la ley ni el reglamento lo permiten. Le ofrecimos la posibilidad de habilitar una sala en la sede para que lo consultase, pero no accedió”, afirma. “Personas próximas a su candidatura no entendieron su decisión, que tomó de manera unilateral”.