Pedro Sánchez ha fracasado en la primera votación de la investidura al no obtener la mayoría absoluta que requería para salir del Congreso como presidente del Gobierno con plenas funciones. La candidatura del aspirante socialista ha cosechado 124 votos a favor, 170 en contra y 52 abstenciones. Unidas Podemos se ha abstenido como un “gesto más para seguir facilitando las negociaciones”. Si la negociación se mantiene encallada, Sánchez se enfrenta a la segunda investidura fallida de su carrera política, como él mismo ha reconocido en su última intervención. “Es cierto que corro el riesgo de ser el candidato a la presidencia que sufre dos investiduras fallidas. Siempre me encuentro el mismo obstáculo”, ha expresado en referencia al rechazo de los de Pablo Iglesias en 2016.
Sin embargo, en esta ocasión Unidas Podemos ha optado por abstenerse. Esa decisión se ha tomado a lo largo del martes, ya que la portavoz, Irene Montero, que ha votado telemáticamente antes de las 9 de la mañana ha votado 'no' a la candidatura de Sánchez. Esa era la posición del grupo confederal tras el tenso enfrentamiento entre Sánchez y Pablo Iglesias en el debate que arrancó este lunes y en el que se lanzaron reproches mutuos a pesar de estar en plenas negociaciones para intentar un acuerdo para un Gobierno de coalición. Fuentes de Unidas Podemos aseguran que la abstención es un “gesto” más de las “continuas cesiones” que han realizado y que mantendrán “hasta el último momento” para lograr ese pacto que se resiste.
La distancia es total entre PSOE y Unidas Podemos en este momento, aunque hay un margen de 48 horas para que puedan llegar a un entendimiento con el que el grupo confederal vote a favor de la candidatura del socialista, que cuenta en este momento con la abstención del PNV y, previsiblemente, de ERC. El PSOE también está negociando con Compromís, que mantiene la “mano tendida” para votar a favor. Sánchez solo ha conseguido por ahora el apoyo del diputado del Partido Regionalista de Cantabria además de los 123 escaños socialistas.
Reproches de los potenciales aliados
Todos los potenciales aliados de Sánchez para sacar adelante su investidura este jueves –en una votación en la que necesita mayoría simple, es decir, más síes que noes– le han reprochado que no haya negociado lo suficiente y le han emplazado a hacerlo en las horas que tiene por delante. A lo largo del discurso, Sánchez ha asegurado que quiere gobernar con Unidas Podemos: “Tenemos que hacer un gobierno posible, hablar de contenidos y de programa. Los ministros que se sienten en esta bancada no serán del PSOE ni de Unidas Podemos, serán ministros del Gobierno de España”.
El primero en intervenir fue el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que consideró que Sánchez fue “un irresponsable y un imprudente” en sus intervenciones del lunes. “O es usted un irresponsable o quiere ir a elecciones, y no sé qué es peor”, le ha espetado: “Señor Sánchez, no sé. Primera noticia: no tiene mayoría absoluta, no ganó el pasado 28 de abril por mayoría absoluta. ¿Qué hace pidiéndole la abstención a Cs y PP, al señor Casado y a Rivera?”.
El portavoz republicano le instó a negociar con Unidas Podemos y le reprochó que estuvieran “jugando al póker con la ilusión de centenares de miles de personas”. “El pato”, le ha dicho al presidente en funciones, lo pagará “la izquierda” en unas nuevas elecciones. Aunque le dijo que no puede dar por hecha la abstención de ERC el próximo jueves –de hecho este martes los republicanos han votado en contra–, Rufián ha dejado claro que por su parte no se producirá el bloqueo. Este martes ERC y JxCat han votado en la misma dirección, aunque la portavoz posconvergente, Laura Borràs, ha dejado claro que rechazará a Sánchez porque tiene “155 razones”. “Quiere gobernar, pero no quiere escuchar”, ha afirmado.
El PNV también se ha abstenido y ha recriminado a Sánchez que haya tenido poca voluntad de entendimiento: “Tendrá que poner algo de su parte para que se le vote sí”. “Las oportunidades son como los amaneceres. Si uno espera demasiado se los pierde”, le ha avisado el portavoz, Aitor Esteban. En referencia a las negociaciones hasta ahora frustradas, el portavoz nacionalista vasco le ha ha recordado que para “acordar hay que ceder” en referencia a la búsqueda de un acuerdo con Unidas Podemos, aunque también le ha mandado un recado a Iglesias: “La avaricia rompe el saco”.
Los cuatro diputados de Bildu también se han abstenido, según ha explicado la portavoz, Mertxe Aizpurua, para evitar cualquier posibilidad de un Ejecutivo del “tridente de la derecha reaccionaria”. El socialista también se ha llevado un rapapolvo de la diputada abertzale, que ha asegurado que tiene “sobradas razones” para “desconfiar” de él por su incapacidad para llegar a un acuerdo con el grupo de Iglesias.
También el diputado de Compromís Joan Baldoví, con quien el PSOE negocia fundamentalmente medidas para la Comunidad Valenciana a cambio de su respaldo a la investidura, le ha recriminado su “caótica forma de negociar”. Baldoví se ha abstenido. “Cuídese de los idus de noviembre –le ha dicho en referencia a una posible repetición electoral– porque su victoria puede ser pírrica, pero puede ser la tumba de un Gobierno progresista, puede ser su tumba”. “Nuestra mano sigue abierta, muévase”; “Queremos que usted sea presidente, pero, oiga, negocie”, ha zanjado.
Coalición Canaria, que siempre ha dicho que rechazaría la investidura si contaba con la connivencia de Unidas Podemos, también ha reprochado a Sánchez que se haya sometido a la confianza del Congreso como el “rey desnudo” sin sumar prácticamente ningún voto favorable. “Sube para decirnos que le sorprende que no haya un nuevo gobierno porque es responsabilidad de todos los diputados pero no, es suya y de sus negociaciones que no ha hecho porque lo que se está viendo es que no ha pactado con nada ni con nadie”, ha expresado Ana Oramas, que también ha advertido a Iglesias de que puede acabar como un “jarrón chino”.
En el turno de réplica al Grupo Mixto, Sánchez ha reiterado que sí ha tenido voluntad de llegar a un entendimiento con Iglesias, aunque también aprovechó la ocasión para lanzarle varios reproches. “Tengo mi manera de negociar. Si uno quiere llegar a un acuerdo no viene aquí a decir las cosas que quiere o lo que ha pedido y mucho menos a decir que son decorativas las que le han ofrecido”, ha dicho en referencia al discurso de Iglesias, a quien no quiso responder este lunes al renunciar a su último turno.
Sánchez: “Algo me he movido”
“Algo me he movido, he intentado llegar a un acuerdo”, se ha defendido Sánchez: “Lo más importante es el contenido, son las políticas sociales y esas deberían ser el comienzo”, ha afirmado Sánchez, que ha reprochado a Iglesias que deslice que “quiere entrar en el Gobierno para poco menos que ser el guardia jurado” del PSOE.
Justo después de esas palabras, la portavoz socialista, Adriana Lastra, ha tratado de bajar el tono: “Unidas Podemos ha sido nuestro socio preferente y sigue siéndolo”. “La izquierda sabe, puede y debe entenderse”, ha dicho la número dos del PSOE, que ha asegurado que hay mucho “ruido”. Lastra ha dejado entrever su “voluntad firme” de llegar a un entendimiento que pase por “el reconocimiento de la dignidad del adversario” y “ceder” por ambas partes.
Con esos mimbres, el reloj de las 48 horas para que se celebre la votación definitiva comienza a andar y, con él, la cuenta atrás para que PSOE y Unidas Podemos lleguen a un entendimiento que parece complicado por el cruce de reproches y en enconamiento de las conversaciones. Las dos partes aseguran, no obstante, tener voluntad de llevar a buen puerto las negociaciones.