Unidos Podemos y las confluencias asumen el derecho a decidir en Catalunya, pero rechazan la vía unilateral como solución a la crisis.
El grupo confederal y los partidos que lo integran no se alinean con la posición del Gobierno de Mariano Rajoy, al que acusan de haber llevado a la “democracia” a una “situación de excepcionalidad”. Pero tampoco con el referéndum convocado por la Generalitat el próximo 1 de octubre, que consideran una “movilización política” por la falta de garantías de las que, creen, adolece. Su apuesta, respondida desde uno y otro lado, pasa por buscar un acuerdo entre instituciones que lleve a un referéndum pactado.
A dos semanas del 1-O y ante la creciente polarización, Pablo Iglesias y el espacio que lidera buscan respaldos a su posición fuera de sus filas con una Asamblea estatal de parlamentarios y alcaldes por la libertad de expresión, la fraternidad y el diálogo. Un espacio del que debe salir “un manifiesto al Gobierno para buscar soluciones que permitan que todos los catalanes y catalanas puedan celebrar un referéndum pactado”, según explicó el secretario general de Podemos en una declaración pública en la Sala Constitucional del Congreso.
Bajo los retratos de los llamados Padres de la Constitución, Iglesias llamó a los cargos electos “de las fuerzas políticas comprometidas con la democracia y la defensa de los derechos civiles para reivindicar el dialogo, la convivencia y la libertad de expresión frente una situación política que consideramos alarmante”. A su lado, los principales dirigentes de IU, Alberto Garzón; y Catalunya en Comú, Xavier Domènech; así como la portavoz de En Marea en el Congreso, Yolanda Díaz.
Los alcaldes del cambio, sin Carmena
La iniciativa ha sido recibida con buenas palabras por los partidarios de la independencia. Tanto el PDeCAT como ERC han dado la bienvenida a la propuesta sin concretar de momento si acudirán a la convocatoria.
“EAJ-PNV participará en todos los foros de diálogo que busquen soluciones políticas a la cuestión nacional catalana y vasca”, han afirmado por su parte los nacionalistas vascos en un comunicado: “De la misma manera, el PNV se dirigirá a Podemos para que concrete más su propuesta de Asamblea, pero estaría dispuesto a acudir”.
Aún no se han pronunciado partidos que han apoyado a la Generalitat, como el BNG o Compromís, que tomarán una posición definitiva en las próximas horas cuando se reúnan sus respectivos órgano de dirección.
El coportavoz de la formación balear Més, David Abril, ha saludado la iniciativa en Twitter:
El rechazo ha sido más contundente desde el PP y Ciudadanos, pero también desde un PSOE cada vez más abierto a aplicar el artículo 155 de la Constitución para impedir el referéndum.
De momento se desconocen los detalles del acto. La presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez, se ofrecido la comunidad foral para acoger la reunión, que tendrá lugar este fin de semana. No hay calendario para otra opción: a la siguiente semana está convocado el referéndum.
Entre los asistentes que se espera que acudan a la cita están los alcaldes del cambio, siempre que la agenda lo permita. La primera edil de Barcelona, Ada Colau, o el de A Coruña, Xulio Ferreiro, mostraron sus predisposición en Twitter. Colau es el rostro más reconocible de Catalunya en Comú, uno de los convocantes, y su presencia se da por descontada. También el alcalde de Cádiz, José María González, ha aplaudido la convocatoria.
Quien seguro que no estará en la asamblea es la alcaldesa de Madrid. Manuela Carmena “ve bien” la convocatoria, pero en su lugar asistirá la portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre.