El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha exigido este lunes a ETA “que no demore más su proceso de desarme y desaparición” ya que, según ha dicho, “es una amarre al pasado que obstaculiza el avance hacia el futuro”. Por ello, ha manifestado su deseo que la banda realice un gesto en los próximos seis meses. Al mismo tiempo, ha pedido al Gobierno de Mariano Rajoy que flexibilice la política penitenciaria porque en este caso, “no hacer nada es la actitud más contraindicada”.
“Espero, siempre es una esperanza a pesar de la exasperación que uno expresa ante la tardanza de ETA, espero que en los próximos meses algo podamos ver en este 2014 ya en 2015 sería un año delicado con motivo de los comicios electorales que se van a dar y que esto no esté al albur de utilización electoralista por parte de nadie. No hablo de indicios, sino del trabajo discreto en el que estamos algunos para que esto se pueda dar”, ha explicado en declaraciones a los medios de comunicación.
Urkullu ha hecho estas declaraciones en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial durante su participación en un seminario sobre el final del terrorismo en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid.
“DESARME TOTAL E INCONDICIONADO”
“Hay gestos que todos podemos hacer, principalmente ETA”, ha defendido Urkullu, quien ha abogado por un desarme “total e incondicionado” y a un reconocimiento del daño causado. En ese sentido, ha añadido que “la izquierda abertzale también lo puede hacer y colaborar a hacer gestos”.
A su juicio, los escasos avances en el desarme de ETA “amarran a la izquierda abertzale en el pasado y no le dejan avanzar hacia el futuro y condicionan todo lo demás”. Por ello ha invitado a los abertzales a “dar los pasos necesarios que le permitan colaborar con normalidad con el resto de formaciones”.
Pero también ha pedido gestos al Gobierno al que se ha vuelto a ofrecer para colaborar, aunque ha matizado que no tiene previsto ningún encuentro con Rajoy. Se ha centrado en la política penitenciaria y ha instado a que “se adecuen las posibilidades de las vías legales vigentes a la situación actual”.
PIDE PASOS TAMBIÉN A LOS PRESOS
“Hablamos de beneficios penitenciarios a los que los presos tiene derechos, pero tienen que dar pasos también, tienen la oportunidad de soltar amarras con su propio pasado y con la organización que les puede tener cautivos a la hora de no proceder al reconocimiento del daño causado”. Asimismo, ha planteado también el acercamiento de los presos a cárceles del País Vasco.
Preguntado acerca de las funciones que podría desempeñar en este asunto el Rey Felipe VI, Urkullu no le ha asistido “ninguna función en esta cuestión”. “Le corresponde la moderación y arbitraje entre las instituciones del Estado, pero esta cuestión le corresponde a los agentes políticos y las instituciones, ya sean parlamentos o Gobiernos y es ahí donde sitúo la apelación”, ha precisado.
En su intervención durante el seminario, Urkullu ha apelado en multitud de ocasiones al “espíritu de Mandela” (referencia habitual de la izquierda abertzale) para crear “un nuevo clima de convivencia”. Ha pronunciado incluso una frase del líder sudafricano para decir que “si quieres hacer las paces con tu enemigo tienes que trabajar con él y se convertirá en tu compañero”. Por ello, sin citar expresamente a nadie, ha pedido “valentía” frente a quienes buscan “el aplauso fácil de ciertos sectores mediáticos”.
VOLVER A LA PONENCIA DE PAZ Y CONVIVENCIA
Ha glosado las diferentes propuestas e iniciativas diseñadas por el Gobierno vasco y muchas de ellas ya en marcha tras ser probadas por el Parlamento vasco y ha pedido al PP y al PSOE que a la vuelta de verano acepten seguir discutiendo la Ponencia de Paz y Convivencia en la Cámara vasca. “Invito a todas las fuerzas políticas en este segundo semestre a crear un nuevo clima”, ha reiterado.
Una de las propuestas a las que ha hecho referencia es el reconocimiento de las víctimas de abusos policiales para las que se ha aprobado un paquete de ayudas que está recurrido ante el Tribunal Constitucional por parte de la Delegación del Gobierno en el País Vasco. Preguntado acerca de si el reconocimiento de esas víctimas se apoya en sentencias judiciales, ha explicado que se basa “en contrastes, informaciones, documentación y trabajo con organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos”.
A la hora de cifrar las víctimas mortales desde 1960 hasta 2013 “en el contexto de violencia de motivación política”. Se ha referido a 1.100 muertos, en torno a 850 causados por ETA y el resto (en torno a 250) por “contraterrorismos ilícitos” en torno a los cuales hay 70 casos pendientes de resolver.
“Hay demasiada desconfianza”, ha destacado Urkullu para quien después de más de dos años del anuncio del cese definitivo de la violencia de ETA, se mantiene una situación de bloqueo.
Según ha dicho, en la actualidad “se está produciendo un proceso general y normalizado de convivencia en el País Vasco”, pero no ha descartado la posibilidad de una “ruptura” procedente de las posturas más enconadas. “Lo realmente fundamental es que esta realidad no se enquiste”. Por ello, en otro momento de su intervención ha defendido la necesidad de alcanzar “microacuerdos” consciente de que “en la política vasca hoy los grandes acuerdos no son realistas”.