Una veintena de altos cargos abandona sus puestos para ir en las listas del PSOE

El Gobierno agota sus últimas semanas entre una fuga de altos cargos que en los últimos días han renunciado para concurrir a las elecciones generales del próximo 28 de abril. También le esperan despedidas en las próximas semanas, cuando el BOE recoja designaciones de aspirantes a los comicios autonómicos del 26 de mayo. Entre los que dicen adiós se encuentran varios delegados del Gobierno, directores generales o presidentes de empresas públicas.

La ley electoral señala como inelegibles a algunos altos cargos del Gobierno. Los ministros y secretarios de Estado pueden compatibilizar su labor ejecutiva con la pertenencia al poder legislativo –aunque no pueden cobrar de los dos–. Sin embargo, algunos de los escalafones que están por debajo lo impiden y, por tanto, no se permite permanecer en esos puestos y figurar a la vez en las candidaturas electorales.

Se trata de los “subsecretarios, secretarios generales, directores generales de los Departamentos Ministeriales y los equiparados a ellos”, según recoge la normativa vigente. En el caso del Gobierno de Pedro Sánchez, al menos una veintena de altos cargos han abandonado sus puestos institucionales o lo harán en las próximas semanas para participar en el carrusel electoral.

En el equipo más cercano al presidente, el que está en La Moncloa, se queda sin tres miembros. César Mogo ya no es director de Asuntos Institucionales desde hace cinco días, cuando el BOE publicó su cese para convertirse en candidato al Senado por la provincia de Lugo. También ha regresado a Ferraz Paco Salazar, director de Análisis en el gabinete de la presidencia y a quien Sánchez ha colocado como número cuatro de la lista al Congreso por Sevilla. En los próximos días tendrá que abandonar su cargo Borja Cabezón, director de Asuntos Nacionales en Moncloa, que va en el noveno puesto a la Asamblea de Madrid. Lo mismo sucederá con la delegada del Gobierno para la lucha contra la Violencia de Género, Pilar Llop, que será la número dos de Ángel Gabilondo.

La desbandada también llega a las delegaciones del Gobierno. Sánchez impuso como número dos de María Jesús Montero en Sevilla a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, a quien unos meses antes había designado representante del Ejecutivo en Andalucía. Lo mismo ha sucedido en los casos de Canarias, con la inclusión en la lista al Congreso de Raquel Mañez, y Castilla-La Mancha, donde ha cesado Manuel González, que encabezará la candidatura por Albacete.

Esta misma semana han cesado los representantes del Ejecutivo en Murcia y Cantabria, Diego Conesa y Pablo Zuloaga. Sánchez hizo delegados del Gobierno a esos candidatos a las presidencias regionales para darles visibilidad cuando ya habían sido elegidos en primarias y, por tanto, su nombramiento tenía fecha de caducidad unos meses después. Se hizo efectivo el viernes.

Sánchez colocó a varios miembros de su Ejecutiva en altos cargos de distintos ministerios y empresas públicas que ahora los abandonan también para acompañarlo a las elecciones. Javier Izquierdo abandonó la secretaría general de Infraestructuras para encabezar la lista por Valladolid. No es la única baja en Fomento: Ignacio López (Málaga) ha dejado Salvamento Marítimo y Alejandro Soler, la SEPES. María Luisa Faneca, presidenta de SAECA, ha cesado una vez fue proclamada cabeza de lista por Huelva. El canario Héctor Gómez también ha abandonado Turespaña.

Otro director general que se despidió fue el de Memoria Histórica, Fernando Martínez. La directora del Instituto de la Mujer, Silvia Buavent, también ha dicho adiós para ocupar la tercer plaza de la lista al Senado por Madrid.

Sánchez creó dos altos comisionados que también se han quedado sin jefes. Isaura Leal concurre en la lista al Congreso por Madrid en el puesto once –los socialistas obtuvieron ocho escaños en 2016, pero aspiran a aumentar esa cifra en estos comicios–. El alto comisionado para la lucha contra la pobreza infantil vuelve a cambiar de manos seis meses después de que Luisa Carcedo lo cambiara por el Ministerio de Sanidad ante la dimisión de Carmen Montón. En esta ocasión, Sánchez ha situado a su sustituto, Pau Marí-Klose, como número dos del PSOE por Zaragoza.

Además de Josep Borrell, dos miembros de la lista de las europeas tendrán que renunciar a sus cargos cuando lleguen a Bruselas: Ignacio Sánchez Amor, secretario de Estado de Política Territorial; e Iban García del Blanco, que preside la empresa pública Acción Cultural.

Sánchez ha incorporado a las listas electorales a todos los ministros –a excepción de Nadia Calviño– como cabezas de cartel en distintas circunscripciones o en su candidatura por Madrid. También numerosos secretarios de Estado aspiran a tener un escaño en la próxima legislatura. Cuando fueron nombrados, aquellos que eran diputados renunciaron para dedicarse en exclusiva a la labor del Gobierno. En Ferraz aseguran que, si revalidan el Ejecutivo, los miembros del gabinete y los secretarios de Estado tendrán que abandonar el Congreso o el Senado.