El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha decretado la apertura de juicio oral contra el exsecretario general del PP de Madrid Francisco Granados y a dos guardias civiles que supuestamente le 'chivaron' que la Unidad Central Operativa (UCO) estaba investigando a su amigo el empresario David Marjaliza por los delitos de revelación de secretos y aprovechamiento de revelación de secretos.
El titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional ha finalizado la investigación de la primera de las catorce piezas separadas -la denominada 'pieza I Talamino'-- que obra el sumario de la trama 'Púnica' .
Ya el pasado junio, Velasco acusó en un auto al cabecilla de la trama, Francisco Granados, de beneficiarse de la alerta que le hizo el agente de la Guardia Civil José Manuel Talamino en una discoteca a altas horas de la madrugada. También, acusó a este agente y a su asesor de seguridad, miembro del Instituto Armado en excedencia, José Luis Caro Vinagre, de revelación de secretos.
No obstante, el otro considerado cabecilla, David Marjaliza, quedó fuera de la instrucción de esta pieza, a pesar de haber confesado que había “quemado” todos los documentos que le incriminaban después de que Granados le advirtiera de que estaba siendo investigado.
Ahora el magistrado, en un auto de transformación EN procedimiento abreviado con fecha de 5 de julio, ha procesado tanto a los dos agentes como ex secretario general del PP de Madrid. A los miembros de la Guardia Civil por la revelación de secretos y a Granados por aprovecharse de esa revelación.
El chivatazo, en septiembre de 2014
Precisamente, considera a Rodríguez Talamino autor del 'chivatazo', el cual tenía acceso a la información por su oficio, y a Caro Vinagre, cooperador necesario. En cuanto a Granados, subraya que se interesó en conseguir datos sobre las pesquisas para que los “vigilados” pudieran adoptar medidas que “contrarrestasen y anulasen” la investigación judicial.
Además, este auto que se ha hecho público este viernes, destaca que en el 'chivatazo' --que se produjo en la noche del 5 al 6 de septiembre de 2014, especifica el escrito de Velasco-- hizo “un grave daño” a las acciones realizadas por la UCO sobre la 'operación Púnica' .
Rodríguez Talamino, destinado en la UCO, se dirigió a Granados durante las fiestas de Valdemoro para advertirle de que había participado en la colocación de un dispositivo de vigilancia a las puertas de las oficinas de las empresas del empresario, en el centro comercial Plaza Éboli de Pinto.
El agente se encargó de preparar el vehículo que la Guardia Civil iba a emplear en su dispositivo de vigilancia. Tan sólo un día después de la instalación de los medios en el coche, Talamino ya llamó a Caro Vinagre para avisarle.
La cámara instalada en Plaza Éboli tuvo que ser retirada y otros implicados en la trama comenzaron a adoptar medidas de seguridad adicionales en sus comunicaciones. Además, Marjaliza, ordenó la compra de nuevos teléfonos y quemó “importantísimos documentos que hubieran servido de prueba”.